Capítulo 8

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Kyle Young

Salí de mi departamento y crucé al frente, toqué la puerta de Caleb con ganas de matar a alguien.

—Déjame quedarme aquí, ya no puedo aguantar la música de Dakota otro minuto. —abrí los ojos.

—Lo siento pero no sé quien eres dulzura. —sonrió.

Un hombre castaño, ojos celestes y aspecto de campo, como de leñador sexy.

—Ky. —vi a Caleb con un bowl de papas —¿Qué pasa? —vio al hombre —Nate, ten, voy en un segundo.

Él me sonrió y se fue con el compañero de Caleb y el otro chico que estaba con ellos. Caleb se interpuso algo nervioso, parecía avergonzado.

—¿Tienen una noche de chicos? —pregunté divertida.

—Mmm ... —no respondió.

—Sí la tienen. —reí sutilmente —¿Qué ven? ¿Fútbol? ¿Hockey? ¿Béis ... ?

—Un rodeo. —aguanté la risa —Ya, ya, búrlate lo que quieras pero es más serio de lo que parece.

—No lo dudo baquero.

—Mis hermanos vinieron desde casa para verme y pasar el fin de semana.

—Entonces los dejaré. —me estaba por ir pero me detuvo.

—No, espera. —tomó mi mano —¿Qué necesitas?

—Necesitaba estudiar y con Dakota ...

—Puedes quedarte en mi habitación. No te prometo paz pero seguro estarás mejor que con el concierto de tu prima.

—Gracias. —me hizo pasar.

—Chicos, ella es Kyle. Ky, ellos son Nathan y Joey, y ya conoces a Mason.

—Al fin conocemos a una de las chicas de nuestro hermanito. —Joey se acercó a mí y me dió la mano —Creí que solo nos mostraría un lado de él. Luego de Connie ...

—Cierra el pico Joey. —dijo Caleb serio —Ven, te muestro cual es.

—Encantada chicos.

Me llevó a su habitación, abrió la puerta y vi algo parecido a lo que había imaginado tratándoselos de él. Su habitación era más grande que la de nuestro departamento. La cama estaba hecha, es de esas con acolchado abultado, había posters de bandas, dibujos, fotos, dos grandes ventanas que le dan luminosidad al cuarto y del lado opuesto de la cama un sector donde Caleb claramente hace sus obras; cuadros hechos y por hacer, una lona protectora, pintura y otras cosas.

—Usa la cama, puedes quedarte el tiempo que quieras.

—Enserio gracias.

—Estoy en la sala por si quieres algo. —él se fue cerrando la puerta detrás suyo.

Tenía que estudiar para un examen, estaba haciendo mi resumen pero a la mitad de él la tinta de mi lapicera se acabó.

«Mierda» —la agité pero no funcionó.

Necesitaba otra así que busqué en su mesa de noche. Había un cuaderno, unos caramelos, caja de condones y lo que buscaba. También vi una foto que se me hizo curiosa ya que vi el nombre de Connie, quien fue mencionada antes.

La tomé curiosamente para verla, eran Caleb y esa tal Connie quien resultó ser él y no ella. No me sorprendió ya que sabía sobre las inclinaciones de mi amigo, lo veo terminar con alguien distinto todos los días.

"Caleb y Connie, campamento en el lago." —leí al pie de la foto.

Guardé todo como estaba y dejé de ir de curiosa, seguí estudiando.

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