DÉJÀ VU ━━ [En curso] 《66》

Capítulo quince: «Pretty Please?»

[Tn]

Anoche tuve un sueño; fue el mismo que tuve el sábado. En dos días seguidos he revivido esa extraña mezcla de fragmentos que golpearon mi cabeza haciendo doler mi pecho, justo cuando Shanks y yo nos besamos la primera vez.

Todavía no logro explicarme qué fue eso.

Shanks. Oh... Shanks...

Mi cuerpo desnudo se estremece y mi piel se eriza advirtiendo la frescura de la mañana. El agua corre en la regadera mientras espero porque se regule la temperatura.

Le echo un vistazo al último mensaje de Shanks, ese, donde me dice que quiere verme tras su regreso.

Quiere verme. Quiere verme. Oh, cielos. ¡Quiere volver a verme!

Retengo el aire en mi pecho. Vaya, Shanks no está aquí, y sin embargo logra que me quede sin aliento.

La tipa del espejo que me devuelve la mirada, parece... ¿feliz? Intento tocarla, aún sabiendo que la yema de mis dedos no podrían alcanzarla a través del cristal.

¿Es esa su cara de boba por un hombre?

Guau... Es la primera vez que logro contemplarla tan... diferente.

La verdad es que... Bueno, es realmente curiosa esta sensación de bienestar que flota de un lado a otro en mi pecho, haciéndome sonreír como toda una idiota.

Pero... ¿Acaso no lo he pensado ya? Estoy bastante grandecita como para entregarme a esa analogía de las mariposas en el estómago. Pero... Mierda. Incluso suelto una risita porque me es inevitable. Pero... Y otro «pero...»

Mi sonrisa se desvanece paulatinamente, ahora que tomo en cuenta algo importante.

Creo que para no olvidar lo que me mantendrá a salvo, debería escribir en un cuaderno (cual niño de primaria ocupándose de su castigo), este mantra que consta de dos frases y que tendría que permanecer presente dentro de mí.

NO DEBO ILUSIONARME. NO DEBO DEJARME LLEVAR. NO DEBO ILUSIONARME. NO DEBO DEJARME LLEVAR. NO DEBO ILUSIONARME. NO DEBO DEJARME LLEVAR. NO DEBO ILUSIONARME. NO DEBO DEJARME LLEVAR.

Recuerda que cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad, es cuando debes permanecer alerta, [Tn].

¿No crees que estas muy grande como para acabar llorando por un corazón roto... (otra vez)?

Con este pensamiento, me meto a la ducha dejando que las gotas de agua empapen mi cuerpo. Me paso las manos por el cabello, desde la frente hacia atrás.

No puedo sacarme de la cabeza todo lo reciente. Lo he dicho ya: esto es demasiado bueno para ser verdad. Pero Shanks no tendría porqué romperme el corazón, ¿verdad?

Me toco el pecho, justo aquí donde la paranoia se junta con mi inseguridad haciéndome doler.

He visto una que otra película donde el protagonista guapo, rico y popular, se tira a la fea porque simple y sencillamente existía una apuesta entre él y sus estúpidos amigos cabeza hueca.