Episodio XII: Oscuridad

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¿Quién diría que justo después de una alianza, otra guerra azotaría?

Bolas de fuego incineraban el lugar que antes era la sede principal del clan. Una explosión azotó el lugar en que se encontraba el héroe de verde y este se lanzó para proteger a Hana. Las balas de los policías engañados rozaban a sus compañeros que se defendían con escombros del clan destruido. Adam apartó bruscamente a su hijo y comenzó a disparar con una pistola que traía en el bolsillo.

—Hijo... Toma esta —le lanzó otra pistola al suelo.

—Gracias papá —se levantó, la cogió y comenzó a disparar.

—Te diré dos cosas. No mates y no mueras. No sé qué sería de mi si te vuelvo a perder... Oye —ambos disparaba a las armaduras de los policías que parecían inquebrantables, pero con esfuerzo se podían romper—, quiero decirte que lo siento mucho.

—Papá, ahora no.

—Sé que les fallé a tu madre y a ti. Pero sí los quiero... Mucho. Me importaban demasiado y como había hecho muchos enemigos, sabía que tarde o temprano vendrían a rendir cuentas. Y así lo hicieron. Si estaba contigo y tu madre, sé que los iban a maltratar, a torturar. Y no permitiría...

—Papá... —Drake lo empujó fuera de la línea de fuego y lo abrazó fuertemente mientras lloraba un poco y Adam se mantuvo inmóvil— Sé que hemos estado mucho tiempo lejos. Pero ya no. Tenemos toda una vida por delante, una vida donde estaremos unidos como familia que somos —lo apretó fuerte y sus lágrimas corrían por sus mejillas—. Te quiero mucho papá.

Cuando lo soltó, Drake sonreía secándose las lágrimas de su mejilla. Adam solo lo miraba, sin decir una palabra, expresando sus sentimientos de tanto años solo en una débil sonrisa.

En el momento en que Calliot intentó luchar, cayó desplomado al suelo. Se encontraba muy cansado por tantas batallas y torturas seguidas, parecía que sus huesos habían dejado de funcionar. Hana abrió un portal para que todos los miembros pudieran escapar, pero necesitaba unos segundos para hacerlo lo suficientemente grande. Una bala salió volando directo a la nuca de Hana, estaba tan cerca que era casi imposible para ella frenarla...

—¿Te asustaste? —Axel detuvo la bala, agarrándola con su poder justo antes de que pudiera tocar a Hana— Tranquilos, están a salvo siempre que yo esté aquí.

—Axel... —Naomi lo miraba sollozando, sabía exactamente lo que iba a hacer— No...

—Sí... Haré tiempo para que escapen— una barrera azul transparente se creaba entre Axel y los miembros del clan, poco a poco.

—¡No! —miles de ramificaciones del metal salían disparadas para agarrar a Axel, chocando inútilmente contra la pared.

—Eres más fuerte que yo —le dijo Axel a la líder de Pandora mientras Dereck la agarraba de la cintura para sacarla de allí—. No es sabio sacrificar a la reina por una torre. Nos volveremos a ver.

Antes de cerrarse el camino, vieron a Axel enfrentarse solo contra los policías y vieron como lo tumbaron al suelo y capturaron con redes eléctricas, usando el suero de Alphonse para minimizar su poder. Una vez entraron todos al portal, aparecieron en la entrada de una base subterránea a orillas de un río.

—Debemos escapar. Debemos escapar —repetía Hana sin razón alguna—. Hay que esconderse. No podemos dejar que Steve nos atrape.

—Oye, oye Hana —Calliot la tomó de los hombros—. ¿Qué te pasa?

—Steve va a venir. Lo sé. Nos va a encontrar —ella se soltó y abrió la escotilla para entrar en la base—. Debemos entrar y escondernos, esperar a que el peligro pase... Tendré que empezar de nuevo, usar una estrategia diferente esta vez.

CalliotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora