Había pasado una semana de lo sucedido, mi mente aún no podía razonar lo que pasaba. Mi corazón no sabía que sentir ni cómo reaccionar.
Me encontraba en el pasillo de la casa, mirando cada detalle Tom no había estado esa semana en la casa, apenas y podía mirar a Bill ya que este también se salía y no regresaba solo para hablar con las personas que se encontraban ahí.
Podía admitir que me sentía más tranquila al saber que Tom no estaba en casa y que tampoco Bill, me hacía sentir relajada y sin estrés el estar junto a ellos me daba miedo, y más si era hacia Tom.
-Señorita es tiempo de ir a su habitación.- hablo un hombre detrás mío.
-Quiero mirar aún más.- solté para mirarlo.
-Usted sabe que no puede, son los horarios que pusieron los chicos.- me miro serio para acercarse a mi.
-Alejate- di pasos hacia atrás para alejarme de este. -Yo decido que hacer en mi vida.- mis manos se habían convertido en puños ahora.
El ruido de la puerta azotar con la pared hizo que nuestras miradas fueran a ella, ahí se pudieron ver dos sombras de hombres las cuales sabía perfectamente quien era quien.
El hombre se alejo de mi para ir hacia ellos, murmullos se escucharon para que ambos chicos entrarán a la casa cerrando la puerta de golpe.
-¿Eres terca aún cierto?- la voz de Tom se escuchó tan seria y fría que hizo que me diera un escalofrío.
-A mi no me van a estar dando horarios para mí vida.- solté alejándome a la sala.
La risa de Bill se alcanzó a escuchar en eco de la casa. -¿Cómo te sientes Megan?- Ahora Bill se encontraba a mi lado tomando una copa de vino.
-Bien.- solté sería sentandome en un sillón de ahi.
-¿Y el bebé?- Tom se acercó mirándome serío.
-Esta bien.- lo mire a los ojos sería.
Tom me miro serio, su mirada no expresaba ninguna emoción.
-Quiero hablar contigo Megan.- Tom me miro y camino rápido hacia algún lugar de aquella casa.
Mis piernas temblaron al escuchar eso, pero lo seguí, me levanté y fui tras el cerrando la puerta del lugar al que nos encontramos
-Dime- me crucé de brazos en mi pecho.
Este solo me miro y dió una sonrisa leve. -Lamento el no poder estar aquí en el transcurso de nuestro bebé, tengo cosas que hacer, tengo que irme a L.A. y no se, no quiero dejarte sola... tal vez deje personas cuidando la casa como siempre pero ahora más que antes tendrás que cuidarte y no salir.- aclaro su garganta y yo me negué.
-No, no pienso estar aquí encerrada por quien sabe cuánto maldito tiempo. No quiero a ninguna de tu gente aquí, es mi vida y decido que hacer, el bebé es mío.- solté.
-Por igual es mío Megan, decido que hacer con ustedes- me tomo de los hombros fuerte moviéndome enfrente y atrás.
Mi cabeza empezó a doler un poco por el movimiento rápido cosa que hizo que me mareara. -Joder..- me tome de Tom fuerte y el me tomo de la cintura.
-Lo vez, no estás bien y no quieres que mandé a gente para que te cuide.- su voz sonó ronca.
-¿Y que haré? Irme contigo, ¿a solo quedarme encerrada como siempre?- me solté fuerte de el y mis manos se habían hecho puños.
-¡PUES YO DECIDO ENTONCES! Vienes conmigo, y no quiero tus estupideces como la estúpida terca que eres.- me tomo fuerte de mis mejillas.
Su voz fuerte hizo que empezará a respirar rápido y solo quedarme parada
ESTÁS LEYENDO
Differents Souls[Tom Kaulitz]
Lãng mạnMegan era una chica normal hasta que llegó su "monster in love" Llegara a sufrir malos tratos y violencia por el pero ella no se rendirá, hará lo posible para dañarlo... -Te haré sufrir tanto como tú me haces a mi Tom.- Lo que ella no contaba es que...