Capitulo 6.- parte dos .- Que paso en el trabajo.

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El día que los chicos se quedaron a dormir y que se fueron apresurados Milen y Santiago cuando iban en el camino resolvieron una llamada.

Don Juan.- Hola, buenos días Milen, disculpa por la molestia tan temprano.
Milen.- Hola, buenos días Don Juan, como se encuentra.
Don Juan.- bien bien mija hablaba para ver si podías venir en la tarde con Santiago es que tengo que platicar de algo con ustedes.
Milen.- ah okey esta bien si saliendo de la uni vamos para allá, no se preocupe, allá nos vemos.
Don Juan.- ándale mija, gracias y con cuidado cuando vengan, al rato los veo entonces bye.

Cuelgan la llamada y Santiago.-que habrá pasado, si todo está bien en la sembrada.
Milen.- pues quien sabe pero espero que nada malo.
Siguen platicando y llegan a la universidad, terminan lo que van a hacer y se van al rancho de Don Juan, (aclaro ahí trabajaban Santiago y Milen casi casi desde que iniciaron la carrera y los dos se encariñaron mucho con el, casi casi al grado de verlo como un abuelito).

Llegan y saludan a don Juan y lo ven como con preocupación y un poco triste.

Milen.- que tiene don Juan usted siempre anda muy alegre.

Don Juan.- hay mija por eso los cite a los dos para que vinieran quiero hablar con ustedes de unos asuntos muy importantes.

Santiago.- qué paso díganos?

Don Juan.- es que ayer cuando se fueron, tuve cita con el doctor y me dijo que tengo una enfermedad y la tengo avanzada.

Milen.- pero tiene cura verdad?(con un nudo en la garganta)

Don Juan.- si puedo empezar con él tratamiento, pero a lo que me dijo el doctor fue qué me puedo aliviar o puede empeorar. 

Santiago.- usted no se preocupe don Juan nosotros vamos a apoyarlo en lo que necesite y también va a tener el apoyo de sus hijos.

Don Juan.- a eso iba a llegar mijo, que mis hijos nomás me buscan por puro interés, en estos años que ustedes han estado trabajando conmigo, acaso han visto que uno de mis hijos venga a verme, a ayudarme, no, pero cuando saben que se levanta la cosecha, ustedes han visto que vienen un rato y se van, solo vienen a pedirme dinero. Y por eso eh decidido que ustedes Milen y Santiago se queden con el rancho los dos, por qué ustedes son los que han estado conmigo siempre y siempre me apoyan en mis decisiones.

Milen.- no don Juan nosotros no podemos aceptar esto es mucho. Nosotros nos basta con el cariño que nos ha dado.

Santiago.- si don Juan nosotros no queremos nada, nos basta con el cariño que nos tiene, aparte que nosotros no lo vemos como un jefe si no como un abuelo, y aparte que va a hacer con sus hijos ellos van a pelear por todo lo que tiene usted.

Don Juan.- nonono, no acepto un no por respuesta y ya tome mi decisión y así va a hacer, ustedes se van a quedar con el rancho y de mis hijos no se preocupen yo les voy a decir que voy a vender todo esto para que no molesten y no tengan ningún problema, cuando termine todo este papeleo yo me voy a ir para otra parte para que ustedes se vengan para acá.

Milen.- no eso sí que no, le vamos a aceptar el rancho pero con una condición que usted se va a quedar aquí y va a seguir siendo el dueño.

Santiago.- si don Juan no nos puede dejar y aparte usted no puede estar solo, nosotros lo vamos a cuidar no se preocupe, todo va a estar bien y va a ver qué todo va a estar bien.

Don Juan.- hay mis niños como los quiero mucho, esta bien, pero no se pongan tristes.

Después de eso se quedan platicando un rato y se ponen a trabajar.
La enfermedad de don Juan, realmente si es grave sólo que vio que los chicos se pusieron tristes cuando les estaba contando no les quiso contar la verdad, pero de igual manera si se iba a someter al tratamiento para vivir más tiempo, a sus hijos no les dijo nada por qué a ellos solo les importa el dinero, ellos solo van con el señor por el dinero y Milen y Santiago le dijeron que el rancho seguía siendo de él, lo que se ganaba era para él y de ahí agarraba dinero y les daba solo para que se fueran y no los molestaran por qué quería pasar el tiempo a gusto y sin mortificaciones.

Después de eso Milen y Santiago estaban tristes y cuando se fueron se fueron a comer para platicar del asunto.
Siguieron haciendo lo de siempre y trataban a don Juan igual ya que habían acordado en qué no iba a cambiar el trato para que don Juan no se sintiera mal, pero de igual manera si se preocupaban por el, pasaron tres semanas y ya casi se graduaban y le dijeron a don Juan que si quería acompañarlos y les dijo que si solo a la ceremonia, ya se acercaba el día y todos estaban emocionados.

Nos veremos prontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora