Saludos, noveno Tío

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Al escuchar esto, la emperatriz Yang frunció el ceño con vacilación.

—¿Quieres decir... seleccionar concubinas para el Príncipe Heredero con el fin de enviar algunos espías al Palacio del Este?

—Sí —Dou Xiyin se inclinó hacia adelante y bajó la voz—: Tía, al igual que el Emperador y su palacio interior, el Príncipe Heredero también tiene un grupo de mujeres para servirlo. ¿Qué hombre no tiene concubinas? Cheng Yujin se pone la fachada de una mujer virtuosa por el bien de la reputación, pero en realidad es solo una esposa celosa. Ha pasado casi un año, pero ella es la única mujer con un estatus al lado del Príncipe Heredero. La tía, y mucho menos la princesa heredera, incluso en la familia de la gente común, su comportamiento es extremadamente feo, celoso y dominante.

La emperatriz Yang no dijo una palabra, pero sus cejas se fruncieron en pensamientos profundos. De hecho, aunque se decía que las parejas jóvenes tenían un período de amor apasionado debido a su inexperiencia previa y la novedad de estar casados, era muy raro que el hombre no tuviera ni una sola tongfang o concubina incluso después de un año.

Ese fue el caso de los hombres de la familia oficial ordinaria. En cuanto a los de una familia noble hereditaria, incluso era normal que tuvieran un grupo de concubinas desde el principio. Si la familia fuera decente, el hombre no les daría a estas mujeres un estatus formal para respetar a su futura esposa, pero una vez que se casara, su esposa tendría la tarea de darles un estatus formal a estas personas. Para un hombre, tener solo una o dos concubinas además de su esposa principal era suficiente para convertirlo en un modelo de vida limpia. Y estas concubinas fueron solo las que recibieron el estatus formal; en cuanto a los tongfang que servían en la cama por la noche pero aún continuaban haciendo trabajos de sirvientes durante el día, no se contaban en la cuota de concubina.

Si fuera su hijo quien tuviera una vida limpia y no jugara con las sirvientas, la emperatriz Yang, naturalmente, estaría orgullosa, pero la situación de Li Chengjing era un poco inquietante. Había estado casado durante un año, pero mucho menos concubinas seleccionadas oficialmente, la emperatriz Yang nunca había escuchado las noticias sobre las doncellas del palacio que accidentalmente fueron favorecidas en el Palacio del Este.

La emperatriz Yang tampoco estaba segura. No sabía si era Cheng Yujin quien era estricta con su gestión y tenía una excelente manera de tratar con estas mujeres, o si era Li Chengjing quien realmente nunca favorecía a los demás. La emperatriz Yang no creía lo último, pero ni siquiera ella pudo deshacerse tranquilamente de ninguna doncella del palacio que sirviera al emperador por la noche, y mucho menos a la princesa heredera que no tenía el poder de gobernar el palacio interior.

Aun así, la emperatriz Yang se conmovió un poco por la sugerencia de Dou Xiyin. En su opinión, no había hombres a los que no les gustaran las cosas nuevas. La razón por la que no había otra mujer alrededor del Príncipe Heredero probablemente se debió a que Cheng Yujin lo estaba controlando con fuerza, pero el Príncipe Heredero se mostró reacio a avergonzar a su esposa. Si un tercero le enviara bellezas frescas listas para usar, ¿aún las rechazaría?

La emperatriz Yang comenzó a pensar en las candidatos que podría enviar al Palacio del Este. En cuanto a si esas mujeres podrían sobrevivir bajo Cheng Yujin... eso no estaba dentro de su consideración.

La emperatriz Yang finalmente dijo vacilante:

—Este método es realmente factible. Sin embargo, desde el momento en que la Princesa Heredera ingresó al palacio, sus palabras y conducta siempre han sido impecables. Ahora que está embarazada, si Este Palacio envía bellezas al Palacio del Este, otros pueden comenzar a chismear que Este Palacio es malicioso.

Después de todo, la emperatriz Yang era solo la madrastra de Li Chengjing. Además de eso, la situación en torno al asunto de la emperatriz Zhong era un poco confusa. Bajo la emperatriz viuda durante la limpieza, nadie sabía lo que sucedió en ese entonces, pero la emperatriz Yang todavía se sentía incómoda cada vez que veía a Li Chengjing.