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Cerca de las puertas del reino, se encontraban los dos bufones, siendo acompañados por el sapo. Bitter se encontraba aferrado al sheriff, mientras que Giggle trataba de separarlos, nuevamente se encontraban peleando, algo que después de tres días ya parecía de rutina diaria, no podía faltar en ningún solo momento el que ambos bufones discutían o peleaban por una estupidez.

-¡Ya estuviste suficiente tiempo pegado a el, ayer y esta mañana!- grito el bufón de pelaje liso, jalando de un brazo a Bitter, quien tenía sus piernas enredadas alrededor de Toadster.

-¿Y qué tiene?- exclamó Bitter -¡No es como que te importara o algo parecido!- se aferro aún más a la espalda del sapo. -Oh, espera, ¡solo no lo quieres aceptar!- Giggle lo estiro con mucha fuerza, logrando que el bufón morado soltara al sheriff y se golpeara la cara contra el piso.

Toadster reacciono inmediatamente y le extendió la mano al bufón de color morado, quien con las mejillas totalmente teñidas de verde, lo agarro de la mano y se levantó, se quedó viendo al sapo directamente a los ojos, sabía que se había enamorado del idiota correcto e hizo lo correcto al hacerle caso a sus sentimientos. Giggle simplemente observaba a ambos con los brazos cruzados y el ceño fruncido, hasta que repentinamente Toadster y Bitter se empezaron a besar, ni siquiera podía reaccionar, se quedó totalmente inmóvil.

-...¡Hey, hey!- por fin tuvo una reacción, se lanzó arriba de estos dos y los separo a la fuerza, dejándolos tirados en el suelo. -¿¡Qué carajos con ustedes dos?!

-¿Celoso?- exclamó Bitter, se levantó nuevamente y ayudando al sheriff a pararse. -¿Tienes una buena razón para habernos separado?

Giggle se quedó hundido en sus pensamientos, cuestionandose lo mismo que le había preguntado el bufón de color morado, ¿cuál fue su razón?, es que era claro como el agua, el también sentía algo hacia el sapo, pero no lo quería aceptar.

-...¡Consiganse un cuarto o algo, sabes que odio las cosas cursis!- grito mientras apretaba ambos puños, su sonrojo era muy notorio.

-De hecho, no es tan mala idea- exclamó el sapo, abrazando por detrás al bufón morado.

-Excepto nuestro cuarto, o mejor dicho el de Bittergiggle...¡es lo mismo, puta madre!- alzó los brazos y comenzó a caminar en dirección a la estación del tren, siendo seguido por el sapo y Bitter. -...¿Qué quieren?

-Seguirte- respondió inmediatamente el sheriff, los tres se subieron al "tren" y presionaron el botón que se dirigía hacia el sector de alimentos.

♥︎- ¡Demonios! Se volvió a romper mi hoja, pero el sheriff esta ocupado, pu...¿cómo se decía esa palabra con p y a?
-Puta, su majestad
♥︎- ¡Oh, gracias!...Espera un momento, ¿quién dijo eso?

En la habitación de ambos bufones, el de color verde se encontraba haciéndole pequeñas trensitas al esponjado pelaje de Bitter, este solo estaba sentado en el piso con las piernas cruzadas mientras tarareaba una canción. Esa escena se le hacia demasiado linda al sapo, pues desde que se habían separado, nunca los vio convivir tan tranquilamente.

Eran exactamente las 7:46 pm, los tres idiotas estaban jugando verdad o reto, era estúpido, pero cualquier cosa era mejor que estar peleando.

-Giggle, ¿verdad o reto?- preguntó el sapo, viendo al bufón de verde, pues se había quedado pensado.

-Je, cualquier cosa que me digas la podré cumplir, no tengo miedo de nada, elijo reto- exclamó, posicionando su mano sobre su pecho, Toadster no evito el soltar una risa. -¿Qué?

-Ahora ya se de donde provenía el orgullo de Bittergiggle.- desvío la mirada por un par de sgeundos, reflejando algo de tristeza en su mirada, para después devolverla hacia Giggle- Bien, te reto a darme un abrazo.

-...Bromeas, ¿verdad?- comenzó a tener un pequeño tic en el ojo y sus piernas temblaron levemente.

-Aww, ¿A donde se fue toda tu valentía y orgullo, Giggle?- se empezó a reír demasiado fuerte el lado morado, aunque claro, la sonrisa en su rostro parecía más bien una mueca.

-De todo lo que me pudiste haber retado, ¡¿y elijes un abrazo de mi parte?!- retrocedió levemente.

-Bueno, bueno, pero tampoco estamos hablando del fin del mundo- al terminar de decir eso, extendió ambos brazos. -adelante, ya no hay marcha atrás.

El bufón de color verde soltó un largo suspiro, se acerco hacia donde estaba el sapo y solo le dio una palmada en el hombro, Toadster negó con la cabeza y enredó sus brazos en la cintura de Giggle, quien se ruborizó completamente por el tacto, aunque al mismo tiempo se quería separar de ese abrazo.

-Hasta el momento, solo sabemos que bajó hasta el piso cuatro, Stinger.
-Carajo, tendremos que ir hasta haya abajo. Lo haremos el sábado durante la noche, los científicos no deben enterarse de su escape.
-Pero hay que tener cuidado, en ese piso están el sheriff, la reina y ese bufón.
-Y caso del bufón es exactamente lo que necesitamos para atraparlo, no te prometo que ese chiste andante viva después de eso.
-¡Pero Banban te mataría si le pasara algo a el!
-¡¿Crees qué me importe, Leena?! ¡Es una vida o todos! Además, ese bicolor es solo uno más de los experimentos desechados, no afectara a nadie más.
-De acuerdo, te veré hasta el sábado...creo.

Suspenso, alguien duermame.

「El sapo y el bufón」Un reino, dos idiotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora