♣︎ 5 ★

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En alguna parte de la "guardería", dos idiotas estaban en la habitación del bufón, la cual no era muy grande que digamos y tampoco estaba ordenada, habían títeres tirados por todos los rincones, hojas de papel completamente en blanco o ya utilizadas, los dos únicos muebles de ahí eran un closet con cajones y una mesita de noche, la cual tenía lo que parecía ser una bebida alcohólica, sepa Dios de donde el bicolor sacó eso.

El sheriff Toadster trataba de buscar algo rescatable en ese lugar llamado "habitación", que más bien parecía ser un chiquero. Por curiosidad levantó una de las hojas que estaban por ahí, notando que se trataba de un poema con un pequeño dibujo que ilustraba a un sapo...o una rana, no estaba del todo seguro. Repentinamente, el papel fue arrebatado de sus manos por el bufón, más específicamente, el lado verde fue quien se lo quito.

-Wow, calmate, Bittergiggle, ni que hubiera hecho algo tan malo- hablo el sapo.

-¡Pero claro que lo hiciste, estabas agarrando mis cosas sin mi consentimiento!- para disimular, abrazo la hoja que le había quitado.

-De acuerdo, de acuerdo, discúlpame por haber hecho eso...supongo- rodó los ojos. -¿Y de que trata el poema?- exclamó con curiosidad, mientras veía el papel, el cual era arrugado por el fuerte agarre del bufón hacia este.

El lado de color verde frunció el ceño, sin darse cuenta de que estaban perdiendo el control del cuerpo. Hablando de la mitad de color morado, esta tenia su mejilla teñida de un verde intenso, desviando la mirada hacia el piso.

-...¿De nuevo?- el sapo, de manera inesperada para el bufón, agarro su rostro y lo acerco al suyo, cortando casi por completo el espacio personal de ambos. -Eso es muy extraño, y curioso- exclamó mientras admiraba el rostro de Bittergiggle.

Bitter estaba casi muriéndose por la cercanía, estaba sudando y sacando humo. La reacción de Giggle era casi la misma, con la única diferencia de que veía con ira al sapo.

-Sueltano...¡Sueltame!- corrigió rápidamente, para posteriormente, empujar al sheriff, logrando absolutamente nada con eso, pues el contrario seguía con sus manos aferradas al rostro del bufón. -"¡Bitter, ayúdame!"

-Por favor- tartamudeo el lado morado. Esas cortas pero significativas palabras, lograron que el sheriff soltara el rostro del bicolor, viéndolo con sorpresa y algo extrañado. -Gracias, Toady- al darse cuenta de lo que dijo, rápidamente tapo su boca y comenzó a temblar un poco.

Bitter sacudió de manera muy brusca la cabeza, logrando volver a la normalidad. Bittergiggle se quedó viendo el suelo.

-¿Acaso me pediste algo...por favor?- preguntó el sheriff.

-¡Ehh, jaja! Es que supuse que si te lo pedía de esa manera, lograría alejarte de mi espacio personal- respondió de manera nerviosa. -¡Y ese "Gracias" fue para confundirte más!- agregó para finalizar.

Pasaron varios segundos, el sheriff no dijo absolutamente nada durante ese periodo de tiempo, poniendo mucho más nervioso al bufón, sentía que ambos estaban apunto de perder el control del cuerpo.

-Tendrás que explicarme más del como funciona tu cuerpo- finalmente había dicho algo, pero no era lo que realmente esperaba el bicolor que dijera.

-Pues eso...no es asunto tuyo, y por supuesto que no te diré nada sobre mi- se cruzo de brazos.

-Oh, vamos, aunque sea un poquito- dijo de manera algo infantil el sapo, aferrándose a la pierna del bufón.

-¡Hey, sueltame!- exclamó mientras trataba de sacudir la pierna para quitarse al sapo de ensima.

♣︎- Carajo, y luego yo soy el infantil.
★- Cierra la boca, puedo quedarme aquí por el resto del día.

Ya eran las 2 am, el bufón se encontraba acostado en el suelo, con los ojos cerrados, parecía que dormía, a pesar de no tener la necesidad de hacerlo. El ambiente era relajado, hasta que sintió como su cabeza era agarrada con una mano, mientras que otra recorría la línea que dividía su rostro, estos movimientos hicieron que abriera los ojos bruscamente, viendo directamente al responsable, quien le dedico una sonrisa nerviosa. Bittergiggle trato de tomarse las cosas con calma...tomo impulso, le dio una cachetada al sapo y soltó un grito super varonil.

-¿¡Pero qué diablos estabas haciendo?!- abrazó su cuerpo, observando al sapo, que se agarraba la mejilla debido al dolor.

Notó como el sapo se volteo, estaba apunto de lanzarse contra el bufón para pelear, pero repentinamente se detuvo y se dio un leve golpe en la cara.

-Yo...en verdad perdóname, fue un impulso- exclamó, aun agarrándose la mejilla, las dos mejillas del sheriff se pusieron de un rojo vino, y no por la cachetada, sino de la vergüenza, o eso quería pensar el bufón. -Quizás no me perdones, pero al menos espero que no mal entiendas lo que acaba de pasar, ¿de acuerdo?- desvío la mirada al suelo.

El bicolor suspiró, se levantó del suelo y se puso enfrente del sapo. El contrario volteo a verlo, la diferencia de tamaño no era tanta, pero tenia que levantar la cabeza levemente para poder observarlo. Exactamente, la diferencia era de 8 centímetros.

-Probablemente vaya a sonar raro viniendo de mi parte, pero esta bien...te perdono- infló levemente las mejillas antes de seguir hablando -¡pero que eso quede solo entre nosotros dos! ¡Y que no se vuelva a repetir algo parecido!- estaba sudando un líquido verde azulado.

-Obvio que solo quedara entre los dos, no hay nadie más que lo pueda saber, aparte de la reina- respondió un poco más calmado.

-Bueno, es verdad, pero prometemelo- trato de quitarse el "sudor".

-Si, si, lo prometo- poso una de sus manos en su pecho y la otra mano estaba extendida, en señal de promesa.

-Genial...Gracias- tartamudeo.

¿Y qué fue lo que hicieron después? Pues nada, simplemente se quedaron ahí jugando con los títeres que tenía el bicolor, también jugaron a las apuestas o algo así, ¿y cómo no? Se estuvieron peleando por cualquier mínima cosa que hiciera el contrario, sin problemas, es para reforzar la amistad.

★- Perdiste, tienes que dejar que te de una nalgada.
♣︎- ¡Hey, nunca acordamos eso!
★- ¡No trates de evitarlo, si tu fuiste el de la idea!
♣︎- ¡Nunca vas a atraparme!

Lo que el retrasado no sabía, es que el sheriff contaba con su amigo el mecate, o cuerda, como quiera decirle.

Joder, esto va de mal en peor. Espero que se hayan dado cuenta desde un principio que esta historia no es muy seria que digamos. En fin, gracias por el apoyo que a recibido esto, nunca espere que fuera tanto.

¿Quieren hacer preguntas y retos? Adelante.

「El sapo y el bufón」Un reino, dos idiotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora