El quinto ano de Raquel en Hogwarts no se parece en nada a los años anteriores. Con Voldemort ya retornado y sus mortifagos tras Harry, Raquel tendrá que arriesgar muchas cosas por él.
A todo esto se le incluye la nueva Profesora de DCAO.
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La mañana del juicio de Harry, Raquel se levantó pronto para poder despedirse del chico, ya que le habían dejado claro que no le podía acompañar.
—¡Harry esperame! —exclamó la chica que bajaba corriendo por las escaleras, fue una verdadera suerte que el cuadro de la madre de Sirius no se despertara.
La pelirroja se había quedado algo dormida y Harry y el señor Weasley ya estaban a punto de irse, se le había olvidado que su madre ya no hacía el café con una cafetera tan ruidosa como en casa, y por eso mismo no se despertó.
—Justo a tiempo, tu padre y yo ya nos ibamo...
Raquel no lo dejó terminar ya que se lanzó a darle un beso.
—Para que te de suerte —le dijo la ojigris sonriendo —¿Estás muy asustado?
—Antes un poco, pero ahora nada —sonrió Harry
—Harry tenemos que irnos —le dijo Arthur haciéndole un gesto para marcharse.
Los dos chicos se despidieron, para que luego el chico empujara a Raquel hacia la puerta.
—Lo vas a lograr, ¡te quiero! —exclamó la chica mientras Harry salía.
Raquel se sentó en la mesa del comedor sobandose los ojos del cansancio y esperando a que su madre le sirviera una taza de café.
—Raquel, ¿Por qué no te vas a la cama? es muy temprano —le preguntó Remus al ver como bostezaba.
Raquel sonrió levantándose de la mesa.
—Eso voy a hacer, gracias por la idea Lupin.
Remus rió al ver como la chica subía por las escaleras, se comportaba tan raro cuando estaba muy cansada.
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—¡Lo sabía! —chilló Ron, dando un puñetazo al aire. —¡Siempre te sales con la tuya!
Harry acababa de llegar del juicio. Raquel le había preparado una carta de felicitación por si lo ganaba (que al chico le había encantado), y también tenía una estrategia pensada para colarlo en el colegio si lo perdía, pero parecía que esto segundo no sería necesario.
—¡Si Harry esto es genial! —exclamó la pelirroja —¡Lo sabía! No te ibas a librar de mi tan fácilmente.
—Estaban obligados a retirar los cargos —dijo Hermione que ahora suspendía una mano temblorosa frente a sus ojos, —no había ningún caso contra ti, absolutamente ninguno.
—Es verdad, solo por utilizar magia para defenderte no tendría que haber hecho falta siquiera un juicio —dijo Luz.
—Todo el mundo parece bastante aliviado, sin embargo, considerando que todos sabían que saldría de esta... —dijo Harry, sonriendo.
