El quinto ano de Raquel en Hogwarts no se parece en nada a los años anteriores. Con Voldemort ya retornado y sus mortifagos tras Harry, Raquel tendrá que arriesgar muchas cosas por él.
A todo esto se le incluye la nueva Profesora de DCAO.
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¿Qué te han expulsado? —preguntó Raquel incrédula con un tono más alto de lo habitual, no podía creérselo.
—Así es, a mi y a tus hermanos —dijo Harry con un tono de voz algo furioso.
Harry había vuelto del despacho de Mcgonagall después de la pelea con Draco y aunque ella iba a ponerles un simple castigo, por culpa de la profesora Umbridge los tres chicos habían quedado suspendidos del equipo de Quidditch de Gryffindor, uno de ellos ni siquiera había entrado en la pelea.
—Esa... ¡Por Godric la odio! —exclamó Raquel bastante enfadada.
—Es tan injusto —comentó Alicia —Quiero decir ¿Qué pasó con Crabbe y la bludger que golpeó después de que había sonado el silbato? ¿También tiene castigo?
—No —contestó Ginny con voz apenada—Solo le pusieron líneas, escuché a Montague burlándose de eso en la cena.
Harry miraba tristemente hacia la oscura ventana, al darse cuenta de esto la pelirroja abrazó el brazo de su novio apoyando después la cabeza en su hombro tratando de reconfortarlo. La nieve estaba cayendo. La Snitch que Harry había atrapado ahora estaba volando alrededor de la Sala Común; la gente la observaba como hipnotizados, y Crookshanks y Salem saltaban de silla en silla, tratando de atraparla.
Después de un rato, solo quedaron Harry, Raquel y Hermione al lado del fuego.
—¿Habéis visto a Ron? —preguntó Hermione en voz baja.
Los otros dos Gryffindor negaron con la cabeza.
—Creo que nos está evitando —dijo Hermione —¿Dónde crees que él...?
Pero en ese preciso momento hubo un crujido detrás de ellos mientras la Dama Gorda se movía hacia adelante y Ron entró por el agujero del retrato. Estaba muy pálido y tenía nieve en el cabello. Cuando vio a su hermana, a Harry y a Hermione, se detuvo en seco.
—¡Ronnie! —exclamó Raquel levantándose del asiento y acercándose a él.
—¿Dónde has estado? —preguntó Hermione preocupada, poniéndose también de pie.
—Caminando —contestó Ron entre dientes. Aun llevaba puesto el uniforme de Quidditch,
—Estás congelado —agregó Hermione —¡Ven a sentarte!
Ron caminó hacia un lado del fuego y se sentó en la silla más alejada de la de Harry, sin mirarlo a la cara. Raquel se sentó a su lado rodeándolo con una manta que se encontraba en el mismo sofá de la sala común.
