SEGUNDA NOCHE

1.7K 101 4
                                    

Tom Kaulitz

—Sobre...— me quede pensando, mierda que diria—Que te pedí que seas mi novia, si, eso— dije un poco nervioso.

—¿Por que me lo tomaría mal? El sabe que te amo— dijo con una sonrisa a lo último.

—No se. Y yo también te amo— dije tratando de cambiar el tema.

Me acerque a ella que estaba sentada en la cama y la empuje de los hombros haciendo que se caiga en ella.

—¿Que quieres hacer trenzas?— dijo con una sonrisa coqueta.

—De todo— dije sonriendo de lado.

No deje que respondiera y me lanze a ella para besarla. Brusco y con deseo, ese era nuestro beso.

Tocaba cada parte de ella que me encanta, en palabras cortas, todo. Sentí sus manos debajo de mi camisa acariciando mi abdomen, eso me prendio más de lo que ya estaba.

Mi amigo se despertó.

Coloque mis rodillas en la cama para acomodarme bien entre las piernas de ella, sentía que la falta de aire se hacía presente y nos tuvimos que separar.

—Que linda vista— dije con la respiración acelerada.

La bese de nuevo pero esta vez quitándole la molesta falda que traia dejándola en bragas. Seguí por su camisa que de un tirón se la saqué.

—Idiota— dijo ella entre el beso.

Comencé a bajar mis besos por su mandíbula, luego su cuello dejando chupetones allí.

—Tom... mañana tengo que hacer un desfile... no dejes marcas— dijo entre jadeos.

—Todos sabrán que eres mía, mejor para mi— dije bajando ahora mis besos a sus pechos.

Gruñi al ver el molesto sostén que me interrumpía mi momento, lo saque rápidamente tirandolo por algun lado y seguí en lo mío.

Bese, lami y chupe uno de sus pechos dejando marcas allí también. Mi amiguito de abajo comenzaba a doler de tanto que me ponía estar asi con ella.

Seguí con el otro pecho y sentí unas manos bajar de mis abdominales al cierre de mis pantalones liberando el gran problema que tenía.

Ella bajo por completo mi pantalon con ayuda de sus piernas, siguio con mi camisa tratando de quitarla, pero estaba muy entretenido chupando lo mio.

—Tom— gimió.

Me separe un poco para que ella pudiera quitar mi camiseta, y eso hizo.

Deje sus pechos ya bastantes marcados por chupetones y mordidas. Mi mano que estaba acariciando su muslo subió un poco encontrándome con la molesta braga que todavía seguía en ella, pase mis dedos arriba de esta sintiendo cuanta humedad tenía.

—Tom... más, s-solo hazlo y-ya— gimió.

Corrí su ropa interior a un lado permientiendo el pase de mis dedos en su zona, con mi dedo empece a masajear su clitoris haciendo que ella gimiera más y más. Me encantaba tenerla así.

Meti un dedo en ella provocando un grito de placer, la embesti aún masajeando su clitoris.

—O-otro— jadeo cerrando sus ojos con fuerza.

—Lo que pidas muñeca— dije.

Metí otro dedo en ella, solto otro gemido y yo metí el tercero.

—Si así... Tom sigue... por favor ah!— gimió agarrando de mis hombros.

3 Noches - Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora