Capitulo 25

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T/n había recibido un mensaje inusual a través de un intermediario. Jhin quería verla nuevamente, pero esta vez el punto de encuentro era un lugar inusual y un tanto siniestro: un antiguo teatro abandonado en el corazón de la ciudad. Era un lugar donde el arte y el terror se entrelazaban, y T/n sabía que tenía que estar preparada para cualquier cosa.

Después de su apasionada danza del tango con Jhin y la cita en la que se había hecho pasar por "Bárbara", T/n estaba decidida a mantener su fachada intacta. La experiencia le había enseñado que Jhin era un hombre de gustos refinados y apreciaba el arte en todas sus formas, incluso el arte de la actuación.

En su nuevo hogar, T/n se paró frente al espejo y comenzó a practicar sus poses y gestos refinados. Había estudiado películas clásicas y obras de teatro para perfeccionar su actuación. Sabía que debía parecer una dama elegante y sofisticada, alguien que compartiera la pasión de Jhin por la belleza y el caos.

Mientras se miraba en el espejo, trató de controlar el pánico que sentía en su interior. Sabía que estaba jugando un peligroso juego con un asesino tan talentoso como Jhin. Pero también sabía que esta era su mejor oportunidad para descubrir más sobre él y sus planes. Había una mezcla de emoción y temor en su corazón, pero T/n estaba decidida a seguir adelante.

Finalmente, cuando se sintió segura en su actuación, se vistió con un vestido elegante y se dirigió al antiguo teatro. El lugar estaba oscuro y silencioso cuando llegó, y la atmósfera era inquietante. Pero T/n mantuvo su compostura y esperó, lista para encontrarse con Jhin y descubrir qué nuevo juego tenía preparado para ella.

El teatro abandonado era un lugar adecuado para un encuentro con alguien tan obsesionado con el arte y el caos como Jhin. T/n se preguntó qué tipo de conversación tendrían esta vez y qué revelaciones podría obtener sobre sus planes. Pero una cosa estaba clara: estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío para proteger a quienes amaba y detener a Jhin de una vez por todas.

Jhin, el asesino de la máscara, estaba sentado en un piano en medio de la oscuridad del teatro abandonado. Comenzó a tocar una melodía romántica con una habilidad sorprendente. A pesar de su naturaleza siniestra, no se podía negar que Jhin era un maestro del arte en todas sus formas.

T/n se acercó lentamente al piano y se sentó en la tapa, mirando a Jhin con una mirada sensual mientras este continuaba tocando. Era una escena extrañamente hermosa y peligrosa, una danza de dos almas perdidas en un mundo de oscuridad y arte retorcido.

Cuando la melodía llegó a su fin, Jhin se dirigió a ella con un tono formal y coqueto.

- Bárbara, debo admitir que me resultas intrigante. Tienes una pasión por el arte que es cautivadora. Pero me pregunto, ¿qué es lo que realmente te gusta? ¿Cuál es tu verdadera pasión en la vida?

T/n, manteniendo su fachada como "Bárbara", sonrió con picardía y respondió de manera enigmática.

- Mi querido Jhin, la vida está llena de secretos y placeres ocultos. No todos pueden comprender mis verdaderos deseos. Pero tal vez, si sigues tocando esa melodía tan cautivadora, te revele algunos de mis secretos.

La conversación continuó en un tono formal pero coqueto, cada palabra que intercambiaban cargada de doble sentido. Jhin, obsesionado con el arte y la belleza, parecía estar cada vez más intrigado por la misteriosa "Bárbara".

Finalmente, Jhin hizo una invitación inesperada.

- Bárbara, me gustaría que me visitaras en mi hogar. Tengo una colección de arte que podría interesarte. ¿Qué dices?

T/n, manteniendo su fachada a la perfección, aceptó la invitación con una sonrisa.

- Sería un placer, mi querido Jhin. Espero con ansias conocer más de tu mundo y tus secretos.

Al rato la noche estaba por terminar y la conversación entre T/n, bajo su identidad como "Bárbara", y Jhin continuaba en el oscuro teatro abandonado. Jhin, el asesino artístico, parecía cada vez más intrigado por la misteriosa mujer frente a él. Tras una conversación llena de doble sentido y una invitación inesperada, Jhin pronunció sus palabras con una elegancia ensayada.

- Bárbara, permitame prepararle la mejor cena mañana. Será una cena digna de tu refinado gusto por el arte. Te garantizo que será una experiencia inolvidable.

T/n, manteniendo su papel a la perfección, aceptó con anticipación.

- Sería un honor, mi querido Jhin. Espero ansiosamente disfrutar de tu compañía y tu culinaria exquisita.

Con esa promesa, la velada llegó a su fin, y T/n se retiró de la presencia de Jhin, aún manteniendo su fachada intacta. Regresó a su hogar, un lugar donde vivía sola, y mientras se preparaba para descansar, no pudo evitar pensar en la extraña dualidad de su vida. Por un lado, estaba envuelta en un mundo oscuro y peligroso, tratando de engatusar a un asesino despiadado. Por otro lado, estaba sumida en un profundo recuerdo de Kayn, quien había sido su amor y su esperanza.

Esa noche, T/n tuvo un sueño extraño, uno que la llenó de lágrimas al despertar. Era el mismo sueño que Kayn había experimentado antes. Se encontraba en una habitación oscura y fría, sintiendo la desesperación y la pérdida. Al despertar, las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras buscaba consuelo.

Fue entonces cuando sus ojos se posaron en los narcisos que Kayn le había regalado hace tiempo. Sin embargo, estos ya no eran las hermosas flores que una vez fueron. Se habían marchitado y muerto, sus pétalos caídos en desorden. T/n se sintió abrumada por una sensación de pérdida, como si esas flores fueran un reflejo de sus propias ilusiones marchitas.

Aunque estaba comprometida con su misión de acercarse a Jhin, no podía evitar recordar lo que había perdido en el proceso. Los momentos con Kayn, sus sueños de una vida juntos, todo parecía estar desmoronándose como esas flores marchitas en sus manos.

Kayn y Tú "Supremacía"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora