Retorno

481 22 0
                                    

Luego de cortar la llamada anunciaron la llegada de Ángelo y Gabriela, y apenas Ángelo y Massimo se vieron comenzaron las recriminaciones por no haber evitado esto. Se culparon mutuamente hasta el cansancio y luego de eso la relación se normalizó. Por el otro lado Olga de inmediato hizo una buena relación con Gabriela.

Olga los invitó a almorzar, pero ni Massimo ni Ángelo estaban de ánimos para sentarse a comer y quisieron continuar con la investigación para ver si obtenían algo de información.

Casi al anochecer, cuando todos estaban desanimados seguridad informó a Massimo de un automóvil desconocido que estaba solicitando entrar, al escuchar esto a todos les volvió a latir el corazón y salieron corriendo a su encuentro. 

El primero en bajar del automóvil fue un hombre desconocido, era alto y delgado, a simple vista un debilucho que no tenía aspecto de estar asociado a la mafia. Jamás habían visto a ese hombre, por lo que seguridad lo rodeó de inmediato a espera de la señal. ¿Qué hacían aquí? ¿Cuáles eran sus intenciones?¿Querían un intercambio? ¿Tenían a Alessandra? Todas esas preguntas rondaban la mente de Massimo.

Luego del primer hombre, desde del asiento trasero bajó otro hombre también desconocido, éste si tenía un aspecto mas rudo, era un poco mas bajo que el otro, pero musculoso. Estaba salpicado en sangre, con varias armas atadas al cuerpo y señales de haber luchado. Ambos colocaron sus manos en alto en símbolo de paz y la tensión era máxima. El segundo tipo se movió y rodeó el auto, desde la puerta de pasajeros saco en sus brazos a Alessandra quien estaba inconsciente. 

¡Alessandra estaba muerta! fue lo primero que se le vino a la mente al verla inconsciente. Y eso lo mató a él también.

- Tranquilos, Alessandra se quedó dormida, está cansada. Se encuentra bien, solo tiene algunas heridas menores... Y nosotros trabajamos para ella. 

Massimo no fue consiente de que su cuerpo se movía hacia ellos, pero les quitó a Alessandra y la tomó en sus brazos. Ella sintió el cambio y entreabrió los ojos, lo miro, sonrió y volvió a cerrar sus ojos, acunándose en su pecho. 

- Estoy bien, solo tengo sueño. Anoche fue una noche agitada y no he dormido nada -le dijo con los ojos cerrados-.

Tenerla viva y acurrucada en sus brazos le quitó toda la tensión, el miedo y la ira. Quería acostarse con ella y observarla mientras dormía, pero Ángelo le ordenó que la llevara a su dormitorio para examinarla. No se pudo negar, Ángelo era médico y él también estaba de acuerdo en que la examinara. 

Olga y Gabriela lo siguieron, ésta ultima habló

- Yo la examino Ángelo, tu baja a averiguar quienes son y que sucedió. 

Olga puedes traer la maleta gris que está en nuestro dormitorio, traje todo lo necesario para esto.

- ¿En serio? -le respondió Olga que aún no salía del shock-.

- Somos Campodónico -le respondió Ángelo-, estamos preparados para todo. Incluso en el avión tenemos unidades de sangre en caso de ser necesario.

Bajemos -Dijo mirando a Massimo-, estará bien, Gabriela también es médico. Incluso mejor que yo -agrego riendo-.

- Muévete Olga -ladró Massimo-.

- Avísame si necesitas algo -se dirigió Ángelo a Gabriela-.

- Claro que estaré bien -le respondió colocando los ojos en blanco-, no tienes que preocuparte, también es mi hermana.

Ángelo la besó en la frente y bajó.

Cuando llegaron a la sala los dos tipos estaban sentados juntos y lucían nerviosos. ¿De donde los había sacado Alessandra? Eran cualquier cosa menos criminales.

El primero en bajar del automóvil comenzó a hablar aclarando la situación.

- Hola yo soy George y él es Jack. Somos amigos de Alessandra desde la universidad.

El silencio reinaba en la sala, por lo prosiguieron.

Alessandra formó su propia mafia en Londres y nosotros pasamos a trabajar para ella. Pero seguimos siendo amigos.

Se sorprendieron, pero a nadie le extrañó esta declaración, después de todo era Alessandra. Además eso explicaba por qué era tan buena recabando información. 

George continuó la historia.

- Hace bastantes años, todos nosotros jugábamos en línea. El juego se trataba de formar reinos, saquear y destruir los de los demás jugadores. Éramos enemigos hasta que un reino de otra alianza nos atacó a todos, desde entonces formamos nuestra propia alianza y nos dedicamos a destruir a los otros. Ese fue el comienzo de nuestra mafia.

- Nunca lo había pensado así, pero tienes razón -intervino y rió Jack-.

- Cuando nos quisimos coordinar en nuestros ataques  como alianza nos dimos cuenta que todos teníamos la misma zona horaria y también sucedió que en otra ocasión coincidió que ninguno de nosotros se pudo conectar por un apagón de energía. Eso nos hizo sospechar que vivíamos en la misma ciudad, cada uno investigó a los otros y descubrimos que todos resultamos ser de Londres. 

Un día nos quisimos conocer y  nos juntamos en un bar, no nos sorprendió conocernos, todos somos mas o menos parecidos, los típicos Nerds, pero ninguno de nosotros podía creer que "Oscura" que era el alias de Alessandra, fuera una mujer como ella. Estábamos nerviosos por que nuestra experiencia con mujeres era cero, pero resultó que congeniamos con ella y nos hicimos buenos amigos. No fue difícil darnos cuenta que ella no era normal, no cuadraba.

Barney, que es de nuestro quipo, es un hacker de otro mundo, la investigó para averiguar que ocultaba y como es realmente bueno descubrió a Alessandra Campodónico.

- Todos nos queríamos morir -intervino Jack-, pensamos que la mafia Italiana nos tenía en la mira.   

- Y como nadie puede engañar a Alessandra, ella notó de inmediato nuestro cambio -continuó George- y nos reveló su verdad. 

Todos concluimos que como éramos aliados en el juego, lo seríamos en la vida real. Ayudaríamos a protegerla de Valeria o cualquier otro. Desde entonces trabajamos juntos y seguimos sus instrucciones. 

Alessandra compró un departamento que mantenemos como base de operaciones y creamos una cuenta con un millonario monto que aportó Alessandra para realizar nuestras misiones.

- Y como sabemos que está loca -continuó Jack-, desde que supimos que se instaló aquí nos hemos turnado y rondamos Italia en caso de necesite ayuda. Además nadie sospecha de los nerds - agregó riendo-.

 - Cuando Alessandra contactó a Barney en busca de información del paradero de los Napoli nos pusimos en acción de inmediato y nos encontramos con ella en Nápoles -continuó George-.

Mantenemos un listado de sus enemigos y sus archienemigos. Como archienemigos es obvio que tenemos Valeria, su hijo y su esposo a los que monitoreamos a diario. Y en la lista de enemigos tenemos todas las enemistades que ha generado el mal genio de Alessandra, donde los últimos en ingresar fueron los Napoli. 

Como fueron sus primeros enemigos en Italia nos hemos enfocado en ellos y los mantuvimos vigilados todo este tiempo. Por eso cuando Alessandra solicitó información ya sabíamos donde se encontraban y nos acercamos al lugar.

- No pudimos prever el ataque -intervino Jack-, ya que lo coordinó algún hombre que trabajaba para los Ricci acá en Sicilia. 

Nos hemos quedado cerca de Nápoles ya que teníamos fe en que les sería difícil capturar a Alessandra aquí en Sicilia, y si lo lograban probablemente la llevarían allá o donde se movieran los Napoli, a los que seguiríamos si se movían.

- ¿Se encuentran bien?¿Sufrieron alguna lesión?.

Les consulto Ángelo, quién no pudo evitar simpatía con ellos, habían salvado a su prima.

- Jack tiene una bala incrustada en la pierna -respondió George-.

Massimo se asustó, Jack se veía bien, y no se notaba la herida ¿Qué herida oculta podía tener Alessandra? 


365 días juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora