Conversemos - POV Alessandra

121 12 1
                                    

Muy pocas veces en la vida me habían sucedido cosas inesperadas que me dejaran en blanco. Mi vida me ha hecho estar preparada para todo, trabajo para saber todos los escenarios posibles a los que me pueda enfrentar, e incluso si no lo sé tengo el presentimiento de que algo va a suceder y me preparo para que no me sorprenda, sea lo que sea. En esta ocasión tenía el presentimiento de que algo iba a suceder, algo iba a salir mal, pero jamás me imagine esto. Revisé la lista de invitados varias veces, vigilé los movimientos de Valeria y sus secuaces, y estoy segura que Massimo y Sebastián también estuvieron atentos... Entonces como diablos los tengo en frente. ¿Habrán asistido sin invitación?... Lo dudo, Nacho no es de esos, y no creo que se preste de voluntario para esta situación... aquí hay algo más y debo saberlo.

Estoy segura que como mínimo pasaron 10 segundos en que nadie se movió y mucho menos habló. Yo quede como estatua y fueron 10 segundos en los que olvidé respirar, me limitaba a observar esta alucinación.

Cuando pude reaccionar vi como Laura miró a Massimo y viceversa, y del shock pase a la furia. Furia por que me sorprendieran, furia por que están aquí sin invitación nuestra y furia por la mirada que había entre ellos. 

Esa mirada me perforó el pecho y volví a sentir el dolor de cuando te sacan el corazón... el dolor de perder todo lo bueno que tienes en esta vida.  Por lo menos las veces anteriores aunque mucho más dolorosas, fueron muertes y en el fondo sabía que era un dolor normal por un hecho que estaba fuera de mis manos y del que no había remedio. Pero esto no es nada de eso, es un dolor que pude evitar, una situación en la que me entregué voluntariamente y no podré olvidar mientras vivan.

Laura lo miró con miedo, luego paso a la repugnancia y finalmente placer y superioridad. La mirada de Massimo fue lujuriosa y rápidamente pasó a remordimiento y tristeza. Claramente a ella le subió el ego. La mirada de él dejaba en evidencia que aún no la había superado y ella se dio cuenta.

Me esforcé por apartar mi mirada y la dirigí a Nacho quién igualmente estaba dolido y me miro pidiendo perdón y misericordia. Conocía esa mirada, quería hablar conmigo a pesar de hacerme pasar esta situación. 

¿Qué podía hacer? No quería hacer una escena, mi dignidad es superior a todo esto. 

Me esforcé en demostrar que nada de esto me importaba y los saludé dándoles la bienvenida. Compartiríamos los 4 y demostraríamos al mundo que el pasado estaba superado y enterrado, aunque fuera una farsa. 

Luego de saludarlos, Olga se lanzó en medio de gritos sobre Laura, para saludar a su mejor amiga. Debo asumir que me dolió que hasta en eso ella tuviera la ventaja, pero se que son mejores amigas y yo llegué después. 

Doménico se acercó a Massimo, un Massimo que no sabía como recomponerse a esto. Doménico se veía preocupado y se lo llevó a un lado para poder conversar. 

Mirando que hacer a continuación sentí que Nacho tomaba mi mano y la apretó, intentado hacerme recordar la complicidad que existió entre nosotros.

-¿Qué haces aquí Nacho?... Déjame adivinar... Te expones a una situación peligrosa e incómoda, expones a tu esposa frente a sus traumas y apuesto mi vida que es para advertirme sobre Massimo y darme consejos de vida... ¿Me equivoco? -Lo miré desafiante y cabreada-.

Nacho me miró y sonrió con ternura. Lo detesté, no soporté que me mirara como a una niña, con preocupación y sobreprotección.

- Parece que aún me conoces.

-Difícil olvidar a alguien tan insoportable

-¿Insoportable yo? -me respondió riendo-, escucha tu recibimiento. La irritable siempre has sido tu.

-Y tu el paciente e increíble príncipe con armadura, el que siempre me quiere proteger... ¿Le contaste a tu esposa sobre nosotros? 

Me miró incómodo.

-No tuve tiempo. Me llegó la invitación ayer y solo le conté que te conocía. Le dije que éramos viejos amigos y que necesitaba conversar y advertirte sobre Massimo.

-Sabes perfectamente que no necesito nada de eso. Sé todo lo que necesito saber y soy consiente donde estoy parada. Para lo único que no estaba preparada y al parecer tu tampoco, es a la mirada entre ellos. Parece que recordaron sus buenas noches de sexo... ¿Acaso no estas a la altura para complacerla?

Sentí placer al alterarlo, tampoco estaba preparado para eso. 

- ¿Y luego que Nacho? Les contaremos sobre nosotros a ese par, nos reiremos de nuestras historias cruzadas y luego nos vamos a hacer swinger.

Nacho rio a carcajadas y no pude evitar reír también de mi comentario. Nuestra risa atrajo las miradas de todos y nuestras queridas parejas se nos acercaron interrogantes... Me encanta esta situación.

- Al parecer Nacho no te contó toda la historia -le dije directamente a Laura-, la verdad es que fuimos novios y amigos durante bastantes años.

Por lo menos tuve un momento de placer al ver su cara desfigurada ante la sorpresa. Su mirada furiosa me demostró que no estaba contenta de que Nacho le ocultara esta parte de la historia. 

La mirada de Massimo fue peor, temblaba y en cualquier momento iba a explotar... A pesar de todo lo quería... lo quiero... y no quiero que pase por esta situación. Así que me acerqué a el y lo abracé. 

Lo siento, me olvidé de contarte esta historia. Sucedió hace muchos años, ambos éramos adolescentes... y han pasado muchos años, por lo que esta historia la tenía enterrada.

Lo cual era una absoluta mentira, pero me di el placer de disfrutar la mirada de desconcierto de todos. Nacho estaba dolido por que le restara importancia a lo nuestro y furioso por verme abrazada al monstruo que tenía en frente.

- No es por ser entrometida, pero esta claro que ustedes no son invitados gratos... ¿Se puede saber quién los invitó? -lo siento cariño pero es la verdad, le dijo Olga a Laura-.

- Nos invitó Valentino -respondió Nacho y con eso todo cuadró-.

- ¿Y tu aceptaste esa invitación de Valentino? Tu sabes perfectamente que pretendía con eso... Tu más que nadie sabe los detalles de mi relación con él. 

- Lo siento Alessandra, pero tenía que tomar la oportunidad para poder conversar contigo. No he podido encontrar un momento para acercarme a ti.

- Bueno, si quieres que conversemos podemos hacerlo ahora en privado, antes de tener que soportarnos toda la noche... creo que será bueno que conversemos los cuatro. Creo que hay verdades que debemos aclarar.


365 días juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora