Conversemos -POV Massimo-

154 13 2
                                    

A pesar de los miedos de Alessandra, esto estaba saliendo a la perfección. Pudimos compartir y reírnos un rato con sus primos y ahora estábamos saludando a los invitados oficialmente como una pareja. Llevo casi un año esperando esto y lo estaba disfrutando.

Alessandra era espectacular, se veía hermosa y delicada con su conjunto, pero actuaba como la mujer a cargo de la familia de mafiosos mas antigua de Italia que era. Era distante y segura... imponente. Te hacía sentir como que eres un afortunado por hacerla bajar del Olimpo para dignarte a recibir un poco de su tiempo. Y yo era el afortunado por poder robarme todo su tiempo.

Por primera vez yo no era el centro de atracción, si no que lo era mi pareja, y destacaba por razones muy distintas a las que destacaban las otras mujeres con las que e asistido a este tipo de cenas.

Me sentí orgulloso de ser su acompañante, y por fin disfruté de la envidia que generábamos. Las mujeres sabían que no tenían ninguna posibilidad ante mi compañera por lo que agradecí no tener que rechazar de una forma diplomática sus coqueteos. Y por fin podía disfrutar también de la envidia que me dirigían los hombres. No era la típica envidia por conseguir una modelo con la que me aseguraría un buen polvo... era la envidia de verme con una mujer perfecta y claramente inalcanzable. Lo que Alessandra se aseguraba de dejarlo claro con su indiferencia  hacia ellos.

Estaba disfrutando tanto que se podría decir que flotaba en una nube de algodón cuando vi la imagen que jamás me imaginé que volvería a ver. Caí de mi nube y me estrellé con fuerza contra el suelo. ¿No dicen que todo lo que cae tiene que bajar? Esto es un claro ejemplo.
Jamás se me pasó por la mente ver a Laura y Nacho en esta fiesta. Jamás se me hubiese imaginado tenerlos frente a mi saludándome.

No sabía que sentir, me paralicé y solo podía ver a Laura, que seguía tan hermosa como antes.
No pude evitar que se me vinieran a la mente los buenos momentos que vivimos juntos, lo que tuvimos y la familia que pudimos ser...
Mierda, no pude evitar recordar nuestras mejores noches... estos meses de abstinencia me están pasando la cuenta. Tenía frente a mi a la mujer que me había dado los mejores polvos de la vida y a pesar de todos estos años, aún recuerdo como era correrme en ella y mis manos recuerdan a la perfección como se sentía su cuerpo...
Pero su mirada de miedo me devolvió al presente y me recordó el monstruo que soy.

Cuando escuché a Alessandra hablar a Nacho pude reaccionar y recordar en donde y con quién estaba. Un arrepentimiento terrible tomó mi mente. Había pensado en Laura con Alessandra a mi lado y estaba seguro que ella lo había notado.

Doménico se me acercó claramente preocupado, aún desconfiaba de mis reacciones.

- Tranquilo Massimo -me dijo en un tono suave y de advertencia-.

- Lo tengo bajo control Doménico, ten un poco de fe en mi alguna ves -le contesté irritado-.

Mentí, me sentía como como un león enjaulado.

- No es eso Massimo... esto nos afectó a todos. Jamás me esperé verlos aquí y si yo estoy así me imagino como puedes estar tú.

- Estoy bien Doménico, ya pasó. No es nada del otro mundo.

- No le quites importancia.

- Y tú no le des demasiada.

- Massimo... A nadie le pasó por alto la mirada que le dirigiste a Laura y Alessandra no te lo va a perdonar. Así que si quieres tener alguna posibilidad contrólate y  aléjate de Laura... No permitas que te arruine nuevamente.

Una carcajada de Alessandra desvió mi atención. Estaba riendo junto a Nacho como si fueran viejos amigos. Pude ver que a Laura tampoco le hizo gracia por lo que nos acercamos a ver que sucedía.

- Al parecer Nacho no te contó toda la historia -le habló Alessandra directamente a Laura, cuando llegamos frente a ellos-... Resulta que fuimos novios y amigos durante bastantes años... Que pequeño es el mundo, ¿No crees?.

¡Que mierda! Por qué Nacho esta metido nuevamente en mi vida. Ahora me entero que también tuvo una relación con Alessandra... que tocó a mi Alessandra.
La rabia brotaba por mis poros, me temblaban las manos por querer partirle su estúpida cara de satisfacción con la que me miraba.

Alessandra se me acercó y me pasó un brazo por la espalda intentando calmarme ¿Que haría sin ella? Siempre estaba preocupada por hacerme una mejor persona. No podía decepcionarla, así que respiré hondo intentando calmarme.

- Lo siento Massimo, me olvidé de hablar de esta historia... Fue algo que sucedió hace tiempo, ambos éramos adolescentes y han pasado muchos años desde que terminó... es algo que ya estaba enterado -me dijo arrepentida-.

- Pero parece que para alguien aún no está enterrada -no pude evitar responder malhumorado-.

¿Olvidó contarme esta historia? Esto era realmente importante y Alessandra me lo ocultó.
¿Por qué en la investigación no descubrieron esto?
Y ni hablar de que se notaba que para Nacho esto era algo que no estaba enterrado.
Por lo menos disfruté su cara de de decepción al ver como Alessandra le restaba importancia.

Olga habló, y a pesar que me desagradaban sus intervenciones esta ves se lo agradecí, necesito tiempo para procesar esto.

- Está bien, está bien, creo que todos estamos impresionados por descubrir lo pequeño que es el mundo. Pero hay que continuar, todos nos observan, avancemos, tenemos toda la noche para conversar.

No es por ser entrometida, pero esta claro que ustedes no son invitados gratos... ¿Se puede saber quién los invitó?...Lo siento cariño pero es la verdad, -le dijo Olga apenada a Laura-.

- Nos invitó Valentino -respondió Nacho y con eso todo cuadró-.

Maldito Valentino, no vino, pero se hizo notar con algo peor. De verdad es una escoria que se debe eliminar. Nunca me puse en la situación, pero ahora soy testigo de como era la vida de Alessandra con ese patán acosándola ante cualquier oportunidad. Es increíble pensar que entre los Campodónico aún sigan activos tantos años de odio y venganza.
En el fondo no quería que Alessandra tuviera su venganza, mi miedo a perderla me hace egoísta, pero puedo ver que Alessandra nunca será feliz mientras ellos vivan. No podremos vivir en paz.

- ¿Y tu aceptaste esa invitación de Valentino?... Como pudiste Nacho... sabes perfectamente lo que pretendía con esto... Tu más que nadie conoces los detalles de mi relación con él.

El nombre de su medio hermano encendió la ira de Alessandra. Por lo menos podía ver la patética cara de tortura de Nacho... Realmente estaba afectado por hacer enojar a Alessandra ¿Aún siente algo por ella?

- Lo siento Alessandra, pero tenía que tomar la oportunidad para poder conversar contigo. No he podido acercarme a ti.

- Bueno Nacho, si quieres que conversemos podemos hacerlo ahora en privado.
Creo que será bueno que conversemos los cuatro... Hay verdades que debemos aclarar.

Esto esta tomando un giro que no me esperaba... Nada bueno va a salir de esto.

365 días juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora