Una bailarina se ve envuelta con un sexy mafioso llamado Park Jimin, pero su vida no será nada fácil ahora que tienes que ser la mujer de este hombre, pero ella terminará volviéndose adicta a este Gangster.
Una historia de mi completa autoría.
Conte...
Poco a poco hemos estado haciendo los preparativos de la boda, estoy emocionada, ya quiero casarme con Jimin, él y Lizzy son todo lo que necesito en mi vida.
Estoy algo estresada por qué quiero que todo salga perfecto, hoy por fin seré la señora Park y no puedo estar más felíz con eso.
Mis damas ya están listas y la maquilladora ya llegó, aún me están haciendo el peinado y siento que los nervios aumentan.
—Ya tu vestido está listo Kat —dice Tia quien llega con el vestido.
Ninguno de nuestros padres estarán presentes en la boda, en mi caso los míos fallecieron y los de Jimin pues también. Pero están nuestros amigos a quienes consideramos más cerca que una familia de sangre.
Cuando por fin terminaron conmigo, miré mi apariencia en el espejo y vi todo lo que pasé para poder estar aquí con Jimin. Me alegra haberlo conocido, jamás me voy a arrepentir de ello.
Me dieron la señal para salir y con los nervios en la boca salí, Jungkook me llevaba al altar, entre nosotros no quedo un odio hacia el otro, él está saliendo con Lee Jangsun y se ven muy felices.
Mi mirada se dirije a Jimin, se ve tan apuesto ahí arriba, su mirada está en mí y eso hace que me ponga nerviosa, él me sonríe y yo no puedo evitar devolverle la sonrisa, estoy 100% segura que estés el hombre con el que quiero pasar la vida.
Llego hasta donde está él y Jungkook me soltó mientras Jimin toma mi mano. Me colocó frente a él aún con las manos sujetas mientras comienza la ceremonia. Nunca dejamos de mirarnos, él me susurraba unos Te amo y yo solo podía reírme.
—Park Jimin, ¿acepta a esta mujer como su esposa, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?
—Acepto —me sonrió.
—Y tu Katherine Levob, ¿Aceptas a este hombre como tú esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?
—Acepto.
—Por el poder dado a mi, los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.
Jimin se acercó y colocó su mano en mi mejilla para luego unir nuestros labios. La sala estalló en aplausos, Jimin tomó mi mano y caminamos por el pasillo hasta salir directo a la sala de la recepción.
Al llegar a la recepción, Jimin y yo fuimos directo a la pista de baile, me sujetó de la cintura y yo rodeé su cuello con mis brazos y comenzamos a movernos con la música.
—Me has hecho en hombre más feliz de este mundo, no quiero otra cosa más que estar contigo hasta que seamos viejos.
—Yo también soy felíz, pensé que no lo sería a tu lado, que sería como estar con Lay otra vez, pero poco a poco te fuiste ganando mi corazón y cuando me di cuenta ya estaba enamorada de tí, dejarte fue lo más difícil que he hecho.
—Yo lamento haberte herido se esa manera, fui un imbécil y me deje llevar por la ira, pero ahora no pienso dejarte ir y prometo tratarte como mi reina y dejaré de ser un gánster.
—No quiero que lo hagas, ese eres tu, además que te ves sexy, solo te pido que no te expongas al peligro, ¿Si?
—Prometido amor —le dí un beso en los labios.
La fiesta estuvo fenomenal, fue muy divertido aparte que ambos bailamos con Lizzy en nuestros brazos.
Al terminar la fiesta Jimin y yo nos fuimos al auto que ya tenía nuestras cosas preparadas para la luna de miel, Lizzy se quedará con Jungkook.
Bajamos del auto hasta llegar a un aeropuerto privado que Jimin contrató para llevarlos a Hawaii.
Al llegar allá nos recibieron bailarines, Jimin reservó la suite para nosotros nada más. Apenas entré, quedé impactada por la habitación, Jimin me cargó estilo princesa y me dejó en la cama, yo sin poder dejar de reír.
—Voy a hacerla mía, señora Park —lamió sus labios.
—¿Y que espera señor Park?
Se subió en la cama gateando hasta quedar encima de mi para así besarme, un beso con deseo y pasión que me quitaba el aire, su lengua jugaba con la mía mientras sus manos recorrían mi cuerpo.
—Aaah~ Jimin.
Jimin bajó el cierre de mi vestido, este era uno corto que me había colocado en el avión. Al sacar completamente el vestido comenzó a besar mi piel dejando marcas a su paso
Rápidamente lo coloqué debajo de mi y me sentí a horcajadas encima de él, el beso deseoso continuaba mientras le quitaba la camisa y luego la chaqueta, ahora era yo la que besaba su cuello y fui bajando por su pecho dejando chupetones.
Su cabeza se echa para atrás mientras jadea, voy hasta el botón de su pantalón abriéndolo y dejando ver su bóxer, terminé de sacar su pantalón y tomé su bóxer bajandolo lentamente mientras los ojos de Jimin están clavados en los míos.
Al bajar su bóxer, su miembro duro y grueso es liberado, lamí mis labios y bajé mi cabeza para materlo en mi boca.
—Aaaah~ ugh~ —Jimin gime y luego gruñe.
Le di la mamada de su vida, sus gemidos eran música para mí, saber que puedo hacer que Jimin se sienta bien, me encanta.
Jimin folla como me imagino que follaria un dios, me hace sentir tanto placer, él sabe que hacer y dónde tocar para que el éxtasis del sexo sea el máximo. Estábamos en la cama después de haberlo hecho caso toda la noche, yo tenía mi cabeza en su pecho mientras en acaricia mi espalda.
—¿Te he dicho cuando te amo? —le dije subiendo mi rostro para así poder mirarlo.
—Si, pero me gusta cuando me lo recuerdas. Y sabes, yo también te amo, me alegra haberte conocido.
—¿No te arrepientes de casi dejar de hacer lo que te gusta por mi y por Lizzy?
—Jamas y pase lo que pase siempre seré tu sexy Gangster.
—Mi único, my hot gangsta.
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Hemos llegado al final de esta historia que escribí hace años pero se borró cuando me eliminaron mi cuenta principal y mis antiguos seguidores me la pidieron de vuelta.
Estaré subiendo mis antiguas historias poco a poco ya que eran muchas.