Casado desde muy joven, en un matrimonio de apariencias, Jeon escapa todos los viernes a los prostibulos, esperando recibir algo de "cariño", ese que no recibe en casa.
En la despedida de soltero de su amigo, es invitado a un prostibulo, pero este e...
Dany_Tete Gracias por leerme y seguirme.. Me agrada saber que te gustan mis historias
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Las personas presentes eufóricos gritaron, poniéndose de pie, ansiosos por aquel baile.
-¿Último baile? ¿Esto es lo que quiere Tae antes de casarse?- Dijo para sí mismo, bebiendo de su trago. -Eso no va a suceder, mientras yo pueda evitarlo-
Jungkook observó a su alrededor, analizando la mejor forma de acercarse a la tarima, varios guardaespaldas que parecían gorilas protegían el acceso a Dirty Boy.
HyungSik habló, llamando la atención del azabache. -Dirty Boy, irá a cambiarse para realizar el baile en tarima, mientras tanto haremos el sorteo-
Jungkook no sabía si correr a los camerinos o estar pendiente del sorteo. Sabía que iba a ser imposible acercarse a los camerinos, varios gorilas fueron a proteger a su esposo. Decidió quedarse en el sorteo, con toda la intención de obtener el ficho, robarlo si era necesario, en caso de que él no saliera ganador.
HyungSik se encontraba en la tarima, removiendo una caja de vidrio con pequeñas pelotas blancas con números. Jungkook tenía el número 13. La primera pelota salió, siendo el número 4. El azabache inmediatamente supo que alguien iba a recibir una paliza esa noche, era lo mínimo que él le iba a hacer para quitarle el ficho ganador.
Atentamente, mientras bebía su Whisky, observó el público, fijando su atención en el posible ganador.
Al finalizar, el número 44 fue el afortunado, un hombre joven al parecer de unos 20 años dio un brinco de alegría, los ojos azabaches lo observaron, tornándose un poco oscuros mientras se dirigía hacia él.
Era una presa fácil, sin guardaespaldas, sin nadie que impidiera que Jungkook lo moliera a golpes, como última opción, claro, inicialmente pensaba comprarle el ficho.
Jungkook pasó por el lado de sus amigos, siendo ignorado completamente, aquellos parecían estar disfrutando de la noche, no siendo conscientes de la presencia del azabache, o eso creía Jungkook.
Estaba a dos mesas del chico, quien estaba con un grupo de amigos de la misma edad.
Su mente estaba totalmente sumergida en las palabras que iba a utilizar para persuadir al ganador del baile privado.
Alguien lo detuvo, unas manos se posaron en su cintura suavemente, una voz se escuchó suave en su oído, casi en un susurró que solo él pudo escuchar. -¿Piensas comprar al chico?-
Esa voz era su esposo.
Jungkook se dio la vuelta, encontrando a su esposo sin máscara, luciendo un hermoso traje blanco, su cabello teñido de rubio, se veía precioso.
-¿Tu máscara?- Jungkook acarició el rostro de Taehyung
-Nadie conoce el rostro de Dirty Boy- Sonrió. -Bueno, solo tú-
