Sonic corria de aquí a haya. Shadow veía aquello sin interponer se en su camino. María grababa la emoción de su erizo más joven.
El clima era frío, pero el sol dejaba un sutil calorcito si sabias donde colocarte y Sonic buscaba todo aquello, además de que disfrutaba como olía el pasto con los pinos y los árboles al medio día. Se sentía en paz.
Shadow sólo tomaba el sol y olía el pasto, a veces lo hacía, intentando disfrutar la vida más de lo que debía. Que el erizo ceruleo este dejando su estela por toda la universidad era un plus.
Sonic se alejo un poco más, la joven vio eso, no se preocupo, pero ya no lo podía ver desde la grabación de su celular, así que lo detuvo y lo guardó.
Y se alejo un poco más, desde ahí, podía ver la fuente del centro de la universidad, se veía pequeña. Su colita se agitó. Dio un par de vueltas en un árbol, recogiendo las bellotas, tal vez Shadow quisiera jugar con él o si estaba en buen estado, comerlas.
—¡Oye!— Se sorprendió por la voz, creyo reconocerla y giro hacia la persona, era lo que temia—. ¡Regresa!
Corrió hasta donde sus compañeros, aunque sabia que el humano lo seguiría.
Shadow veía la estela azul correr en línea recta hacia ellos, eso le preocupo y cuando se estaba levantando, el erizo choco contra el, giraron un par de veces y cuando se detuvieron, Maria estaba a lado de ellos.
—¿Pero que pasó? ¿Porque llegaste así?
—¡Hay que correr!— Su respiración era agitada, veía a Maria con súplica, sabia que traía el pequeño audífono traductor. Voltio hacia Shadow frente suyo—. Es él...
Maria no espero a más, no entendía, pero si Sonic tenia miedo, no era nada bueno. Tomó a ambos erizos y los metió al bolsillo derecho de su saco, apenas dio cinco pasos cuando la llamaron.
—¡Oye, tú!— Maria giro, ambas manos, escondidas en sus bolsillos. Su mejor rostro inocente y su sonrisa deslumbrante.
Obviamente le hablaba, era la única ahí, había llevado a Sonic a que se relajara por tantos números y fórmulas.
—¡Hola! ¿Sucede algo?
—¡Regresame a mi erizo!
Shadow abrazó a Sonic, gruñendo desde lo propundo de su garganta mientras enseñaba todos sus dientes afilados.
—¿Qué erizo?
—Al azul con super velocidad, lo sabes.— Dio otro paso amenzante. María no se inmutó.
—Pues algo debiste de hacer para que escapara de ti, Scourge.— Sonic se tenso, ¿Lo conocía?
—Es no es de tu incumbencia, dame mi mascota.— Maria arrugó la nariz, pero rápidamente se compuso, sonriendo pícara.
—¿Y que ganó yo? Ha estado conmigo buen tiempo, ¿Sabes?— Su dedo reboloteo entre sus mechones rubios, los zafiros centraron su atención en la chica, ahora la veía divertido. Regreso su mano al bolsillo.
—¿Y que es lo que quieres a cambio de mi rata? Dulzura.
Sonic busco con la mirada algún indicio en Shadow preocupado por la conversacion, pero este seguía gruñendo y un brillo dorado se formaba en los ojos rubis. Nunca había visto tantos dientes.
Maria saco su mano derecha del bolsillo y abotono este, si Shadow escuchaba aquello, seguramente se lanzaría a Scourge. Para distraerlo, dirigió sus finos dedos al tosco mentón.
—¿Qué tal una noche?— El de cabellos verdes se sorprendió, pero estaba deseoso, hace tiempo que le tenia ganas, asintió—. Y tal vez...
Se escucho el sonido del teaser. Lo había electrocutado con la mano derecha y este cayo como un costal de papas.
—Ay, dioses, por favor dime que no me pase con el voltaje.— Miró el aparato que siempre llevaba, intentando ver los niveles que había agregado.
—¡Corre!
Casi se quedo sorda por la voz de los erizos en el auricular, pero acato, tenian razón, debía correr hasta uno de los edificios y hablar sobre lo ocurrido, menos el ataque... Aquello no se vería bien en su expediente...
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De todas formas se llevó un llamado de atención. Estaba prohibido llevar "mascotas"
Maria hacia un puchero, recordando aquello, no le importaba si era por sus compañeros, ya vería la forma de volver a llevarlos consigo, sólo haría falta tiempo.
Y el teaser tenia arreglo, tenia uno que parecía labial en el bolso, obvio no estaba modificado, pero arreglaría eso cuando regresará en la tarde.
Sonic la veía picar la comida, sabia que estaba molesta y se sentía culpable, habían tenido que regresar para que los dejara con el abuelo, dejo a sus amigas y sólo porque andaba explorando el campus.
—Si sigues culpandote te voy a pinchar con el tenedor.— El ceruleo vio a la rubia, un poco sorprendido por aquello.
—Lo siento, yo...
—Nop, no estoy enojada contigo, así que tranquilo.— Su sonrisa seguía siendo deslumbrante. Su colita se agitó—. Se quedaran un tiempo, después volverán, ¿Sí?
Bajo la voz y lo vio divertida, como si se tratara de un secreto y en cierta parte lo era.
—También para calmar las aguas por ese patán, ¿Sí?
Sonic asintió frenético.
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Regreso a la sala cuando Maria se fue, la había despedido en la puerta, deseándole suerte en su examen.
—¿Shadow?— Miro a todos lados, buscando al azabache, un pequeño gruñido se escucho desde el sofá y se dirigió hasta haya.
El erizo azabache estaba mordiendo un lápiz y a su lado estaban otros dos lápices... Shadow lo miraba con un pequeño brillo peligroso, el residuo de lo que había visto en el bolsillo.
Queriendo ignorar lo sucedido, Shadow desactivo sus brazaletes y llego gruñendo aquí y haya, Maria no le entendería, pero él escucho las palabras mal sonantes que no sabia que existían.
—¿Shadow?— Otro gruñido. Quería reír, por como se veía con el lápiz en la boca, pero prefirió suspirar—. ¿Puedo hacer algo para que te calmes?
Otro gruñido. Según su teoría, Shadow no podía calmar sus colmillos por la ira, por lo que no podían disminuir de tamaño, por lo que comenzó a morder los lápices en un intento de sustitur las ganas de deformar le la cara a Scourge.
Si se equivocaba, entonces... ¿Qué a estado aprendiendo todo este tiempo del contrario?
Miró de nuevo a Shadow, parecía un castor. Disimuladamente se sentó junto a él y lo observaba de reojo, espero a que dejara o de gruñir o de morder el lápiz. Cualquier lo beneficiaria.
Primero dejo el lápiz.
—Sigues... oliendo a pasto.— Se escucho un susurro entre gruñidos. Parecía que se estaba calmando.
—Creo que me pase un poco.— Soltó una risa nerviosa. Luego sintió un peso en su hombro derecho. Miró al erizo un poco impresionado.
—Es... agradable.— Sus gruñidos bajaron de tono, se estaba acurrucado en su hombro, estaba cansado, pero parecía que no al punto de tener sueño.
Y no pudo evitar que su cara se pusiera roja, sus ojos brillarán de emoción y su colita se agitar. Mordió sus labios, un grito también quería salir.
Disimuladamente olio su otro brazo. Pasto, tierra, un tenue lavanda e igual manzanilla. Tal vez por eso también se estaba relajando.
¿Porqué a Shadow le gusta tanto la lavanda?
Tal vez, a estas alturas, Shadow le respondería una o dos preguntas si no hablaba de un tema delicado...
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Un pequeño amor. (Sonadow/Shadonic)
Random𝙷𝚊𝚋í𝚊 𝚟𝚒𝚜𝚝𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚛𝚎𝚕𝚕𝚊𝚋𝚊 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊 𝚞𝚗 𝚙𝚒𝚗𝚘 𝚢 𝚊𝚑𝚘𝚛𝚊 𝚚𝚞𝚎𝚛í𝚊 𝚌𝚊𝚖𝚋𝚒𝚊𝚛𝚕𝚎 𝚕𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊. 𝙴𝚜𝚎 𝚎𝚛𝚒𝚣𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚋𝚊 𝚕𝚘𝚌𝚘. 𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚝𝚊𝚕 𝚟𝚎𝚣 𝚢 𝚜ó𝚕𝚘 𝚝𝚊𝚕 𝚟𝚎𝚣, 𝚕𝚎 𝚍𝚊𝚛í𝚊 𝚕�...