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Internamente hacia un berrinche. Apenas había llegado a la universidad y su antiguo dueño apareció para joder le la existencia.

Ni siquiera había cumplido un mes en las clases.

Ya no tenia que más explorar en la casa y estar en la sala con los doramas del abuelo lo estaba cansando. Ya había visto que los protagonistas se besaran como 10 veces en ese episodio.

Estaba aburrido. Se levantó del sillón decidido, buscaría a Shadow y lo obligaría a jugar con él a algo, aunque sea a las escondidas.

Subió las escaleras, se dirigió a la habitación de la chica, pero se detuvo a medio pasillo y rápidamente se escondió en las patas de la mesita de la pared. Tenia un bonito jarrón morado.

—Ven, Shadow bonito.

Ambos erizos fruncieron el ceño ante el apodo.

—Eres muy terco...

—Ugh, no te entiendo... María debería de darme un audífono...

Sonic vio como Shadow movía las manos, pero no vio que cara ponía el nieto. Este estaba dándole la espalda.

—¿Sabes? Deberias de quererme más, estoy trabajando muy duro con los del extranjero para ti.

Segun Sonic, su tono era orgulloso y la mirada confusa de Shadow le indicaba que no sabia de que hablaba. Ivo aplaudió entre risas y ambos se erizaron.

—No te preocupes, no están al tanto de nada. Sólo quería avisarte.

—Ivo, no lo molestes.— El abuelo subía las escaleras, seguía en pijama—. Seria adecuado que te llevaras mejor con él, casi es Navidad.

—¡Él no ayuda!— El erizo y el joven humano se apuntaron mutuamente.

Gerald rió abiertamente y Sonic lo vio disimuladamente. El abuelo lo vio, pero lo ignoro.

—¡Ivo! ¡Shadow!— Ambos dejaron su duelo de miradas y se dirigieron al abuelo—. ¿Pueden preparar el desayuno? De seguro Shadow muere de hambre.

El erizo mayor iba a decir algo, pero su estómago gruño, Sonic pudo ver como un rojo intenso aparecía en su rostro y por poco reía.

—Será mejor ir, Shadow.— Ivo le ofreció su mano. Se había puesto en cuclillas y Shadow lo vio curioso por un momento, pero subió a la mano.

—¿Qué es lo que más te gusta?— Sonic giro hacia el abuelo, había pronunciado palabra cuando escucho como volvían a discutir en la cocina—. Shadow sabe que te sientes culpable por lo sucedido.

—¿Cómo...?

—A Shadow siempre le a preocupado Maria y ese tipo siempre se metía en problemas, aunque creo que ahora también lo hace por ti.

—¿Yo?

Y otra vez no sabia que tipo de expresión hacia el mayor por su enorme bigote.

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Shadow había encontrado una pelota.

Era una pequeña pelota color naranja, casi de su tamaño. Se la lanzaban entre ellos y corrían detrás de ella. No sabían cuanto tiempo habían estado jugando, hasta que una de sus púas la rebento.

Ambos quedaron un poco tristes viendo aquel hule desinflado. Ninguno se hecho la culpa, eran erizos, debieron de suponer que pasaría.

Jugaron a las escondidas, pero se aburrieron rápidamente, hasta que el abuelo se les unió y confabularon para ir de un lado a otro y apagar los anillos para que no les entendieran. Era divertido jugar con el abuelo, se hacía trampa muy fácil.

Luego se pusieron a merendar. Ambos se hicieron la idea que ese tipo de cosas se harían su rutina hasta que Maria estará de vacaciones y los llevará con ella, de nuevo.

Sonic intentaba recordar como habían sobrevivido vivir en la casa con Ivo y el abuelo. Encerrados.

El azabache de a su lado soltó un enorme bostezo. Pudo ver los pequeños dientes afilados que tenia de muelas.

—¿Te has cansado?

—De repente me a dado mucho sueño...

Sonic rió, Shadow era un dormilón, cuando no estaba comiendo, estaba durmiendo.

—¿Me despiertas cuando llegue Maria?

Los esmeraldas fueron al reloj de la sala, faltaban dos horas para que la chica regresará y es que no había regresado a la hora de comida, por lo que no tenían ninguna novedad hasta que el abuelo les avisara.

—Claro.

Shadow asintió, luego un enorme sonrojo apareció en sus mejillas, antes de que la pregunta “¿Estás bien?" volará al aire, se recostó en las ceruleas piernas y se acurruco.

El joven erizo se puso nervioso y también se sonrojo, eso era algo que nunca habría imaginado aun cuando compartían la almohada de vez en cuando. Su mano se iba a colocar en la cabeza veteada para mimarlo, pero se arrepintió.

Sus orejas se agitaron cuando escucho el suspiro del contrario seguido del sutil ronroneo.

—Sabia que era el novio del emo.

—¡Ivo Robotnik!— Le reprochó entre susurros, pero su voz seguía siendo alta—. Pareces un niño, deja que ellos decidan.

A Sonic no le importo a que se refería con exactitud, pero los vio enojado, a ese paso iban a despertar a Shadow. Ambos humanos se quedaron callados, acomodándose de nuevo en el gran sofá.

Un pequeño amor. (Sonadow/Shadonic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora