Un pequeño amor. (Sonadow/Shadonic)

18

—¡Din dong, abuelo!— Maria había entrado a la oficina del abuelo de la manera más ruidosa posible. El abuelo sabia que estaba molesta—. Vengo a dejarte a dos pequeños seres que tienen muchas dudas.

Dejo a Sonic y Shadow en el escritorio, recién vestiditos y hechos bolita en una manta. Ambos erizos lo veían curioso y Gerald trago, de eso no saldría nada bueno...

—Maria... Yo...

—No. Ayer Ivo no pudo mantener la boca cerrada y dijo lo obvio, se han quedado con muchas dudas y yo no se como ayudarlos, necesitan orientación y soy la peor persona que se las puede dar.

—Pero yo...

—No, a diferencia de Ivo o yo, tú tenias a la abuela y todos los días ves esos doramas románticos. Puedes hacer esto.

Gerald Robotnik maldecida su descendencia, aquella mujer que su hijo había conseguido tenia la misma actitud estoica que tenía la joven chica frente suyo. Suspiró derrotado.

—Esta bien.

La chica asintió orgullosa.

—Iré por esferas, las del ático están hechas polvo e Ivo trajo una muy feas, él me llevara.— El abuelo asintió y Maria se acerco más hacia el mayor para tomar su mano, dejando el pequeño audifono—. Por favor, abuelo.

—No te preocupes, intentaré ayudarlos.

La chica dejo un pequeño beso en la frente del mayor y se fue con una sonrisa. Los erizos habían visto salir a la chica y luego regresaron al único humano que había en la habitación.

—¿Qué sucedió para que este tan molesta?— Su pregunta voló en el aire, colocando se con cuidado el audífono.

Y Shadow intento resumir lo sucedido ayer que el canoso no estaba presente. El abuelo suspiraba resignado a explicarles lo sucedido, aunque suponiendo el sonrojo del ceruleo, sabia a donde iba todo eso. Respondió cada una de las preguntas de ambos, por complicadas de enterder fuera.

—No es como el fraternal, Shadow.

Las orejas del azabache se hicieron hacia atrás, ahora se había quedado sin ejemplos.

Luego de un buen rato de larga explicación y ejemplos. Ambos erizos estaban como tomates. Ninguno se veía y sus ojos iban de un lado a otro.

—No tiene nada de malo, pero... Recordando el pasado de ambos, sería bueno que fueran despacio.

Ambos erizos asintieron. Gerald podía ver a ambos erizos ansiosos, a punto de un colapso. Tomo la manta y se las hecho encima.

—No se agobien, es normal estar nerviosos entre ambos, pero la comunicación es todo. Empiecen por eso.

Asintieron de nuevo. Luego vieron como regresaba a su computadora, escribiendo rápidamente. Sonic espero un momento, luego giro hacia Shadow, dispuesto a seguir el consejo del abuelo, pero este ya estaba dormido.

—A veces me impresiona como disimula el que se este muriendo de sueño.

—Siempre a sido así. También me impresiona, Ivo varias veces lo quiso agarrar para analizarlo.

—¿Y?

—Shadow lo a rasguñado, por eso desistió.

Sonic rió, luego miro al azabache, dormía con su rostro escondido entre las mangas de la sudadera que le había regalado. Se levantó y le acomodo la manta para que lo cubriera bien.

—¿De verdad te gusta Shadow?

Las manos melocoton detuvieron sus movimientos y sus esmeraldas vieron hacia el abuelo. Este lo veía curioso a través se sus lentes.

—¿E-Es malo?

—No, pero debo de admitir que suponía una hermandad entre ustedes.

—Creo que Maria dijo lo mismo...

Gerald rió suavemente y acaricio la cabecita cerulea, Sonic se sorprendió, no era común que el doctor les diera mimos.

—Serás la primera pareja de Shadow, tienen que tener mucha paciencia.—El erizo asintió, escuchando atentamente.

—Ahora que nos explico todo... Me quedo en claro que me gusta Shadow.

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—¡Maldita sea!

Todos giraron hacia el castaño. Estaba enojado viendo su celular, se podía ver su mano temblar.

—¿Qué ocurre, Ivo?

El nombrado busco a Shadow con la mirada, estaba en el pino, un poco más arriba de la altura de Maria, luego vio hacia su abuelo, resignado.

—Falló. El laboratorio del extranjero ya no puede hacer más.

Todo se quedo en silencio. Shadow inclino una oreja, sabia a que se refería. Sonic lo vio preocupado, esperando la reacción del azabache.

—Creo que era un poco obvio.— Todos vieron a Maria, hablaba con poco interes. Shadow sonrio—. Por eso me estoy esforzando.

—Lo siento, hermana...

—No. Eso deja en claro que soy la única que puede hacer algo. Me esforzare más.

Gerald aplaudió, orgulloso de su nieta.

—Entonces tendrás que hacer un horario para que no saltes ninguna comida.

—¡Chismoso! ¡Le has dicho!

Y la discusión se hizo entre los hermanos. Sonic fue hasta donde el azabache, la falsa rama de aun lado, viendo como los humanos discutían.

—¿Qué piensas?

—Ivo hacia algo en el extranjero para ayudarme con las defensas.— "Mentiroso" fue la palabra que cruzo por la cabeza de Sonic—. Como dijo, falló, pero siempre creí que Maria era la única que podía hacer algo.

Sonic asintió. Comprendiendo a donde iba toda esa confianza.

—Algún día... Quiero que sepas todo...

Sonic lo vio sorprendido, un pequeño sonrojo pintaba el oscico del azabache. El ceruleo agitó su colita y asintió.

—Esperare a ese día.