Un pequeño amor. (Sonadow/Shadonic)

17

—Tenlos.

Ambos erizos agitaban su colita de forma emocionada mientras eran dejados en las palmas de la chica.

—Owww, ¿Cómo están? ¿Que les dijo el tío Ivo?

Shadow hizo unos gestos con sus mano de manera lenta.

—Se... ¿Pelearon?

—¡Chismoso!

—¡Ivo!

—Una señora me quería quitar el póster, ¡Me dijo que era demasiado grande para leer algo tan infantil!

Maria rió un poco, luego dos estómagos gruñeron. María se sonrojo viendo hacia Ivo, quien la miraba seriamente y Shadow se escondía entre sus palmas ante la atenta mirada de Sonic.

—¿Porqué no dijiste que tenias hambre?

—¿¡Acaso no te estas alimentando bien!?

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—Es enserió, Maria. Si no estas comiendo bien...

—¡Lo hago, lo juro! Sólo olvide comprar algo para más tarde, no quería que Shadow se perdiera el póster.

—Eso déjamelo a mi, lo sabes.

—Esta bien, hermano~

Maria volvió a morder su hamburguesa, sonriente por la preocupación de su familiar. Miro hacia Shadow, que veía fijamente la mochila donde estaba el póster, como si alguien se los fuera a robar.

Sonic veía hacia Shadow y su al rededor, parecía hacer lo mismo. Sus erizos eran un caso.

Sonic y Shadow compartían una hamburguesa infantil, guardaría para más tarde el postre que les habían dado.

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—¿No habías comprado ya almohadas?—

Negó ante las tres voces. Los erizos y el humano se vieron con el ceño fruncido.

—Me deben un chocolate—

—¡Hey!—

—Sólo estoy viendo, dejen de pelear.

—¿Porqué tantos tipos de almohadas?— Sonic veía curioso los colores y texturas de cada una.

—Hay varios tipos por los antropomorfos.— Maria tomo a Sonic de su hombro izquierdo y lo acerco al estante de las almohadas para que las tocara con sus manitas desnudas—. Hay gatos sin pelo, por eso las mas esponjosas.

—O reptiles, osos, abejas.

—¿Abejas?

Todos vieron hacia el mayor, el castaño sólo se encogió de hombros.

—Es lo que descubri la última vez que regrese al laboratorio.

Sonic miro hacia Shadow, era la primera vez que hablaban tan abiertamente de todo eso, pero el no reflejaba nada más que un ceño fruncido confundido.

—¡Bueno! Hay que ir por lo que quiero y regresar.

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Sonic y Shadow agitaba su colita con frenesí. Uno más emocionado que el otro.

—Creo que ahora esta derecho.— Maria se alejo, midiendo con sus dedos—. ¡Sí! Ahora esta en orden.

—¿Qué lugar es ese?

—¡Angel Island!— Shadow alzaba los brazos emocionado, Sonic por un momento lo desconocía, nunca lo había visto tan emocionado—. Los libros lo describen como el lugar más hermoso y lleno de vida de toda la saga.