Fue el sábado 12 de febrero del 2005 que Alai se manifestó, no como alfa ni como omega, mucho peor aún, como un omega recesivo, probablemente nunca en su vida olvidaría esa fecha, ya que fue uno de los peores días de su vida.
A veces pensaba que si se hubiera manifestado por lo menos como un omega común y corriente su vida no hubiera sido tan problemática.
El asunto era que la noticia fue inesperada, ese día por la mañana, Alai se despertó como cualquier otro día, se dio un baño y fue a la cocina, donde su madre preparaba el desayuno como todas las mañanas y luego, de un momento a otro, recordaba vagamente un intenso dolor en su vientre, su cuerpo golpeando el frio piso y luego oscuridad.
Para cuando volvió a abrir los ojos, traía puesta una bata y estaba recostado en una cama con sabanas azules que solo se verían en un hospital, había una intravenosa en su brazo, además, el dolor en su vientre aún no se había ido, a diferencia de antes, era un dolor persistente.
Poco después el medico llego junto a su madre, él les explico a ambos que lo que había ocurrido no fue nada grave ni de otro mundo, solo fue la manifestación de Alai como un omega recesivo.
Al escuchar esto, tanto su madre como él se quedaron atónitos.
El problema no era que se había manifestado, si no que, cuando Alai fue llevado al médico cuando era pequeño para descubrir su segundo sexo, el medico de aquel entonces les había asegurado que Alai sería un beta.
Eso fue lo que los tenía confundidos, luego de explicarle esto al doctor, él solo sonrió y dijo con los hombros encogidos.
"Eso suele pasar, los diagnósticos a veces son incorrectos."
Al principio, tanto él como su Madre solo se sintieron desconcertados durante un tiempo gracias a la noticia, era algo que ellos nunca hubieran esperado.
Tanto ella como Alai nunca lo hubieran imaginado ni en un millón de años, ¿Alai como un omega? Sí, esto era totalmente inesperado.
Y al nunca esperar esto, el primer año para Alai como un omega recesivo fue totalmente una tortura, su mente nunca se había preparado para algo como lo fue el celo durante los siguientes meses, nunca se informó ni mucho menos mentalizo de que era ser un omega, ni todo el dolor que se llegaba a sufrir al serlo.
Recordaba muy bien el día de su tercer celo, ese había sido el peor hasta ese momento, al ser un omega recesivo implicaba que los cólicos eran más fuertes que los que sufriría un omega común, algo que Alai recordaría toda su vida era cómo se aferraba a los brazos de su madre mientras ella lo consolaba, él le dijo que lo sentía mucho.
Nunca se había puesto a pensar en el dolor que pasaba su madre mientras ella tenía sus celos, el pensar que eran iguales a los suyos lo hacía sentir mal, ya que algunas veces pensaba que su madre exageraba cuando decía que mejor faltaría al trabajo por el dolor.
Uno de los recuerdos inolvidables que tenía con su madre fue un día durante sus vacaciones de verano del segundo año de secundaria, él bajo de su habitación y se dirigió a la cocina en busca de algo que redujera el calor que sentía, al no encontrar nada fue hasta donde su madre se encontraba.
En ese momento, ella se encontraba cociendo unas prendas con su máquina de coser, por otro lado, Alai recordaba con claridad que en ese entonces el traía puesta una camisa de resaque que se pegaba a su cuerpo, junto con unos pantalones que le llegaban debajo de las rodillas.
Él se paró en la puerta y dijo con una sonrisa algo traviesa. —Mamá, ¿me das dinero para comprar helado en la tienda?
Su madre solo levanto su vista y se quedó pasmada durante uno segundos, al notar su reacción Alai ladeo su cabeza confundido y le pregunto qué era lo que pasaba, ella apago su máquina de coser y acomodo sus anteojos, se puso de pie mientras se los quitaba y luego cubrió su rostro mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, Alai solo se mantuvo confundido hasta que su madre se paró frente a él y tomo sus manos con una gran sonrisa y mejillas sonrojadas.
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LAS FLORES QUE EL BOSQUE SE TRAGO [Omegaverse]
Mystery / ThrillerTras la muerte de su Madre, Alai, un joven omega recesivo de dieciséis años de edad se muda al pequeño pueblo de Forest town junto a su abuela Cloe Johnson. Un pueblo rodeado de grandes montañas, bosques, lagos y ríos, alejado de las grandes ciudade...