CAPÍTULO 20

40 6 62
                                    

Lo único de lo que era consciente era que todo era gracias a Akira...

Tanto era su desconcierto que ni siquiera noto a la persona que había vuelto al salón.

No fue hasta que una voz a su lado sonó que se dio cuenta de su presencia.

—¿Te quedarás aquí?

Eli parpadeo un momento en silencio mientras miraba con atención al chico frente a él.

Alai sonrió, y pregunto una vez más mientras rebuscaba algo en su mochila. —¿No irás a la cafetería?

Eli se mantuvo en silencio y miró su alrededor con detenimiento. Solo estaban ellos dos en el gran salón.

—Eli.

El mencionado se estremeció al escuchar su nombre, por lo general cuando alguien lo mencionaba había golpees o feas palabras.

—¿Me hablas a mí? —Pregunto Eli confundido.

Alai rio entre dientes al escucharlo. —¿Hay alguien más aquí que se llame Eli? O, mejor dicho, ¿hay alguien más aquí?

Apenas termino de hablar, Eli sintió todo su rostro arder, él aparto su mirada de Alai y dijo avergonzado.

—Perdón.

—No te disculpes por algo así. —Respondió Alai con una sonrisa. —Te pregunté si te quedarías aquí, en el salón.

Eli no lo miro y asintió. —Sí.

—Ya veo...

Hubo un breve silencio entre ambos, Alai seguía buscando algo en su mochila, mientras tanto, Eli se mantuvo en silencio.

¿Debería disculparse ahora? Esta era la oportunidad perfecta para decirle lo mucho que sentía meterlo en problemas con Akira, pero ¿Que debería decir? ¿Lo siento?

Eso no era suficiente, quería decirle tantas cosas, tanto agradecerle como disculparse, pero ¡¿Porque demonios no abría la boca?!

¡Estaba justo a su lado! Ah, era tan frustrante, tenía miedo de decir algo que estuviera mal, ¿Y si lo ofendía de algún modo?

—Oye, Eli.

La voz de Alai llegó a sus oídos solo para calmar el caos que había en su mente, él lo miro con temor.

—¿Sí?

Alai se puso de pie con una sonrisa en su rostro, en sus manos había un par de billetes, él se acercó y arrodillo frente a él.

—¿No quieres almorzar conmigo hoy?

Eli levantó su rostro bajo y lo miro con los ojos bien abiertos, al notarlo, Alai se puso de pie con las mejillas sonrojadas.

—¿O prefieres que me quede contigo para hacerte compañía?

Eli convirtió su rostro sorprendido a uno aterrorizado, con el ceño fundido y su piel normalmente pálida mucho más pálida.

Al notarlo, Alai rio con la cara roja mientras retrocedía. —¿O prefieres que me vaya?

Esa insistencia.

¿Por...?

Alai, quien estaba a punto de irse, se detuvo al escuchar a Eli murmurar algo, él lo miro con curiosidad.

—¿Por qué? —Pregunto Eli.

Alai parpadeo confundido. —¿"Por qué" qué?

Eli lo miro con cierto disgusto, él bajo su rostro y suspiro mientras su ceño se fruncia con tristeza. Oh, quería decirle tantas cosas, Eli comenzó a jugar con sus manos con inquietud, ¿Cómo debería comenzar?

LAS FLORES QUE EL BOSQUE SE TRAGO [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora