CAPÍTULO 2

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Alai bajo las escaleras mientras bostezaba. Aún se sentía adormilado, por lo que ni siquiera noto la presencia que se encontraba en la sala. Al notarla, él dio un pequeño brinco y retrocedió confundido.

—Buenos días. —Dijo el chico llamado Jonathan con seriedad mientras lo observaba desde el sofá de la sala.

—Buen día. —Respondió Alai mientras suspiraba con incomodidad. —Emm, ¿dónde está mi abuela?

Jonathan no respondió su pregunta, en cambio, lo miro de arriba a abajo con detenimiento para luego ponerse de pie, tomar su mochila y salir de la casa en silencio.

—... —¿Qué mierda? Pensó Alai para sí mismo mientras fruncia el ceño.

Domingo por la mañana y así era como le daban los buenos días, apenas despertó Alai bajo con la esperanza de ver a su querida abuela, vaya sorpresa que se llevó.

Necesitaba respuestas, él miro a sus alrededores buscando a la vieja mujer, pero no la encontró por ningún lado, no fue hasta que se acercó a la ventana que daba con el patio trasero que pudo ver a la vieja mujer barrer las hojas que dejaban caer los árboles.

Él salió de la casa mientras se abrazaba a si mismo al sentir el frio aire mañanero del otoño. —Buenos días, abuela.

Ella sonrió contenta al verlo. —¡Buen día, cariño! ¿Dormiste bien?

Alai asintió mientras se sentaba en las escaleras del pórtico de la casa. —¿Qué hay con él?

Ella hizo una pausa y lo miro con el ceño fruncido. —¿Con quién?

—Ese chico de ayer, el tal Jonathan, me dijo buenos días y luego me ignoro y se fue. —Dijo él molesto. —Fue grosero...

Al escucharlo, a diferencia de lo que esperaba, su abuela comenzó a carcajearse mientras continuaba barriendo las hojas. —¿Te ignoro?

—¿De qué te ríes? No da gracia.

—Sí lo hace. —Ella dejo de reírse y en cambio mantuvo una sonrisa chiflada en su rostro mientras decía con tranquilidad. —Es que no le caes bien.

La seriedad con la que hablo la vieja mujer fue probablemente lo que más le sorprendió.

Alai rodo los ojos y dijo con indignación. —Apenas y me conoce.

Ella volvió a reírse. —Tal vez es porque ahora te prestare más atención a ti, lo conozco desde antes de que su madre muriera, sería normal si se pone celoso.

—¿Su madre murió?... —Pregunto Alai con voz baja mientras observaba a su abuela barrer las hojas del suelo.

—Sí, un año antes de que falleciera tu Padre. —Dijo su abuela con seriedad, ella sonrió, olvidando los recuerdos melancólicos para luego decir con una voz chiflada. —Además, probablemente está nervioso por el día de mañana.

La risa juguetona de su abuela le dio escalofríos. —¿Por qué dices eso?

—Le pedí que te acompañara mañana a casa después de la escuela.

Alai se congelo. —¡¿Qué?! ¡No! ¡¿Por qué?!

Su abuela se carcajeo al oírlo y ver su desesperación. —Porque es peligroso andar solo por estos rumbos, además, tengo un trabajo y no podré traerte por las tardes cuando termines tus clases, solo podré llevarte.

—Puedo esperarte. —Dijo Alai con desesperación.

En cambio, su abuela solo rio y dijo mientras negaba. —Por supuesto que no, esperar en el negocio de ropa de segunda mano de tu abuela no será divertido, te divertirás más pasando la tarde con alguien de tu edad. Además, no me molestaría si se vuelve tu pareja.

LAS FLORES QUE EL BOSQUE SE TRAGO [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora