CAPÍTULO 4

28 7 35
                                    

Había tres tipos, Jonathan, quien se encontraba de pie recargado en la pared, el desconocido número uno que sostenía una pequeña pipa de la cual salía humo, el desconocido dos quien tenía en su mano un cigarrillo, ambos desconocidos a diferencia de Jonathan se encontraban sentados en el césped.

Los tres se mantuvieron completamente quietos, sin hacer ni un solo movimiento, hasta que el desconocido uno que sostenía la pipa comenzó a toser, sacando humo de su boca.

Al recuperarse, él suspiro y dijo con seriedad mientras extendía la pipa hacia él. —Te compartimos, pero no digas nada.

Alai se sintió indignado, ¿Parecía drogadicto acaso? —¡¿Disculpa?!

—¿Quieres un poco? —Pregunto el desconocido dos que sostenía un cigarrillo en su mano mientras apuntaba a la pipa que sostenía su amigo, luego, el levanto levemente su cigarrillo con una sonrisa. –¿O tal vez quieres de este? Este es más fuerte...

Alai los miro con completo terror en su rostro.

Antes de que pudiera decir algo más, Jonathan golpeo la cabeza de ambos chicos, quienes se quejaron mientras se sostenían con dolor la nuca.

—Idiotas. —Dijo él molesto. —¿Cómo se les ocurre ofrecerle esa mierda?

Alai estaba algo asustado, estos chicos estaban literalmente cometiendo un crimen, un crimen del cual no quería ser parte, ni mucho menos podía dejar pasar tan fácilmente, además, todos los presentes eran menores de edad, ni si quiera eran adultos.

Alai paso su mano por su rostro algo ansioso. —Ustedes... no creo que tengan permitido hacer esto aquí, ¿verdad?

Los desconocidos se miraron entre sí y luego soltaron una carcajada, Jonathan negó con la cabeza mientras tomaba su mochila del piso.

—Que si tenemos permiso dice.... JAJAJAJA—El desconocido número uno rio con fuerza mientras repetía lo que Alai había dicho, no lo negaría, sus acciones lo molestaron, pero prefería mantenerse callado que tener que tratar de hablar con él.

Alai los miro con horror, apenas termino de recoger sus cosas Jonathan se acercó a Alai y lo tomo del brazo para luego arrastrarlo lejos de ahí mientras decía con un suspiro. —Vámonos.

Al notar que Jonathan se iba el desconocido numero dos gritó con alegría mientras agitaba su mano y no paraba de reír. —¡Nos vemos mañana Jony! JAJAJA

Alai no dijo nada y dejo que Jonathan lo arrastrara lejos de ese lugar, después de un rato caminando en silencio por el bosque, Alai decidió hablar primero.

—Jonathan.

—¿Qué?

—Esos chicos... —Alai dudo un momento. —¿Se encontraban bien?

Jonathan suspiro con frustración. —Si, solo estaban drogados.

Alai se sorprendió, ¿Cómo lo decía tan tranquilo? Además, él estaba con ellos, algo indeciso después de pensar por un rato, Alai le pregunto a Jonathan algo confundido. —¿Tu estas drogado?

Jonathan se detuvo y se dio la vuelta para mirarlo. —¿Te parece que estoy drogado?

Alai dudo en su respuesta por mucho tiempo, después de esperar la respuesta que nunca llego, Jonathan dijo molesto. —¡No estoy drogado imbécil! No toque esas malditas drogas. —Después de decir esto Jonathan se dio la vuelta y continúo caminando.

Alai, aun algo preocupado por la situación pregunto una vez más. —Si no te drogaste con ellos, ¿Entonces que hacías ahí?

Jonathan suspiro pesadamente, con algo de desagrado en su voz dijo. —Solo estaba con ellos cuidando que no hicieran tonterías, además, ¿Cómo sabias que estaba ahí?

LAS FLORES QUE EL BOSQUE SE TRAGO [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora