Se encuentran en el supermercado.
Edward Teach es el cantante y guitarrista principal de Queen Anne's Revenge, una banda de rock más grande de lo que Stede cree. Todo lo que Edward quiere es dejarlo atrás, abandonar esa parte de su vida que fue alim...
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En el que Stede conoce una gran cantidad de gatos, finalmente compra joyas nuevas y Ed ve más luces navideñas que en toda su vida. PARTE 1
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Hace un calor hirviendo cuando Stede finalmente se mueve, y lo primero que registra en su estado de aturdimiento es la forma en que su camiseta se pega a su piel pegajosa: automáticamente una incomodidad sensorial. Lo segundo es que no está en su cama.
La tercera, sin embargo, es una grata sorpresa que trae consigo una avalancha de recuerdos.
Stede abre los ojos y parpadea para alejar el sueño que envuelve su visión. Sus párpados se pegan a cada uno de ellos y le toma un momento recordar cuánto habían llorado él y Ed el día anterior. En su experiencia, llorar no es algo bueno, pero en un giro loco de los acontecimientos, nunca se había divertido más dejando salir las lágrimas.
Rápidamente descubre la principal fuente del calor sofocante. Ed se aferra a él como si fuera el animal de peluche favorito de Stede, con las piernas dobladas y caídas sobre sus muslos y su cabeza apoyada en el pecho de Stede, justo debajo de su barbilla. Los mechones rizados de Ed están por todas partes, incluso en la cara de Stede y en su boca. Levanta suavemente la mano, con cuidado de no despertar al hombre dormido, y aparta el pelo.
El pequeño fuerte acolchado que los rodea no ayuda con el calor de ninguna manera, ni tampoco Bluebell, que está acurrucada sobre el abdomen de Stede, justo debajo del brazo de Ed. Stede toca la pantalla de su teléfono para comprobar la hora y descubre que está muerto, y suspira en voz baja al darse cuenta de que nunca agarró su cargador. Sin embargo, basándose en la luz detrás de las sábanas de colores, calcula que es poco antes del mediodía.
Pasan otros veinte minutos de sudoración profusa antes de que la respiración constante de Ed finalmente cambie. Stede simplemente no se atrevía a despertarlo. Ed se mueve con un pequeño gemido y se acerca más. Sin embargo, se aleja en cuestión de segundos y, con los ojos aún cerrados, dice con voz áspera: "Hace mucha calor".
Stede se incorpora con gran dificultad hasta sentarse, sus articulaciones y músculos le gritan por su terrible elección de cama. Pero dormiría en cualquier lugar si eso significara poder acurrucarse con Ed. Stede no había anticipado que Ed se quedaría a pasar la noche, algo que pensó que podría suceder más tarde, tal vez más adelante en su relación, pero nunca se quejará cuando la oportunidad caiga en su regazo.
"Lo sé, es horrible", responde Stede, arrojando la sábana a su derecha hacia lo alto del fuerte para que entre aire fresco. Desafortunadamente, no es mucho mejor. Su calefacción siempre está encendida durante los meses de invierno debido a su incapacidad para mantenerse caliente, pero ahora odia su intolerancia al frío.
Pasa un largo momento antes de que Ed finalmente abra los ojos y se gire para mirarlo. "¿Cómo has dormido?"
"Sorprendentemente bien, teniendo en cuenta que dormimos en el suelo", se ríe Stede. "¿Y tú?"
