Se encuentran en el supermercado.
Edward Teach es el cantante y guitarrista principal de Queen Anne's Revenge, una banda de rock más grande de lo que Stede cree. Todo lo que Edward quiere es dejarlo atrás, abandonar esa parte de su vida que fue alim...
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En el que Stede conoce una gran cantidad de gatos, finalmente compra joyas nuevas y Ed ve más luces navideñas que en toda su vida.
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Son casi las ocho cuando llegan a su destino, justo en las afueras de Pacific Hills. Stede sonríe aliviado al descubrir que el estacionamiento está casi vacío y toma el lugar más cercano a la entrada. Puede ver la forma en que el cielo oscurecido es más claro en esta área en comparación con la oscuridad total del resto de la ciudad.
Ed levanta una ceja mientras se desabrochan el cinturón, su expresión de perplejidad es fácilmente legible ahora sin sus gafas de sol. "¿Un parque?"
"Harland-Forrest Park", explica Stede, agradecido de que Ed no parece saber lo que está pasando, y apaga el coche. "Verás por qué cuando entremos. Y, oye". Se gira en su asiento y toma el rostro de Ed entre sus manos, dándole una mirada seria. "Yo pago".
"Es un parque".
Stede no dice nada y sale del vehículo, sonriendo con satisfacción. A Ed le va a encantar esto.
Ed lo mira con el ceño fruncido pero no duda en tomar la mano extendida de Stede de todos modos. Stede los lleva a la amplia entrada del parque, una puerta negra alta y redondeada con las puertas abiertas de par en par. Cada centímetro está envuelto con pequeños LED de colores para la temporada navideña, junto con la cerca que rodea todo el parque.
"Wow", susurra Ed mientras pasan, pasando sus dedos por las luces. Sin embargo, una vez dentro, se detiene en seco.
A su alrededor, el parque está iluminado con las mismas luces, brillando intensamente en la oscuridad como estrellas que parpadean juguetonamente. Stede sabe que es una comparación cliché, pero cuando Ed parece tan asombrado como ahora, no le da vergüenza hacer de esta una historia de Hallmark.
El sendero pavimentado es ancho y está enmarcado por pequeños arbustos estériles, todos los cuales están cubiertos de más luces para compensar la falta de verde. Decoraciones de plástico inflables están esparcidas por el terreno, balanceándose ligeramente con la brisa que sopla.
Sin embargo, las luces no son lo único que llama la atención de Ed. Sin decir una palabra, tira de Stede hacia la izquierda y entre dos arbustos. Se detienen ante una enorme escultura de hielo de Papá Noel en su trineo pero sin los renos. Stede no puede culpar al artista. Sería muy tedioso tallar tantos renos. Y esta escultura tiene tantos detalles que sigue siendo completamente alucinante.
"Santa mierda", dice Ed en voz baja. "Esto es épico."
Stede se ríe levemente y le aprieta la mano. "Hay más si quieres ver".
La sonrisa de Ed crece y Stede admira esos ojos de cachorro nuevamente. Está empujando a Stede de regreso a la pasarela antes de que pueda siquiera parpadear, y Stede se ríe encantado ante las reacciones de Ed.
