Se encuentran en el supermercado.
Edward Teach es el cantante y guitarrista principal de Queen Anne's Revenge, una banda de rock más grande de lo que Stede cree. Todo lo que Edward quiere es dejarlo atrás, abandonar esa parte de su vida que fue alim...
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Ed y Stede pasan el domingo en casa, con resaca y oficialmente agotados. A pesar de esto, el día no es menos emocionante para los dos, pero no está exento de contratiempos. Conversaciones existenciales en un baño; confesiones; dibujos animados; y un visitante inesperado.
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Entrar en su casa al día siguiente es como atravesar un portal. Está rancio y estancado, desprovisto de la vida que tenía con la presencia de Ed. Está demasiado tranquilo, e incluso Bluebell simplemente levanta la vista desde la isla de la cocina en lugar de saludarlo.
Después de un fin de semana tan activo, Stede no sabe cómo pasar el tiempo a solas. Es extraño pensar que antes disfrutaba de la soledad, pero ahora se siente vacío. Pasaría cada segundo de su vida con Ed si tuviera la oportunidad, pero hoy, Fang e Ivan se acercaron después de enterarse de la pelea con Izzy y se ofrecieron a llevarlo a la ciudad.
Stede estuvo tentado de acompañarlo cuando se lo ofrecieron, pero pensó que pasar un tiempo con sus compañeros de banda más amigables podría ser bueno de su parte, y Stede necesitaba llegar a casa de todos modos para ver cómo estaba Bluebell. Entonces Ed le pidió un Lyft y aquí está.
Por pura costumbre, Stede se sienta en el sofá e inmediatamente frunce el ceño. Por alguna razón desconocida, esperaba sentir el sofá de Ed y de repente se siente un poco ridículo. Enciende la televisión y pone otro maldito programa de cocina, sólo para combatir el silencio estridente y ahogar los pensamientos constantes de Ed.
Sin embargo, dentro de los primeros cinco minutos, comienza a sentirse ansioso. Se siente mal no hacer nada. El pensamiento de los platos y cajas de arena descuidados cruza por su mente y, por una vez, se siente motivado a limpiarlos. Es algo que hacer; no puede soportar quedarse sentado aquí con sus pensamientos solitarios. Además, si continúa dejándolos deambular, está seguro de que encontrarán el camino hacia todas sus actividades sexuales durante el fin de semana.
Una vez más, está atrapado en su cocina. Es sólo mediodía y ya se ha quedado sin tareas. Está ansioso por hacer algo, cualquier cosa con tal de pasar esta vez, y finalmente recuerda el cesto de la ropa sucia lleno. Regresa al cuarto de lavado y descubre que Bluebell ya sacó la basura de las cajas, pero lo ignora por ahora.
Su corazón da un vuelco cuando ve la camisa de Ed, cubierta de manchas claras y secas, e inmediatamente esos pensamientos regresan. Se sonroja una vez más y pasa un dedo por uno de los puntos, y poco a poco se da cuenta de que a este paso, no pasará la noche sin tocarse.
Rápidamente lo mete en la lavadora y lo enciende, pero no puede dejar de pensar en los recuerdos de los últimos días.
Stede ya lo extraña: extraña su compañía, sus bromas y su naturaleza fascinante; su amor por los dibujos animados y, bueno, todo sobre él. Extraña su olor, especialmente la forma en que su cabello todavía huele vagamente a manzanas verdes. Extraña su toque; sus ojos brillantes y cálidos, sus besos; sus abrazos... su boca y su lengua traicioneramente hábil; la forma en que lo toma como si hubiera encontrado oro, con tanta desesperación y fervor.
