Se encuentran en el supermercado.
Edward Teach es el cantante y guitarrista principal de Queen Anne's Revenge, una banda de rock más grande de lo que Stede cree. Todo lo que Edward quiere es dejarlo atrás, abandonar esa parte de su vida que fue alim...
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En el que decoran la muy poco festiva casa de Stede; intercambiar poesía; llorar MUCHO como lo hacen tantas veces; y pasar una noche que Stede nunca olvidará... y no cree que Ed tampoco lo haga.
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Este poema va a ser su muerte.
Stede ha estado sentado en medio del piso de su sala de entretenimiento durante los últimos veinte minutos, rodeado por su diario y una gran cantidad de libros. Una vez más, una colección propia que ha construido a lo largo de los años como ratón de biblioteca.
Mañana es Nochebuena y todavía no ha escrito ni una sola palabra. Por supuesto, no ha tenido mucho tiempo para trabajar en ello, pero Stede siempre ha sido malo en cuanto a exigirse altos estándares. Y este año, realmente dejó que esos estándares se fueran por la ventana.
El poema aún no está terminado y los regalos de todos ni siquiera han sido envueltos, lo que significa que su paquete tampoco ha sido enviado a los niños. Stede, sin embargo, le explicó la semana pasada a Mary, quien entendió y les dijo que el paquete se retrasaría debido a la gran cantidad de envíos con los que se enfrentan los repartidores durante las vacaciones.
Se siente horrible tener que mentirles a sus hijos por culpa de un hombre con el que está completamente obsesionado.
Se queda mirando la página vacía, con la mente igual de en blanco, salvo por los pensamientos residuales de Ed. Se siente un poco tonto por lo mucho que extraña a Ed cuando se ha ido, pero no puede evitarlo, lo que se siente aún más tonto.
Con la cantidad de emociones que residen en su pecho, debería ser más que capaz de expresarlas en la página. ¡Diablos, ya pudo hacerlo antes! Pero no sale nada. Quiere que esto esté hecho mañana, otro pequeño regalo para Ed además de la correa de la guitarra. La correa no parece suficiente. Tal vez busque en línea y de alguna manera los entregue durante la noche, una hazaña que teme no será posible tan cerca de las vacaciones. Pero lo intentará de todos modos.
En la página de la izquierda, brilla ante él su poema completo de la otra noche, aquel por el que fue capaz de revelarse con facilidad. Stede ha releído lo que había escrito, una y otra vez, considerando agregar más para incluir la línea acerca de que sus corazones son los hilos de las mangas de su suéter, pero no puede encontrar una manera de incorporarlo. Es perfecto como ya está.
En este punto, Stede ha decidido que no llegará a tiempo, pero ha estado haciendo un esfuerzo para superarlo. Está cada vez más frustrado y sabe que la frustración no le permitirá escribir un poema de amor adecuado.
Con un peso que se hunde en su corazón, decide que el poema que ya ha escrito tendrá que ser suficiente. Será muy vergonzoso decirle a Ed que tiene que escribir el nuevo en otra ocasión, pero en realidad no tiene otra opción si quiere darle algo a Ed.
Stede cierra el diario con un suspiro y se recuesta contra los pies del sofá. No lo malinterpretes, el otro poema es perfecto, pero no es lo que estaba planeando. Nunca ha sido muy bueno manejando planes arruinados.
