Se encuentran en el supermercado.
Edward Teach es el cantante y guitarrista principal de Queen Anne's Revenge, una banda de rock más grande de lo que Stede cree. Todo lo que Edward quiere es dejarlo atrás, abandonar esa parte de su vida que fue alim...
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El día está lleno de aventuras: Stede finalmente conoce a Arthur, el rey del dominio de Ed; descubre más magia en la música de la que creía que existía; travesuras con bebidas diurnas y tragos de tequila; y una velada en la sala de juegos. Y cuando se trata de aventuras y descubrimientos, Stede aprende algunas cosas bastante... emocionantes.
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Ed sorprende a Stede conduciendo al límite de velocidad. Parece estar disfrutando de la música, cantando las canciones que conoce con su voz mantecosa que vuelve loco a Stede, y Stede es sorprendido mirándolo en múltiples ocasiones durante el viaje. Pasan sólo veinte minutos antes de que entren en Foaling, el pueblo vecino que es más pequeño que Pacific Hills pero que de alguna manera tiene más cosas que hacer. Está más cerca de la costa, por lo que supone que tiene sentido: hay muchas más atracciones turísticas para explorar.
El bar donde se detiene y frente al que estaciona está, en el mejor de los casos, en mal estado. HIGH TIDE BAR & GRILL se lee en un letrero de neón y la palabra "TIDE" parpadea violentamente. Es pequeño, achaparrado, con pintura agrietada y cubierto de banderas de barcos y cuerdas.
La decoración náutica del interior es todo lo que tiene en el exterior y más, temática marinera hasta el punto de que es casi nauseabunda, pero la sonrisa tonta de Ed al absorberlo todo hace que a Stede le guste.
"¿Qué quieres? Ordenaré mientras tú eliges una mesa para nosotros".
Stede se congela ante la repentina tarea de tomar decisiones en el acto. Espera a que su cerebro se recupere y balbucea: "Um, una cerveza sería genial; cualquier tipo está bien".
Ve un reservado en la esquina y se relaja. Stede siempre apuesta por los reservados de las esquinas. Es el que está más alejado de la gente y puede ver toda la habitación; es perfecto.
Ed se desliza en la cabina frente a él con dos Blue Moons y Stede sonríe. Le gusta esta marca. Stede le agradece a Ed y toma un trago de su botella, luego tararea con deliciosa aprobación. El sabor cítrico es lo que lo convierte en uno de sus favoritos.
"Hace mucho que no voy a un bar", dice Stede, admirando un enorme ancla de madera con un loro en un gancho clavado en la pared.
"¿De verdad?"
"Probablemente ha pasado, ¿un año? Era el cumpleaños de Lucius". Stede toma otro trago y dirige su atención a la mesa, y con un tono tranquilo y plano murmura: "Antes de eso, era un poco habitual".
Hay un momento de silencio entre ellos y Stede se da cuenta de que en realidad no era un detalle necesario. El calor le sube por el cuello por la vergüenza.
Y luego Ed dice: "Está bien, amigo. Yo también lo era".
Stede logra levantar la vista y encuentra unos ojos tiernos que lo miran con ternura.
