Se encuentran en el supermercado.
Edward Teach es el cantante y guitarrista principal de Queen Anne's Revenge, una banda de rock más grande de lo que Stede cree. Todo lo que Edward quiere es dejarlo atrás, abandonar esa parte de su vida que fue alim...
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El día está lleno de aventuras: Stede finalmente conoce a Arthur, el rey del dominio de Ed; descubre más magia en la música de la que creía que existía; travesuras con bebidas diurnas y tragos de tequila; y una velada en la sala de juegos. Y cuando se trata de aventuras y descubrimientos, Stede aprende algunas cosas bastante... emocionantes.
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El primero en la lista es Skeeball, obviamente.
"Eres extremadamente inflexible al jugar esto", comenta Ed una vez que están frente a las máquinas.
"Es mi favorito", interviene Stede con una amplia sonrisa. "Creo que soy bastante bueno en eso. Aunque no estoy seguro de qué tan bien me irá cuando estoy borracho".
Stede se apresura a sumergirse en la bolsa de fichas y saca dos. "Empecemos esta fiesta".
Le entrega uno a Ed, quien lo guarda en el bolsillo de sus vaqueros. "¿Puedo tener otro?" Él pide.
Stede lo mira con una expresión confusa. "¿Qué le pasa a ese?"
"Me lo quedo. Recuerdos, ¿sabes?"
El corazón de Stede se detiene por un momento. Mira a Ed boquiabierto durante demasiado tiempo con los ojos muy abiertos y la boca abierta. Corre hacia adelante y toma a Ed en sus brazos.
Tropiezan unos pasos por el impacto, pero Stede lo aprieta fuerte por la cintura y entierra su rostro en el hombro de Ed. Ed le devuelve el abrazo con la misma fuerza.
"Eres fantástico, cariño", murmura Stede allí, su voz llena de afecto. "Simplemente asombroso."
Ed agarra la parte de atrás del abrigo de Stede. Después de un momento, susurra: "¿Sí?"
Stede asiente. "Sí."
"Tú también, amor. No puedo pensar en palabras en este momento, pero tú eres todas las buenas palabras".
Stede se ríe y da un paso atrás lo suficiente para besarlo, suave y superficial. Sonríe contra los labios de Ed y dice: "Somos increíblemente cursis cuando estamos borrachos, ¿no?"
"Es jodidamente asqueroso y me encanta".
Se alejan y Stede se guarda una moneda.
"Recuerdos", suspira satisfecho. "Que yo te destroce ahora mismo también debería ser bastante memorable".
Ed resopla a su lado y Stede lo ve mirando hacia otro lado con una mano sobre su boca, conteniendo una risa. Finalmente se encuentra con los ojos de Stede y se ríe: "Lo siento. Eso sonó realmente sucio".
Stede se da cuenta de su elección de redacción y se sonroja mucho.
Ed se ríe y lanza su ficha. "Ah, eres jodidamente lindo. ¿Estás listo?"
Insertan sus fichas al mismo tiempo y presionan los botones de inicio, y Stede tararea ante el sonido satisfactorio de las bolas chocando entre sí mientras ruedan hacia abajo. Intercambian esa mirada desafiante una vez más antes de lanzarse a por la primera bola.
