Marcada | Sam&Mon Omegaverse.

Capítulo 15

- ¿Cuánto tiempo lleva tomando supresores?

- Honestamente... no lo sé, ya ha pasado casi una semana desde que esa chica la dejó así que supongo que una semana... Le advertí que no tomara esas pastillas pero ya sabes que tiene fama de ser testaruda. - Respondió Neung.

Neung miró a su hermana menor con tristeza, se había dado cuenta de que no había ninguna razón válida para intentar destruir la única relación que Sam realmente había defendido de su abuela. Finalmente había decidido apoyarla, incluso si eso significaba tener que cargar con el peso de mantener en secreto todo lo ocurrido con Kirk.

- Por cierto... ¿Qué planean hacer con Kirk?

- Aún no lo sé, lo tenemos bajo vigilancia pero no quiero tomar ninguna decisión sin Sam... Hay algo que ella tiene que hacer por su cuenta y sinceramente... debe ser difícil lidiar con la razón por la que lo mantuvimos con vida. - Dijo Nita, colocando una toalla mojada con agua fría en la frente de Sam para aliviar su fiebre.

- ¿Cuál razón? - Neung la miró, llena de confusión. - ¿Qué quieres decir?

- Pues verás...

Las palabras de Nita fueron cortadas cuando una de las sirvientas de Sam llamó a la puerta, saludando a ambas mujeres con una reverencia y anunciando que había llegado la persona por la que estaban esperando.

- Ya vuelvo, Neung... - dijo Nita levantándose y caminando hacia la puerta para encontrarse con Mon. - Por favor, quédate aquí, ¿vale? No queremos provocarla, después de todo, ella no es tu mayor fan.

Nita caminó por el pasillo afuera de la habitación de Sam, bajó las escaleras y finalmente vio a Mon, junto a otras dos personas.

Un chico de cabello negro, con ojos tristes que parecía bastante incómodo y, a juzgar por su olor, era un omega como Mon. Del otro lado, había una chica que parecía más segura y no emanaba ningún tipo de olor, Mon se aferró a su brazo como si la estuviera usando para sostenerse.

"¿Una beta? Uhm... quién lo diría."

Y Mon, la chica que había visto unos días antes, ahora era sólo una sombra. Incluso cuando la encontraron, después de haber sido torturada, cubierta en su propia sangre debido a los cortes y moretones que Kirk le había causado, no se veía tan mal como en ese momento. Podía sentir su pena y sin poder evitarlo, le revolvió el estómago.

"Tal vez en realidad si estén destinadas...", pensó para sí misma.

- Gracias a todos por venir... - Los saludó Nita, mirando directamente a Mon. - Mon, ¿Cómo estás?

- He tenido días mejores, no te mentiré... ¿Cómo está ella? - Nita se sorprendió por lo suave que era su voz, como si poco a poco se fuera apagando.

- Ella... bueno, tampoco está en su mejor momento ahora mismo.

- ¿Puedo verla?

- No creo que sea buena idea que la veas ahora mismo, ha estado conteniendo su celo por mucho tiempo y los supresores han alterado sus ciclos lo cual la ha vuelto muy inestable...

- No te ofendas pero no me importa si en estos momento es inestable o no... puedo sentir lo mal que la está pasando así que me gustaría que me llevaras a verla... - Mon la interrumpió. - Creo que es lo mejor para los dos.

Nita asintió, sorprendida por la determinación de la omega y por lo honesta que claramente estaba siendo. Odiaba ver a Sam sufrir y todavía no entendía cómo alguien como ella se enamoraría de alguien como Mon... pero tal vez no tenía por qué entenderlo.

Después de todo, conocía a Sam desde hacía más de diez años. Ella siempre había estado ahí a su lado. Cuando se enamoró y cuando perdió a su alfa, Sam estuvo ahí para ella, siendo siempre su mayor sistema de apoyo. Y aunque se hubiera enamorado de ella, ahora era su turno de apoyarla.