"La música es el tipo de arte que está más cerca de las lágrimas y la memoria."
-Oscar Wilde
Acompaño al chico por infinitos pasillos, fijándome en las paredes, las cuales están abarrotadas de fotos de un Matthew mucho más pequeño con sus padres. Me llama la atención un diploma enmarcado y me detengo de manera curiosa: "MEDALLA DE HONOR ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS AL TURNO DE OFICIO Dña Annie Collins en reconocimiento a su labor, dedicación y desvelos profesionales".
Collins, se me hace conocido ese apellido...
—¿Vas a quedarte ahí toda la noche? —pregunta alzando una ceja y le vuelvo a seguir el paso, hasta que llegamos a una puerta cerrada.
Saca un llavero repleto de llaves de distintos colores, buscando hasta que da con la indicada y abriendo segundos después. No me he dado cuenta de lo grande que es la casa hasta que giro mi cabeza, viendo el largo pasillo detrás nuestra.
Típico, niño de papá y mamá mimado que no sabe lo que es la vida. Frunzo el ceño cuando su voz me devuelve a la realidad.
—¿Entras o qué?
No dejo que me lo repita, acelerando, y una vez dentro, entorna la puerta. Se agacha frente a una nevera mientras curioseo rápidamente la habitación. Está plagada de luces que cambian de color, y un escritorio con ordenador ocupa gran parte del espacio. En un pequeño sofá gris mullido reposa una guitarra española, y otra eléctrica la acompaña. Varios libros se amontonan en una estantería a lo que intuyo que a él también le gusta la lectura.
—Es mi lugar de paz. —Me extiende un zumo de manzana con uva—. Es lo único que queda.
Le sonrío con amabilidad cuando lo agarro, agradeciéndole después. Matt abre ligeramente los ojos, sorprendido ante mis palabras, pero me sonríe de vuelta, algo que hace que me enfade ligeramente. ¿Este es Matt cuando está solo o es una ilusión? ¿Es este al que conoció Leia?
Cierra una libreta que descansa en el suelo, mirándome de reojo conforme la deja en una de las estanterías. Se pasa la mano por el pelo cuando gira sobre sus talones, rotando su cuerpo en mi dirección.
—Si no me dices tú nombre tendré que seguir llamándote friki.
—Puedes llamarme Alyson.
Pongo los ojos en blanco ante su expresión. Aquí está de vuelta el egocéntrico con aires de superioridad.
—Alys... —Frunce el ceño una milésima de segundo cuando mi expresión cambia repentinamente.
Nuevamente me quedo paralizada mientras las imágenes se agolpan en mi cabeza, como si de un view-master se tratase.
Hace dos años
—Alys —me susurró Andrew, zarandeando mi cuerpo, haciendo que poco a poco recobrara la consciencia—. Joder Alys, que susto me has dado, pensaba que te me ibas.
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Apuesta ¿conseguida? (1) #PGP2024
Novela JuvenilAlyson regresa a su pueblo con un claro objetivo: recuperar los recuerdos que su mente ha bloqueado. Pero no es solo la verdad la que busca; Alyson también tiene una cuenta pendiente con Matthew Hemmings, el popular capitán del equipo de fútbol que...