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Chan creía que el camino siempre era lo mejor del viaje, pues la música de fondo, el paisaje de noche y las estrellas, eso era mejor que el sol quemando en la cara y lo incómodo del calor a lo largo de un camino incómodo. Ir de noche era paz, tranquilidad y era evitar el tráfico que a veces se ocasionaba en el día, jamás había viajado de noche, no desde que llegó al país, pues al parecer estaba demasiado ocupado como para salir de la Ciudad siquiera.

El camino al río Han fue en silencio, muy a su pesar, Chan acepto el viaje, aunque muy dentro de él se sentía emocionado por ello, se sentía libre de responsabilidades, ¿Que más daba faltar un día a clase? No había problema, pues ya estaba suficientemente presionado por ello, solo quería descansar, que mejor que eso, que mejor que un pequeño y corto viaje a un lugar tranquilo, solo un viaje de unas cuantas horas en la madrugada, con la compañía de Seungmin.

Seungmin, de solo verlo el corazón le bailaba en un vals tranquilo y armonioso, verlo manejar, con ambas manos en el volante, susurrando la canción que iba sonando en el reproductor, viendo directo al frente, con un flujo prudente, tan correcto, Seungmin lucía tan calmado, era como la calma representada por un humano, realmente bello, realmente magnífico.

— ¿Quieres una foto? Esas durán más — Chan se puso rojo de inmediato, Seungmin sonrió y eso hizo que Chan se acomodara mejor en su lugar, con ganas de querer desaparecer por la vergüenza, le había cachado mirándolo como si fuera un tonto, el simple pensamiento lo hizo sonrojar.

— tienes toda la razón, debería tomarte una foto, sonriendo es mejor— saco su celular del bolsillo, Seungmin negó, ahora siendo su turno de sonrojarse.

— oh, por Dios, solo era una broma— estaban a nada de llegar, era solo hora y media de viaje, aún era temprano, estaba a casi nada de dar las diez y treinta de la noche. Chan puso la cámara y a pesar de que Seungmin dijo que era una broma, él tomó la foto que quedó de maravilla, quizá sería más significativa que nunca, quizá se perdería en la galería, cualquiera que fuera el futuro de esa foto, era la primera de muchas que habría de por medio.

El perfil de Minnie era una maravilla, nadie podía negarlo aunque quisiera, su nariz perfilada, el cabello siendo rebelde por el aire de la noche y la sonrisa que se asomaba grande, de verdad era una hermosa foto, Chan quería fotografiarlo siempre, pues lucía hermoso, de verdad lo hacía, hermoso, como el otoño, hermoso, como el buen clima, hermoso como las flores de cerezo, hermoso, simplemente hermoso.

— luces como un ángel, minnie— Seungmin se sonrojo aún más, mientras estacionaba el carro, no sabía que decir, no estaba tan acostumbrado a los halagos, sí, de joven su novio se los daba por doquier, pero ahora era distinto, escuchar halagos de otra persona era raro, jamás nadie aparte de YungBin le había dicho un halago , realmente era distinto, pues al decirle ángel no solo era por su exterior, sino también por su aura misma.

— ya llegamos— avisó para desviar el tema y dejar de ser el centro de atención, imposible, pues los ojos de Chan siempre lo encontrarían— a partir de aquí, toca caminar ¿okey?

— me gusta hacerlo, así que no tengo problema con caminar, estirar las piernas me haría bien— Le dió una sonrisa y pronto bajaron del auto, Chan tenía la intención de abrirle la puerta, pero no fue necesario, Seungmin salió por si solo, no estaba acostumbrado a que le hicieran eso actos, pues, ningún hombre le abría la puerta a otro, eso no estaba acostumbrado. YungBin jamás lo hizo, no lo encontraba necesario, pero Chan quería hacerlo, Chan quería demostrarle que los actos de interés no tenía que ver con algún género, que los hombres también podían recibirlos, pero mejor suspiró y decidió no decir nada al respecto.

Caminaron en silencio por el resto de camino, camino que no era muy largo realmente, estuvieron en un silencio nada incómodo, más bien un silencio bastante reconfortante, iban uno al lado del otro, casi hombro con hombro, admirando el alrededor, la ciudad lucía despierta de noche, aunque no había mucha gente en la calles, las luces era muy importantes, pues le daban vida al lugar; el parque estaba muy cerca de ahí, solo cruzando la calle, realmente no estaba lejos de donde dejaron el auto estacionado, pero el parque era grande y recorrerlo les tomaría tiempo, no importaba, Chan aprovecharía el regalo de cumpleaños.

Café Macchiato (Chanmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora