El tiempo pasa. No podemos simplemente pedirle que se pare, que no avance, que se detenga, no podemos simplemente detenerlo, ni siquiera pidiéndole por favor que paré. Tengo la leve sospecha de que ni el mismo tiempo sabe cómo pararse, tan acostumbrado a seguir sin mirar atrás. Quiero creer fielmente que es por eso que no se detiene, sin embargo, en ese día, Chan quería que el tiempo ya no avanzará. Pues un segundo más, era un segundo más cerca de ver a Seungmin unir su vida a la de alguien más. Ver a Seungmin pertenecer donde siempre había estado, con quien siempre había pertenecido.
Pero el tiempo pasa, pasa rápido y Chan era testigo de ello. Verlo hace tres días vestido de blanco le hizo saltar el corazón en anhelos esperanzados de ser él quién lo llevará al altar. Estaba enamorado, la noche del 23 de diciembre decidió aceptarlo en voz alta. Enamorarse de Seungmin era un placer, amarlo era la gloria, pues Seungmin merecía ser amado, ser amado, tan bonito, tan sincero, tan leal. El corazón de Chan le pertenecía al chico, incluso si este no estaba al tanto de ello, lo amaba, lo amaba en silencio sin querer reprimirse, verlo en ese traje blanco, con ese brillo en los ojos y esa enorme sonrisa que fue culpable de que lo amará, Seungmin lucía perfecto, a un paso de su futuro y ansiado por unir su vida a alguien más.
Chan ya no sintió celos, sintió nostalgia, quien amaba no lo amaba, a quien amaba, a Seungmin, quien nunca tuvo el placer de conocer sentimentalmente, se quedó con tantas ganas de saber a qué sabían sus besos, pero se quedó con más ganas de cuidarle el corazón y darle calidez, una calidez que era ausente por parte de YungBin. YungBin era alguien que parecía no aprovechar de buena forma la manera en la que Seungmin amaba. Chan estaba preocupado, preocupado por su amigo al que parecía que no lo amaban lo suficiente.
Lo comprobó el día de navidad. Pero antes de hablar sobre ello, les quiero contar que ellos hicieron una pequeña comida el día 24 de diciembre para celebrar la temporada decembrinas, Chae, Sana, Changbin, Seungmin y Chan decidieron hacer una cena al cerrar el negocio, una pequeña cena entre ellos solo para festejar la época tan bonita, ya el 25 la pasarían con sus familias o en algún otro lugar, pero la tarde de ese día, les pertenecería a los cinco chicos; la víspera de navidad era maravillosa, sin duda, una magnífica temporada para reconocer el esfuerzo del año y el amor de nuestros alrededores. Changbin preparó parte de la cena, hizo lasaña sin que se le quemara de ningún lado, Chae hizo el postre, rica tarta de frutas y galletas de canela con forma de muñeco de gengibre, Seungmin trajo el vino, uno de los más caros que había en su casa, Sana las guarniciones para completar la comida y Chan otra comida principal: el pavo. Todos comieron rico, entre bromas y charlas del día, todos hablaban en la mesa y bromearon entre ellos, así duro todo el rato en el que comieron.
— Chicos, la barriga va a explotarme— Chae se sobo la pancita, estaba inflamada y los pantalones le apretaron, tanto así que desabrochó el botón.
— Chae, te comiste más de la mitad del pavo que trajo Chan— Sana no mentía, realmente se comió la mitad de pavo— y no olvidemos que también te acabaste mi spaghetti.
— Lo trajiste para que se comiera, Sana— Protestó la pelirroja, pero Sana la miró con ojos entrecerrados.
— Sí, ¡PERO NO EL DE MI PROPIO PLATO!— se exaltó, Chae se rió entre dientes y alzó los hombros con inocencia.
— Sana, tú sabes que me amas, pero sabes que yo amo más a tu spaghetti— era adicta al spaghetti de Sana, era rico, sabroso, delicioso, maravilloso y demás.
— Y mi pobre pavo...— se quejo Changbin con un tonito chillón — también se acabó mi pavo, ¡no es justo!, solo ví que se agarró la pierna y comenzó a comerla como desquiciada.
— Es que si no como de sus platos, no siento que esté bien.— hizo ojos de perrito a los afectados, como si ella no hubiera roto ni un plato— Debo hacer sufrir a alguien para que mi comida sea beneficiosa.
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Café Macchiato (Chanmin)
FanfictionSIN EDITAR Seungmin solo es un chico con la mejor de las suertes, Chan solo es una persona con la peor suerte del mundo. ¿Qué pasa cuando ambos se den cuenta de que la vida, realmente no es como la creen? Una historia donde el amor está en todas...