Capítulo 8.

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Sergio.

No había podido dormir en toda la noche, me quedé despierto reviviendo en mi mente cada una de las recientes interacciones con Max, analizando su comportamiento, sus cambios y cada vez me quedaba más claro su objetivo.

Daniel y Max se habían burlado de mí, y puede que hubiese funcionado, quizá si las cosas hubiesen avanzado más yo me habría enamorado realmente, porque él tenía todo para que lo amara y descubrir la verdad más adelante seguro me habría roto.

Quería gritar, había sido un idota, ¿cómo es que llegue a pensar siquiera en amar a alguien como Max?, en el pasado hice todo lo posible por amar a Nico, por quererlo como me queria a mi y jamás pude sentir ni la mitad de lo que él sentía, pero había estado dispuesto a amar a Max, a una persona que no le llegaba ni a los talones a Nico, definitivamente era un idiota.

Llegué al circuito con la intención de confrontar a Max, no iba a quedarme sentado fingiendo que no sabía, aunque tampoco quería que se diera cuenta que me había afectado, tenía que fingir que para mi había sido solo un pasatiempo, algo sin importancia.

—¿Quién te hizo enojar para que tengas ese ceño fruncido?

Nico estaba detrás de mí, con esa hermosa sonrisa que me alegraba el día solo con verla.

—¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no me llamaste para que fuera por ti? ¿Dónde estás hospedándote?

—Vaya, no sabía que me extrañabas tanto.

Me relaje un poco, ver a Nico me hizo olvidar toda la situación con Max, como si de repente nada importara, él tenía ese efecto en mí y por eso lo amaba, no el tipo de amor que se siente por una pareja, era un amor distinto.

—Sabes que yo siempre te extraño, por cierto, feliz cumpleaños.

Abrace a Nico, sus brazos me hacían sentir protegido, me daban la seguridad que me faltaba en ese momento, no podía enfrentar a Max si Nico estaba aquí, sabía que sería un problema, si se enteraba de aquello seguramente lo mataría, además sentía vergüenza, le había hablado de alguien que no valía la pena ni que lo mencionara, tendría que esperar hasta que Nico se fuera, tampoco quería arruinar su cumpleaños, él se merecía un día especial y no que yo le arruinara las cosas con mis problemas y estupideces.

***

Max.

Llegué al paddock tan temprano como pude, era el día más pesado de la semana, la carrera, a Sergio lo llamaron un poco más temprano, así que no lo había visto.

Estaba hecho un mar de confusión, por un lado me sentía como un completo idiota por seguir adelante con todo el plan de Daniel después de todo lo que Sergio había hecho por mi y por otro lado no quería fallarle a Daniel, siempre terminaba siendo una decepción para todos, por primera vez quería hacer algo bien, enorgullecer a alguien.

Sergio estaba recargado en un muro cerca del hospitality, tal vez solo debía hablar con el, decirle que esto no podía continuar y luego hablar con mi padre y pedirle que hiciera algo para sacarlo del equipo con algún pretexto, mi padre era bueno en esas cosas, tal vez y solo tal vez, este sentimiento de culpa y remordimiento desapareceria de mi pecho, avance dos pasos y pude ver que no estaba solo, Rosberg estaba con el ¿que hacía ese idiota aquí?

Estaba apunto de ir con ellos, pero escuché la voz de Horner llamándome, quería ignorarlo, pero me era imposible ya que él movía las manos con desesperación para captar mi atención, Helmut llegó a su lado y no tuve más opción que ir con ellos.

Another love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora