Another love.

Capítulo 18.

Charles.

—¿De verdad no será extraño? —Lando estaba nervioso, podía notarlo.

—Tranquilo, ya es tradición que siempre que regresamos a Mónaco vayamos a cenar con mi familia, entre las carreras y los días que pasó en España los veo muy poco y siempre que tenemos oportunidad venimos a visitarlos.

—Ustedes dos son novios, es normal que lleves a Carlos con tu familia, pero yo... no lo sé, no quiero incomodarlos.

Carlos me lanzó una mirada rápida, Lando aún estaba un poco inseguro con todo esto, le costaba creer que era real, seguía sintiéndose como un intruso.

—No vas a incomodar a nadie —Carlos tomó su mano para darle un poco de seguridad— ellos te van a amar, tal y como lo hicieron conmigo, ya verás.

—Espera —Lando se soltó del agarre de Carlos y me miró— ¿tu familia sabe de esto?

—¿De los acuerdos que Carlos y yo tenemos? Claro, no es que les cuente toda mi vida sexual, pero hace algún tiempo salieron unos rumores de que se había visto a Carlos con una chica, en ese momento tuve que decirles que era algo que nosotros hablamos desde el inicio, después de eso Carlos tuvo más cuidado de no ser visto y yo me vi forzado a explicarle todo a mi madre, igual que él le explicó a su familia.

—Charles le dijo a su madre que llevaríamos a casa a alguien especial para los dos, ella ya debió deducirlo, jamás hemos llevado a nadie con nuestras familias, eso es muy personal, pero como ya te dijimos, para nosotros no es un juego.

Lando bajo la cabeza, sonrojado, se veía tan lindo cuando hacía eso.

—Lando ¿Crees que si las cosas funcionan entre nosotros tu familia esté en contra de esto? —Carlos me miró con el ceño fruncido, era muy pronto para hablar del tema, pero de igual manera teníamos que hacerlo en algún momento.

—Creo que al principio podrían sorprenderse un poco, pero ellos son muy... abiertos de mente.

—Eso es genial —esta vez fue mi turno de lanzarle una mirada a Carlos— entonces creo que lo único que falta es que tú te decidas.

—No lo presiones Charles, cuando él esté listo tomará su decisión ¿verdad?

Carlos a veces era mucho más paciente que yo. Dos días atrás Carlos organizó una cena para los tres, en la que habíamos planeado preguntarle a Lando si quería hacer aquello algo formal, estar en una relación los tres, pero él dijo que tenía que pensarlo, que aún no estaba del todo listo, era lógico que quisiera pensarlo, pero habían pasado dos días ya, dos días en los que era evidente que los tres debíamos estar juntos, que nacimos para eso y él se rehusaba a admitirlo, por miedo o por alguna otra razón, yo no lo sabía.

Llegamos a casa de mi madre y ella nos recibió como siempre; con una inmensa sonrisa y emoción. La extrañaba siempre que estaba lejos, desde la muerte de mi padre había hecho todo lo posible por estar a su lado tanto como me fuera posible, últimamente pensaba mucho en la idea de que Carlos se mudará definitivamente conmigo, así podría pasar más tiempo con ella.

—¿Así que el pequeño Lando es esa persona tan especial que querían presentarme?

Mi madre abrazó a Lando como había hecho con Carlos y conmigo, si bien al principio no estaba muy convencida de que era una buena idea que involucráramos alguien más, cuando le dije que ambos en verdad estábamos enamorados de esa otra persona, termino por aceptarlo.

—Te diré algo Lando —Arthur, mi hermano menor, también nos acompañaba— si decides que no quieres estar con este par de idiotas, siempre puedes buscarme.