When we are together | Matty Healy

003 - Sorpresa

Narra Angy:

Hacía apenas unos cuatro días que conocí a Matty y aún no me lo podía creer. Ya no es solo que lo conociera; al final siendo una fan de The 1975 y viviendo en Inglaterra, era muy probable que algún día lo encontrara aunque fuera simplemente para hacerme una foto con él o que me firmara un autógrafo.

Aunque ya no era eso, era el hecho de que ahora iba a trabajar junto a él y, además, llevaba cuatro días escribiéndome con él o telefoneándonos. Claro que la mayoría de cosas eran temas del CD y los arreglos, pero era casi un sueño: hace cuatro días Matty no sabía de mi existencia y ahora nos mensajeamos. Y obviamente no pasó por alto para mí, en cuanto leí "ojos lindos" no pude evitar sonreír como una tonta, mirando el mensaje una y otra vez. Seamos sinceros, ¿quién no sonreiría como tonta si uno de sus cantantes favoritos le llamara así?

Pero, claro está, no todo iba a ser un camino de rosas: mis padres seguían estando muy presentes en mi vida. Tanto que me acababan de estropear la que iba a ser, posiblemente, una de las mejores mañanas de mi vida. Tenía unas tremendas ganas de encontrar ya un maldito trabajo que me permitiera independizarme y escapar del yugo de mis padres.

Pero eso fue tremendamente difícil puesto que estaba estudiando dos carreras, música y abogacía; era imposible tener tiempo para trabajar. Ahora parece que tendría un trabajo bastante lucrativo, seguramente totalmente desaprobado con mis padres. Aunque quería irme cuando antes de casa, tampoco quería hacerlo peleada con mis padres, pero cada vez tenía más claro que seguramente acabaría siendo así por mucho que quisiera evitarlo.

Hacía casi media hora que había escrito a Matty que llegaría tarde, aunque no le di las razones, por ahora no sabe nada de que en realidad acepté el trabajo con ellos a escondidas de mis progenitores. Sonaba ridículo la verdad, al fin y al cabo tenía 25 años; pero si podía evitar alguna pelea en casa lo hacía.

Empecé a dar vueltas por todo el edificio, estaba realmente inquieta y deseando que mis padres se fueran a esa reunión de una dichosa vez. Parecía que ese momento no iba a llegar nunca, puesto que ya era las 11:45 y aún no seguían en casa. Fui a la cocina a por un vaso de agua, me recosté en la repisa y, exhalando un resoplido de resignación, saqué el móvil de mi bolsillo para volver a escribirle a Matty de que parecía que me iba a retrasar todavía más.

Incluso estaba pensando en decirle si había la posibilidad de cambiar el ensayo a mañana o por la tarde. A decir verdad, me daba algo de apuro tener que decírselo ya que yo ni siquiera formaba parte del grupo y si ya el primer día iba con problemas, no querrían verme ni en pintura. en fin, no me quedaba otra, tampoco quería darles plantón sin decirles nada. Suspiré y, en cuanto comencé a escribir las primeras letras, el timbre de la puerta principal comenzó a sonar con bastante insistencia.

- ¡Angela! ¡Abre la maldita puerta, nos está desconcentrado ese estruendo! - gritó mi padre desde el despacho, el cual estaba bastante alejado de la cocina.

- Ya voy...- respondí de mala gana. El despacho estaba mucho más cerca de la puerta, no entendía porqué me mandaban a mí.

Ya no solo tenía que aguantar el llegar tarde a mi primera reunión o ensayo con The 1975 por ellos, ahora encima tenía que soportar que me hablaran de malas maneras. No me importaba abrir la puerta, total no estaba haciendo nada más que estar impaciente, pero odiaba cuando me hablaban con esas formas. No estaba yo tampoco para aguantar visitas, así que esperaba que no fuera nadie importante, tal vez alguien trayendo propaganda. Intenté quitar mi cara de pocos amigos y situé mi mano en el pomo de la puerta.

- Pero ¿Q...? - las palabras se atoraron en mi garganta en cuánto abrí la puerta y mis ojos se abrieron como platos.

- Hola, ojos lindos.- dijo con voz dulce guiñándole el ojo.