014 - What about these feelings I've got? - Parte II

41 9 6
                                    

Narra Matty:

Los cuatro salimos del hospital, me cubrí de nuevo con las gafas y la capucha para evitar ser descubierto de nuevo. Llegamos a los coches y, como mi casa era la que estaba más cerca de la de Angy, decidimos que yo la llevaría de vuelta. 

Me despedí de Susan y Megan y esperé a Angy en el coche mientras se despedía de ellas. No pude evitar mirar por el retrovisor para ver lo que hacían. Parecía que estaban teniendo una pequeña discusión. Supuse que sus amigas le estaban reprendiendo por no hacer nada respecto a lo de su padre y, en eso, estaba totalmente de acuerdo con ellas.

Angy se despidió de ellas y vino hacia mi coche. En cuanto se sentó en el asiento del copiloto, simplemente esbocé media sonrisa y arranqué para llevarla a su casa. Imaginé que ahora no tendría ganas de hablar, pero no podía volver a casa sin tener una charla con ella.

Por ahora, preferí callarme y poner una playlist de David Bowie, ya que sabía que era uno de los cantantes preferidos de Angy, para hacerle el camino un poco más ameno. Nos pasamos todo el camino cantando a pleno pulmón grandes éxitos como Starman, Heroes o Let's dance. Al fin volvía a ser ella misma; tan sonriente, entusiasta y alegre. Esa sonrisa y ella disfrutando de la música era una imagen que nunca me cansaría de ver.

— Hemos llegado a su destino, bella dama —le dirigí una sonrisa cuando hube estacionado unos metros alejados de su casa para que nadie nos viera, junto a una pequeña arboleda.

— Muchas gracias, flamante caballero —rio siguiéndome la broma mientras los dos bajábamos del coche. Parecía que la música la había relajado un poco.

— ¿Estarás bien, linda? —le miré preocupado. Quería asegurarme que de verdad estuviera bien.

— Si, no te preocupes —desvió ligeramente la mirada.

— Es imposible que no me preocupe, Angy —tomé su mentón con una mano para alzar su cara y mirarla a los ojos—. Te acabo de acompañar a poner puntos en tu cara por culpa de tu padre. ¿De verdad esperas que no me preocupe?

— En serio Matty, estaré bien —situé mi mano en su muñeca, con la que sujetaba su mentón—. No me pasará nada.

— Quiero sacarte de ahí, maldita sea —la solté y apreté los puños a ambos lados de mi cuerpo—. No voy a estar tranquilo mientras vivas bajo el mismo techo que ese imbécil. Me siento completamente inútil sabiendo que no puedo entrar en tu casa y no puedo protegerte. Y que tampoco me dejas sacarte de ahí —esa rabia e impotencia volvieron a apoderarse de mi. La imagen de Angy desmayada y herida era algo que no estaba dispuesto a volver a permitir.

— Matty, tranquilo. Se lo he dicho a mis amigas y te lo digo a ti. Estaré bien, solo necesito un poco más de tiempo.


Noté como sus manos acariciaban las mías para que destensara los puños. Tenía unas manos tan suaves y cálidas. Y me miró a los ojos con una dulzura que sentí un pequeño pinchazo en el corazón.

— ¿Cuánto más? —salí de mis pensamientos y regresé a la conversación.

— No lo sé, tal vez unos meses. Pero...

— Mierda, Angela. ¿En serio unos meses? Tienes que contárselo todo, mandarlos a la mierda y salir de ahí pero ya —la pequeña relajación que había sentido por un instante se esfumó al escuchar que tenía intención de pasar unos meses más en esa casa.

— No es tan fácil, Matty. Ya lo has visto. Solo necesito que las cosas se calmen para decidir cuando hacerlo —respondió con calma. Pero yo no podía calmarme.

When we are together | Matty HealyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora