006 - Pretend

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Narra Angy:


Mentiría si anoche, después de mi cita con Matty, conseguí dormirme enseguida. Aunque tenía muy claro el separar el amor, o cualquier tipo de relación intima, del trabajo una tampoco es de piedra. Era difícil no tener el corazón a mil por hora después de salir a cenar con uno de mis cantantes favoritos y que él no dejara de tontear en toda la noche. Con el cual, además, iba a trabajar en su nuevo disco. ¡Si esto era un sueño no quería despertar!

Lo cierto es que desde el momento en que comenzamos a charlar en ese ambiente más distendido y no tan estresante, fuera del estudio, sentí que conecté con Matty. Conectar en el sentido de que era una persona abierta y con la cual se podía tener una conversación adulta; tener diferentes puntos de vista pero saber tener una conversación cordial. A pesar de lo que mostraba de cara al público, era un hombre bastante maduro, así que creo que no iba a ser difícil trabajar con él.

Al menos en ese sentido de madurez, pero después estaba el otro lado opuesto de su personalidad. Era un completo "Don Juan", estaba claro que disfrutaba continuamente de flirtear y llamar la atención de las chicas, sobre todo aprovechando el sexappeal que le daba el ser una estrella del rock. Aunque le dejé claro durante la cena que no iba a pasar nada entre nosotros, me daba en la nariz que tendría que seguir lidiando con ese continuo flirteo hasta que se de por vencido.

Cuando me desperté por la mañana, me di una ducha y bajé a desayunar con mis padres, como de costumbre, antes de que se fueran a trabajar. Sabía que tarde o temprano debía decirles de mi nuevo trabajo, pero tenía que pensar bien como hacerlo para no provocar una guerra civil en casa. Mientras tanto, tenía que aparentar normalidad y hacer la rutina de siempre en casa, para no levantar sospechas y que no comenzaran a hacer preguntas si comenzaba a tener un comportamiento fuera de lo normal.

Sabía que no estaba bien ocultarles esto, de hecho si hubieran sido unos padres más normales y permisivos iría a contarles lo emocionada que estaba por este trabajo y lo feliz que me hacía. Pero sabía como eran y todo lo malo que pensaban de Matty, así que intentaría ocultarlo el mayor tiempo posible hasta saber como decírselo recibiendo el menor daño posible.

Claro está, durante el desayuno hablamos, sobre todo, de mi entrada a su bufete de abogados. Si todo iba bien, entraría a finales de este año o a principios del siguiente. Lo cual, estando ahora a junio, me daba un margen de maniobra de unos 6 meses para pensar en como y cuando les decía que no tenía intención de ejercer de abogada y que quería dedicarme a la música junto a The 1975.

Subí a mi habitación y abrí los libros de derecho para que mis padres creyeran que me seguía poniendo al día con los casos que me habían dejado para que fuera habituándome a lo que se suelen enfrentar en el bufete.

- Estamos muy orgullosos de ti, hija -escuché como mi madre entraba en la habitación. Me di la vuelta y vi como mi padre seguía sus pasos hasta mi-. Vas a ser una excelente abogada -sonrió con orgullo al ver todos los papeles de casos que tenía esparcidos sobre mi escritorio.

- No nos decepciones -añadió mi padre serio. Con la mirada más fría que el hielo-. Los posters, siguen en tú pared.

- Aún no estoy en el bufete... Y tampoco es que ninguno de tus socios vaya a entrar en mi hab...

- Antes de que acabe el año los quiero fuera. ¿He sido claro? -dijo seco, sin dejar siquiera que terminase mi frase.

- Si padre... -murmuré dándoles las espalda y regresando a mi escritorio.

- Tal vez si entre alguien en algún momento -mi madre puso una mano sobre mi hombro-. Hay un joven en el bufete, un par de años mayor que tú, Marc se llama. Es alto, rubio, de ojos azules, atlético, serio y de ideas claras. Es perfecto para ti.

When we are together | Matty HealyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora