Junio de 2015
Narra Angy:
Hacía a penas unos meses que había cumplido los 25 años y, al fin, pude terminar el maldito máster que me convertía en abogada. No era que me apasionara, pero si quería seguir sin que mis padres se dieran cuenta de mi "hobby", debía sacármelo. Y, hablando de mis padres, su "súper" regalo de cumpleaños para mi fue el asegurarme que, en cuanto pudiera, me harían socia del bufet de abogados de mi padre; puesto que para ellos era motivo de orgullo tener otra abogada con matrícula en casa.
No obstante y mientras el hacerme socia no llegara, tenía claro que quería aprovechar esos pequeños momentos de libertad para hacer lo que realmente sí me gustaba y apasionaba: seguir componiendo mi propia música, tocar covers con mis amigos y cantar mis propias canciones en solitario.
No habría podido conseguir llevar esta doble vida sin la ayuda de mi tía Amelia, la cual estaba completamente metida en el mundo de la música como mánager o cazatalentos, consiguiendo todos nuestros conciertos en pubs y bares hasta la fecha; y mis primos, sus hijos. Todos ellos tampoco estaban de acuerdo en que por ser de familia rica, tenía que hacer lo que ellos quisiera; así que siempre me brindaron todo su apoyo en mi pequeña y humilde carrera musical.
A pesar de todo y de la gran euforia que sentía las primeras semanas en las que me pude dedicar a tiempo completo a la música; ese sueño se fue desvaneciendo poco a poco llegando la triste fecha de hoy: 10 de junio de 2015. Hoy era el último día en que daría un concierto ya que mis amigos habían tenido que dejar el grupo y mis padres me comunicaron que seguramente, a final de año, mi momento de convertirme en socia llegaría. Así que le dije a mi tía que me consiguiera un último concierto para mí sola para poder despedirme de mis sueños y comenzar a mentalizarme que, a pesar a haberlo intentando evitar, llegó la maldita hora de convertirme en abogada.
Mi tía Amelia sabía cuanto me gustaban The 1975, así que movió sus hilos para conseguir que mi último concierto en solitario fuera en el local en que ellos dieron su primer concierto. La verdad es que Amelia era más como mi madre que mi propia madre y no podía estar más agradecida por esto y por todo lo que había hecho por mi en todos estos años.
A pesar de que el grupo de música con mis amigos ya había desaparecido, ellos querían estar conmigo en este último concierto ya que sabían lo complicado que iba a ser para mi el día de hoy. El concierto era a las 8:00PM, pero quedé con ellos allí a las 6:00PM para tomar algo y charlar antes de hacer la prueba de sonido y todo lo demás. En cuanto me aseguré que mis padres no pudieran descubrirme, llevé todo lo necesario para el concierto a mi auto y, una vez todo listo, sólo me quedaba ir a recoger a mi tía para ir al lugar.
- ¡Hola cielo! - justo en el momento en que iba a llamar a mi tía para decirle que ya salía para su casa, apareció de la nada corriendo.- ¡Qué guapa estás!- me abrazó con fuerza y después se apartó para mirarme de arriba abajo.
- Hola tía.- sonreí a la vez que la miraba extrañada.- ¿Qué haces aquí? ¿No habíamos en que pasaría a recogerte.
- Si cariño, pero me ha surgido un imprevisto, así que iré con mi coche.- sonrió mientras acomodaba dos mechones de mi rubia melena a ambos lados de mi cara.- Nos vemos directamente allí ¿de acuerdo?
-Bueno, puedo esperarte si no te va a llevar mucho tiempo, solo déjame avisar a Emily de que llegaré un poco tarde a mi reunión con ella y los demás.
- No, no. Ves con tus amigos. De verdad que no es nada. Tu solo ve y disfruta.- insistió con la cara casi desencajada, como si quisiera deshacerse de mí a toda costa, fue realmente raro.
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When we are together | Matty Healy
FanficAngela, nacida y criada en el seno de una familia adinerada de Inglaterra; busca una vía de escape a esa vida estricta que conlleva ser de linaje noble inglés. Esa escapatoria llega en forma de cantar un pubs a lo largo de Mánchester y componer su p...