Capítulo 1: "EL EDIFICIO CON ESPEJOS"

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Era un nuevo día bajo el círculo de cristal. Todos los habitantes iniciarían sus actividades con el mismo deber y alegría, a muy temprana hora en la sección de Nerutos (la cuál era una de las tres secciones más importantes para todos los gobernantes del círculo, tal vez se podría decir que eran los preferidos por Sloachist. El fundador de la misma circunferencia de cristal que todos habitaban).

Tres secciones eran imposibles de describir gráficamente, todos sus habitantes y cosas de cada una eran difíciles de especificar, pero todos los hogares estaban construidos de la misma manera y forma que cualquier otro, parecían haberse puesto de acuerdo en algo para que todos fueran iguales por si mismos, y entre sí. En la misma sección, era dónde se encontraba el hogar de la familia Parker McElroy a la entrada; esa misma mañana era el día libre de Eustace, no tenía trabajos extras de su curso de Historia, ni asuntos importantes que lidiar con su habitación desordenada, bueno casi ni eso. Para Eu, era mejor dormir un rato, que estar lidiando con toda su habitación; y esa se convirtió en la mejor solución: Dormir.

A continuación, esa misma mañana el Señor Parker había recurrido a enviar a su hijo a la Secta de Sloachist para que entregara el disturbio a los lideres menores de las Secciones del lugar, Eu tiene que adentrase principalmente en el edificio de espejos y ahí poder entregar las noticias que se reciben a diario por allá afuera. El padre de Eustace juntó con los demás soberanos vecinos de su sección realizan distintas actividades antes de irse a dormir para que toda la madrugada se fije la información que les llega a los telescopios, cámaras, micrófonos y esas cosas que están afuera del cristal, para que al día siguiente puedan ser entregados a los lideres medios del fundador Sloachist. Y ese día el que le tocaba entregar lo fijado de la madrugada anterior era a Eustace salió de su casa a toda prisa, llevaba ya la cesta de metal con la información Neruta escrita y redactada por aparatos de su sección, su padre era el jefe de la sección Neruta. Es por eso que a él le llegaba la información de las otras familias Nerutas que hacían lo mismo que ellos antes de ir a la cama y poder recostarse de un día de tensión y muchos nervios, Eu llevaba en la cabeza pensando todo lo que tenía que hacer con los documentos era llegar hasta el edificio de cristal, subir hasta el piso séptimo y lidiar con escalones de mínima altura para llegar a la puerta de metal con letras de rojo con las iniciales de: "SS", que ambas significaban: "Secta de Sloachist". También llevaba presente que al terminar lo más simple que era atravesar todo eso y abrir la puerta era saludar a los presentes de la sala, y entregarles la información cordialmente a los lideres de una forma buena y de simple acción. Eu pensaba que lo haría bien, pero al paso del tiempo se ponía cada vez más nervioso, luego recordaba que tenía que hacerlo en honor a su padres y sus vecinos de la sección, solamente para no defraudarlos. O sencillamente, para no defraudarse a si mismo, su cabeza dio una incesante pregunta sin respuesta. ¿Qué pasa si no lo hago bien, sospecharán de mi y pensarán que soy un infligido?. Nuevamente recordó, al llegar a la puerta del edificio de cristal que ahí había encargados y jefes que administraban e inspeccionaban a todo Afro que se infligía en el edificio.

En la puerta principal del edifico estaban dos jefes que se encargan de fijar a las personas con un aparato que a la misma vez parpadeaba y giraba en torno ya sea con luz verde o roja. Si era verde, significaba lo siguiente: Libre del todo. Pero si se infligía luz roja en el aparato quería decir que estabas traicionando al círculo de cristal. Eu, quería lo mejor para él. Esta vez no se puso del nada nervioso por que sabia que él no había hecho nada mal para que el aparato fijara la luz parpadeante roja contra su cuerpo casi amarillento.

Cerró los ojos, llevaba en su mano derecha los documentos protegidos con la cesta de metal, que está llevaba una clave que solamente su padre y el fundador la sabían. El aparato redondo sujetado de cuerdas al brazo de disparador dio un pitido en sinónimo de "Libre del todo", a la misma vez, en poco tiempo y milésimas de segundos el aparto estaba verde del todo. Pero aún más se pusieron verdes las dos personas del lugar cuando se dieron cuenta de que el muchacho llevaba a su cargo aquella caja metalizada de color plateada.

EL CÍRCULO DE LA AMISTAD © //TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora