Capítulo 4: "FUERZA DE VOLUNTAD"

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La nieve seguía cayendo, Eu continuaba avanzando. Llego hasta un punto dónde el camino se ampliaba más y este guiaba a otro camino, Eu siguió por el mismo sin darle tanta importancia el otro. Fue cómo si nuncá lo habría visto, llevaba sus manos frías a igual que algunas partes de su cuerpo, sus manos estaban tensas pero seguían en orden, su abrigo que llevaba no resisitia tanto al frío de ese lugar.

De pronto un incesante sonido se escuchó a muy cercas de él, algo se habia estallado a muy poca distancia de Eu, una cosa nueva más para su cabeza. Más presión. Eu se detuvo, se habia espantado, por si fuera poco camino en dirección a donde se habia escuchado aquel incesante disturbio, era una nave que habia chocado contra un inmenso árbol, el tronco habia caído, Eu estaba mirando fijamente lo sucedido por detrás de un tronco hueco de otro árbol caído a muy pocas distancia de lo ocurrido. Fijamente siguió mirando Eu la nave que se habia impactado, hasta que las puertas de está se abrieron y de ella lograron salir dos personas con trajes blancos y mascaras que sujetaban desde sus bocas hasta sus ojos, tapaban la mayor parte de su rostro y era imposible verlas fácilmente. Al contrario para Eu era difícil ver el rostro de aquellas personas.

Ambas personas bajaron de la nave dando un pequeño salto hasta caer a la delicada nieve blanca que ya hacia en el piso, y aún continuaba cayendo más. Eu voltio la mirada al su lado derecho, estaba una chica de cabello rojizo que también estaba espiando a las personas que se habían impactado de la nave, la chica rojiza no habia visto a Eu, pero Eu a ella sí. Desde luego, ella se acercaba más inclinándose y arrastrándose por el césped cubierto de nieve y lográndose ocultar en los distintos troncos de frente; Eu la siguió.

Ella estaba por detrás de otro tronco mirando a las dos personas lo que hacían, todos su movimientos. Eu estaba por llegar hasta ella, cuando la chica percibió sus pisadas en la nieve, era una chica astuta y preparada para lo que hizo fue sacar su cuchillo que llevaba en su bota gris y darse la vuelta.

La punta del cuchillo estaba encima de la garganta de Eu.

—¡Espera! —dijo Eu casi muriéndose del miedo que tenía a su frente.

—¿Quién eres? —preguntó la chica lanzando a Eu al piso y ella por encima de él aún con el cuchillo en su garganta, casi lista para desliz arlo y cortar su garganta—, ¡vamos contesta!

Eu se limitó a responder del miedo.

—¡Contesta! —grito la chica de cabello rojo y ojos negros, parecidos a los de Eu.

Por el grito ocasionado por ella, la cuál se llamaba Besth con su acto de gritarle a Eu notifico a las dos personas que ellos estaban presentes en el mismo sitio. Las dos personas se acercaron sinuosa mente por dónde provino el grito que era a muy poca distancia.

Llegando hasta el lugar, tomaron a Besth de la espalda y la cargaron, el cuchillo cayó al piso cubierto de nieve espesa y blanca por lo que Eu lo único que hizo fue correr desprevenidamente alterándose más, sus latidos del corazón aumentaron pero Eu seguía corriendo y escuchando los gritos de Besth se detuvo.

Eu regresó, tomó el cuchilo que seguia en el piso y pinchó la pierna de aquella persona (si es que era una persona), esta dejo caer a Besth y al momento de hacerlo ella corrió llevándose a Eu del brazo y juntos corriendo entre los árboles. La persona que habia sido pinchada indicó a la otra que los siguiera, Eu y Besth se dieron cuenta de que eran perseguidos por lo cuál Besth usó el razonamiento a su máxima velocidad.

—Esto es de vida o muerte —dijo Besth con voz ronca—. Debemos de aumentar la velocidad si es que no quieres morir... sarcásticamente agregó.

—Lo haré —añadio Eu—, si es que dejas de hablar tan sarcásticamente... sonrió y logró correr más que Besth.

Eu aún llevaba en su mano el cuchillo que le pertenecía a Besth. Y al frente cayeron los dos, era una bajada que ocasiono que tropezarán y lograran golpearse la cabeza infinidad de veces con los troncos caídos del lugar y algunas rocas escondidas entre la nieve, cayeron ambos sin poder ponerse de pié nuevamente, y las dos personas que estaban acechándolos llegaron pronto.

EL CÍRCULO DE LA AMISTAD © //TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora