Capítulo 22: "UNA RECOMPENSA INESPERADA"

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El cielo también oscuro se abrió haciendo una pequeña entrada para que los dos individuos lograran llegar a su destino. El tele-transportador los dejó en el lugar requerido, mientras que al caer el dolor fue inmune gracias a los poderes incluidos del mismo viaje, cerrándose el hoyo en el cielo y quedándose tan tranquilo como antes.

—Sujeta... mi brazo... —dijo Eu mientras iban cayendo, fue algo correspondiente de su parte, pero cuando se dieron cuenta de lo que pensaban que sería la severa caída se quedaron tan tranquilos contemplando las maravillas que les estaban sucediendo a ambos, ¿y podrían llamarse maravillas? mientras las dichas maravillas posaban al frente en torno a su propia vista y con sus ojos. 

El dolor había desaparecido tiempo antes de la entrada al tele-transportador en el otro sitio (situado tiempo antes). Él, junto con Besth se miraron a la cara en el momento que llegaron al sitio en total tranquilidad. Estaban ya de pié, en la misma zona de Gyrvania. 

—¡Cambias radicalmente! —aclamó Besth todavía mirando los ojos de Eu—. ¡Llevas un volcán en tus ojos!

Eu le miraba sin comprender al instante el primer comentario que Besth realizaba nuevamente en Gyrvania, pero sin duda, Eu llevaba presente en su respectiva mente que había surgido un cambio radical en su cuerpo, y nunca se llegó a pensar que ese cambio afectaría en doble sentido a sus ojos. Su misma mirada de siempre, su forma de pensar no alteraba algo serio. Enseguida en Gyrvania, Eu notaba algo raro en cuanto a el  sitio, ese era el punto por que ya no había más Slogant. 

—Y respectivamente nos toca actuar —murmuró Eu, mientras que la mirada interceptada que tenía al frente de ojos negros se había escabullido en segundo gracias al sonido que logró percibir desde la bolsa izquierda de su pantalón, el sonido era interrumpido por la misma tela de la ropa de Eu, fue por eso que no se lograba percibir del todo bien. 

—¿Qué sucede? —preguntó Besth refiriéndose al sonido. 

—¿Y ahora qué? —exclamó Eu como si ya estuviera harto. 

En la perspectiva bolsa de la tela no dejaba de parar aquel sonido interrumpido. 

—Pregúntate a ti —añadio Besth pestañeando—, el sonido proviene del bolsillo de tu pantalón, ¡debes de mirar!

Eu actuó introduciendo su mano en su bolsa para después llevarse con la grata sorpresa de encontrar algo muy desconocido. En su mano llevaba un pequeño artefacto en forma de cuadro, en cada cara del cuadro llevaba un material destinado para cada una, de las cinco caras (una de ellas no cuenta por el simple hecho de que las dos caras, tanto la de arriba como la de abajo estaban hechas del mismo material), de esas caras que completaban al cuadrado, solamente tres materiales eran reconocidos. 

 Eu le miro fijamente, mientras que en el lado de abajo que era de cristal logró mirar su nueva apariencia y añadiendo a la vez: —¡JOYAS! —dejando al descubierto su sonrisa tan blanca como el recuerdo que llevaba prensado de la nieve—. ¡Mis ojos, ¿lo ves?!

—En una circunstancia cómo esta, cuando el Sol esta apunto de salir y nuestros amigos están en peligro solo te impactas al ver el cambio que has dado —dijo Besth seriamente—. ¡Es grato, solo si se trata de una persona como tu! Pero... entiende, no podemos... bueno, al menos yo y creo que tú también. No podemos hacer nada al respecto, se que eres un viajero pero tengo una mínima esperanza que puedas controlar el desastre de todo esto. 

 Eu bajó el artefacto, de nombre: Mojleha.

—A duras penas. 

Aquel artefacto que Eu llevaba en sus manos y que tiempo antes se había encontrado era uno de los principales reconocimientos para los viajeros, entre todos ellos —pero los más visible—, solamente podrían tenerlos los más destacados. El Mojleha o, de nombre común y mejor conocido ente ellos como, los ARMI, "Aciertas Recuerdos de Mentes Improvisadas" o, "Acuerdas Recuerdos Mayores de Inmediato". Los otros viajeros de otros años, nunca explicaron bien los artefactos (o recompensas) que ellos mismos creaban para si mismos. Existían legados, leyendas y esas cosas acerca de todas las creaciones, pero ninguna de ellas las acertaba. ¿El por qué? Porque nadie de los averiguadores o de mentes congeladas que deseaba saber todo lo relacionado con ello era un viajero. 

EL CÍRCULO DE LA AMISTAD © //TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora