Capítulo 5: "SERPIENTE «SLOGANT»"

176 13 4
                                    

Al día siguiente, Eu estaba despierto a primera hora del día, ya había acomodado el cuartel dónde habia podido dormir (ni tanto), pero pudo hacer lo más necesario para tener demasiadas energías para ese día. Se sentó en la silla que estaba a un lado de la mesita del  cuartel, y se puso a pensar todas esas cosas que le daban vueltas en su cabeza. Principalmente pensó acerca de todas esas cosas que Segal habia dicho de los Nerutos acerca de que los Nerutos deberían de morir. Y Eu comenzó a plantear segmentos en su cabeza, segmentos conformes y coherentes que le distraían cada vez mas que los pensaba, ya sea con o sin coherencia. «Si me descubren de dónde provengo seguramente me van a matar. ¿Qué hago? ¿De que se trata todo esto? Desearía que solamente fuera un sueño, nada de esto es real, nada que tenga que ver con la Fuerza de Voluntad es real, ni con Besth ni Segal ni las otras personas, ni mucho menos con Elena, que asegura que hay otro segundo planeta. ¡PERSONAS CHIFLADAS HASTA EL ALMA Y CORAZÓN!», pensaba Eu, no hasta que alguien tocó la puerta del establecimiento donde se alojaba. 

Pero Eu no quiso atender, quedándose sentado aún, queriendo que todo fuera un sueño, pero repentinamente no era así, era real todo por que habia vuelto a escuchar la voz de Besth. 

—¿Qué quieres? —dijo Eu, no enojado sino confundido en la forma que habia preguntado a Besth. 

—¡Levántate! —corroboró Besth desde el otro lado de la puerta dando fuertes golpes a la puerta de metal—. Segal ha dado algunas cosas extras para ti, ¡anda vamos!, tengo que acompañarte en tu primer día de trabajos.

De último momento, Eu pudo reaccionar al llamado fuerte que se le ocasionaba por afuera de su cuartel asignado por la misma persona con la que había luchado, los dos juntos contra los Nerutos. Eu se sintió triste, imaginando que había decepcionado a su especie de una forma imperdonables, atacándolos. 

—¡Enseguida voy! —replicó Eu desde la silla—, a pesar de todo es temprano.

—Crees que me importa la hora —volvió a decir Besth algo furiosa y con su tono de voz más alto de la primera vez—; si no estás listo en dos minutos cómo máximo, podrás sentir algo que hiera no sólo tus sentimientos ¿eh? Por cierto, tu ropa está aquí, debes de usarla. Son ordenes de Segal.

—¡Ya voy, ya voy! —añadio Eu, se paro de la silla y se dirigió a la puerta a abrirla, tomó la ropa que Besth le ofrecía. Era un pantalón de mezclilla color verde, una camisa negra con un abrigo gris y un par de botas negras que le quedaban grandes, Eu tomó la ropa y dio un fuerte golpe a la puerta cerrándola.

—Un minuto —exclamó Besth.

—Dijiste dos  —añadio Eu. 

—Si, lo dije hace un minuto. El que paso, así que solo te queda uno. 

—Pero...  —Besth le interrumpió. 

—Eustace lo he dicho y punto —dijo Besth desde el otro lado de la puerta. 

No de mala gana, Eu tomó la ropa y comenzó a vestirse, quitándose por completo todo lo que él llevaba por encima, contando el abrigo que olía un poco mal, junto con las demás cosas. Ya luego de que Eu logrará poder cambiarse la ropa, salió del cuartel la luz del sol le pegaba en su cara y al frente no era tan visible poder ver. Pero allí estaba, Besth esperando a Eu. Y Eu habia demorado más tiempo de lo que Besth le habia dado como tiempo. 

—Demoraste mas de lo normal, amigo —supuso Besth dando una palma dita a Eu en la espalda. 

Eu aún estaba algo distraído por todas esas cosas que flotaban sin cesar en su cabeza, al inicio del día y ya queriendo hacer preguntas. Pero logro tranquilizarse y seguir el juego de todos ellos, más con el de Besth. 

EL CÍRCULO DE LA AMISTAD © //TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora