Ambitions of Rebekah Potter (TRADUCCION)

capitulo 13

Capítulo 13

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Rebekah abrió los ojos y dejó entrar la tenue luz. El techo de la enfermería. La habían trasladado del Bosque Prohibido a una cama en la sala del Hospital. Apoyándose sobre sus codos, vio que estaba sola salvo por las dos criaturas. La presa Thestral dormía en el suelo, tranquila y quieta. El Emperador se acomodó sobre su espalda, en su forma más pequeña de gatito.

¿Cómo se permitió la presa en la sala? Entonces se dio cuenta, no todos podían verla, y si la veían, no hablaban de ella.

Se sentó sin dolor, sorprendiéndose a sí misma y a Madame Pomfrey.

"¿Señorita Potter?" Gritó Madame Pomfrey. "¡Recuéstate en esa cama, o ayúdame, te encantaré!"

"¡Señora, me siento bien!" Gritó Rebekah, estirando la espalda y los brazos. "Ya no siento ningún dolor, sólo me duele".

"Eso es muy extraño", dijo Madame Pomfrey, cruzándose de brazos mientras estaba de pie junto a la cama y las criaturas dormidas.

"¿Qué?"

"Estos dos", suspiró con una sonrisa divertida. "Traté de hacer que se fuera, pero ella se negó. Siempre se alejaba de mi vista cuando se lo decía, pero ella siempre regresaba sigilosamente después de que apartaba la mirada".

"Extraño", comentó Rebekah. "Tanto los animales como las criaturas se sienten atraídos por mí. He tenido este problema durante años".

"Necesito hacer algunos exámenes más, luego llamaré al profesor Snape para que te acompañe de regreso a tu habitación", dijo, sacando su varita del bolsillo de su delantal. "No es necesario que te desplomes en el camino de regreso".

Rebekah asintió, con la voz atascada en la garganta. Esperó hasta Madame Pomfrey antes de levantarse de la cama y cerrar las cortinas. Rodeando el cuello de la presa con sus brazos, abrazó a la criatura. Thestral levantó su cuello y bajó la cabeza hasta apoyarla sobre los hombros de la niña.

Ella se quedó dormida rápidamente, regresando una vez más al vacío sin fin que era su subconsciente. No pasó mucho tiempo antes de que Snape abriera las cortinas y luego suspiró al ver al trío.

Esta chica realmente tenía un don para los animales y criaturas de todo tipo. Desde vincularse con un Familiar a los pocos meses de conocerse, hasta conocer los Presagios de la escuela y hacerse amigo de la gente del mar.

Ella era una anomalía, una Potter en la Casa Slytherin, pero era una Bruja bajo su cuidado ante todo. Un estudiante con todo un universo de magia posible para aprender, y una sed infinita de conocimiento, y la ambición de lograr todo lo imposible.

Pero, por ahora, necesitaría una fuerte orientación para lograr sus objetivos sin permitir que la historia recayera por tercera vez.

Snape agitó su varita en silencio, un pequeño sonido parpadeante estalló y la despertó con un salto. Ella jadeó en estado de shock con los ojos muy abiertos y alerta, antes de gemir y bostezar.

"Hola señor", dijo, levantándose con cuidado del suelo para no molestar a los animales. "¿Qué hora es?"

"Son alrededor de las siete de la mañana, Madame Pomfrey ha insistido en que no asistas a clases hoy". Dijo: "Pero Dumbledore ha dicho que tendrás que asistir a tu detención. Ahora ven, quiero que descanses el resto del día. Te traerán el desayuno a tu habitación cuando lo solicites".

En el camino de regreso a las mazmorras, ella no era ella misma, se dio cuenta Snape.

Ella estaba en silencio, vacilante, queriendo conservar cualquier cosa que pudiera surgir en su mente y que la hiciera estallar en sollozos histéricos. Demasiadas emociones estaban agrupadas dentro de su pecho, entretejidas entre las pocas positivas y tantas negativas que temía que salieran de su boca sin querer.