Mientras lloras.

Capítulo XXVI

Capítulo XXVI:

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MIENTRAS LLORAS

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Aquella carta de amor.

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―Entiendo―

Jiraiya bufo sonoramente escuchando el sermón de aquella mujer del otro lado del teléfono, asintió rodando los ojos a sabiendas que la mujer no iba a verlo y dejó la cafetera sobre la mesa. Sasuke y Naruto se sentaron a desayunar.

―Hablaré con ella. Gracias― Acabo cortando el teléfono y volviendo a la mesa a desayunar.

Naruto clavo sus grandes ojos azules en él.

―¿Todo bien?― Preguntó llevándose una tostada a la boca.

 Sasuke se mantuvo en silencio pero atento a la respuesta de Jiraiya.

―Tu hermana― Bufo fastidiado sin agregar nada más.

Se había ido hace apenas unas semanas pero todos los días tenía una queja distinta de la directora del internado. Bebió un gran trago de café y sonrió observando al pelinegro a su lado.

―¿Nervioso? Al fin vuelves a clases― Hablo el adulto cambiando el tema.

Sasuke sonrió de lado. Estuvo casi dos semanas internado en el hospital y una semana más de reposo y en esas tres semanas no había tenido noticias de la pelirrosa, no la culpaba después de lo mal que la había tratado esos últimos meses, lo que menos se merecía era que ella se preocupará por él.

―No― Murmuro ―Ya es hora de regresar―

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Cuando Sasuke entró al salón de clases lo primero que vio fueron esos ojos verdes que lo habían mirado con tanto amor desde hacía más de doce años pero que ahora solo lo miraban con una profunda pena. Fue Sakura quien corto el contacto visual y volvió la vista a Ino con quien estaba charlando antes que él ingresara al salón de clases.

―Ve y habla con ella. Te salvo la vida, Sasuke― Comentó Naruto una vez se ubicaron en sus asientos ―Dos veces―

Sasuke bufo por lo bajo acomodándose en su asiento.

―¿Y qué le voy a decir?― Hablo en voz baja observándola de reojo.

Naruto rodó los ojos fastidiado de esos dos.

―¿Pedir disculpas?― Comento y sus ojos azules inevitablemente se clavaron en ella.

Hinata iba entrando por la puerta del salón de clases con Tenten. Hacía varios días que no hablaban, aunque la Hyuga lo había apoyado por la situación que pasaba con su melliza, le llamaba y le escribía todos los días, Naruto la había estado evitando. No había vuelto a dormir con Sakura luego de lo que ocurrió en su cumpleaños, hace casi tres meses pero tampoco había tenido el valor de ver a Hinata a la cara y decirle que le había sido infiel y nada menos que con su ex novia de la cual aún estaba enamorado.

Hinata le sonrió avanzando al interior del salón de clases y Naruto agradeció que Azuma ingresara en ese momento a dictar la clase, fue Hinata quien le pidió para hablar al terminar las clases ese día.