Hangover || Pedri

3 | Misterio

Lionela Messi
Estados Unidos (20 de julio)

Estaba despertando, alrededor de mi cintura tenía unos brazos abrazándome, con mucho cuidado traté de levantarme de la cama sin despertar al pelinegro que durmió conmigo.

OH Dios mío, papá va a matarme por no haber llegado a dormir a casa.

Agarré mi vestido y me lo puse de inmediato.

El pelinegro seguía durmiendo.

Busqué mi bolso, saqué una nota y escribí en ella.

"Fue la mejor noche que he pasado"
L ♡

Junto a lo que escribí puse la inicial de mi nombre, me pinté los labios y deje un beso marcado en la nota.

Salí lo más rapido posible de la habitación.

Llame un taxi y pedí que me llevaran a casa.

Esperaba que nadie me haya visto y sobretodo que nadie haya tomado fotos.

El camino fue corto, por lo que pagué al señor del taxi y corrí hacia la casa.

Abrí la puerta y entré sin hacer ruido o eso creí.

—¿Lionela Camille dónde te habías metido?— papá vino en dirección a mi, tenía la cara de enojado.

Hola Dios, soy yo de nuevo.

—Papi, ¿Cómo has estado?

—Lio no me cambies el tema.

—Pasé la noche con alguien papi— respondí sonrojada.

—¿Otro Lionela?— interrumpió mamá acercándose a nosotros, —¿No estás con ese chico llamado Bellingham?

Papá me quedó viendo, no entendía nada.

—¡Explícame eso ahora Lionela!

—No estoy saliendo con nadie, el solo es un...— me quedé pensando un rato porque no sabia como explicarle que solo follaba con él.

—¿Un qué Lionela?

—Ay papi, solo no estoy saliendo con el— suspiré rogando de que no me preguntara más acerca de él.

—Lionela cariño, solo trata de que tu imagen no se vea afectada porque lidiar con los medios es difícil y no me gustaría que mi niña pasara por esa situación.

—No te preocupes papi, yo siempre cuido mi imagen y la de la familia— me acerqué a él y uní su frente con la mía para después darle un beso en la frente.

Papá me abrazó y me lleno de besos.

—Lio- mamá señaló hacia la parte arriba donde se encontraban las habitaciones, —Te están esperando Maca y Laia en tu habitación.

Asentí y caminé hacia las escaleras que dirigían a mi habitación.

Abrí la puerta de mi habitación y allí estaban Maca y Laia.

—Pero miren a quién tenemos aquí— Maca comenzó a reír.

—¿Dónde estabas Lio?— preguntó Laia.