Hangover || Pedri

8 | Dorsal 8

Lionela Messi
Estados Unidos (8 de agosto)

Los rayos del sol estaban entrando por la ventana.

Abrí los ojos y noté que no estaba en mi cuarto.

—Maca me duele la cabeza— ella estaba a mi lado.

Moví a Maca hasta que ella se levantó.

—Dejame dormir— bufó.

La dejé dormir un rato más.

Me levanté e intenté buscar el baño.

Todavía estaba con un poco de sueño, por lo que todavía no estaba en mis 5 sentidos.

Cuando salí de la habitación y caminé un poco noté que había 2 hombres durmiendo en el sofá, uno en cada uno.

Pegué un grito.

Y los chicos se asustaron y cayeron al piso.

Cuando vi de quienes se trataron, se me caía la cara de vergüenza.

—¿Qué pasó Lionela?— Maca vino corriendo hacia donde estaba.

Pedri y Gavi se levantaron del piso.

—¿Por qué gritas?— balbuceo Gavi, —Que eres loca.

Solo lo quedé viendo y reí.

—So sorry, no era mi intención.

Pedri estaba sin camisa, pasó por mi lado sin siquiera decir ni una sola palabra.

Me di cuenta que yo tenía su camisa.

—Díganme que no hice el ridículo ayer— me encogí de hombros.

No recordaba nada de lo que había hecho.

—Solo me besaste y casi te desnudas en medio de la pista— rió Gavi.

Mis mejillas se enrojecieron por completo.

Ahora todo tiene sentido, por eso Pedri no me dirigió la palabra.

Caminé hacia la habitación donde imaginaba que estaba Pedri.

Y efectivamente allí estaba.

Estaba sentado en la orilla de la cama viendo su teléfono.

Me acerqué a él y me senté a su lado.

—¿Qué ves?— asenté mi cabeza en su hombro.

—Viendo si no hay noticias sobre ti.

¿Noticias sobre mi?

—¿A qué te refieres con eso?.

—Ayer casi te desnudas, todos los que estaban allí te estuvieron grabando— apartó su teléfono de su vista y me miró, —Los tuve que amenazar para que no subieran nada y tu imagen no se viera afectada y por lo que veo funcionó porque nadie ha subido nada.

—¿Enserio hiciste eso?

Nuestras miradas se conectaron por unos minutos.

El solo asintió y se levantó de la cama en dirección al baño.

Lo seguí y ahora nos encontrábamos los dos en el baño.

—Pedri.

—No deberías estar aquí— se quitó el pantalón que traía puesto y solo quedó en bóxer.

Mi mirada recorrió todo su perfecto cuerpo.

Me desconcentré por completo.

—Ehmm...— murmuré, —Te quiero dar las gracias por hacer eso Pedri— me acerqué y le di un abrazo.