Hangover || Pedri

11 | Todo a su tiempo

Lionela Messi
Barcelona, España (13 de agosto)

—Haz estado saliendo mucho con Pedri últimamente— Macarena se acercó y se sentó a mi lado.

—Si— sonreí.

—¿Te está gustando, verdad?

—Maca, si te dijera que no, te estaría mintiendo— suspiré, —Puede que me gusté— reí.

—Y el también por lo que veo— rió.

—Todo a su tiempo, Maca.

Me levante del sofá y caminé hacia mi escritorio.

Quería ver la agenda que teníamos Maca y yo.

Siempre me gusta tener un calendario en donde tengo anotadas todas las fechas que teníamos sesiones de fotos, me gustaba ser ordenada para así poder controlar mi tiempo.

Tenía unas fechas pronto y tendría que viajar.

Sería un día después del partido del Barcelona contra el Getafe.

La puta madre que me pario, hoy juegan contra el Getafe y mañana tenemos que viajar.

Teníamos una sesión de fotos en Madrid, junto a Fede Valverde, Vinicius Jr y él.

Jude Bellingham.

Después de todo lo que pasó con Laia, ellos dos empezaron una relación, bueno si eso se le podría llamar relación.

—Tendremos que viajar a Madrid, Maca— señalé hacia la pantalla de mi ordenador para que Maca lo viera, —Y estará Jude.

—Lo se, no me agrada la idea— bufó, —Porque si ha de estar Jude también estaría Laia— reviró los ojos.

Alce mi hombros, la verdad quería que ya no nos relacionen con ella.

Me levanté del asiento, salí de la habitación y caminé hacia la sala.

Pero primero pase en el cuarto de juegos de los niños y ellos estaban jugando, no quise interrumpirlos así que pase de largo.

Bajé las escaleras y vi mis padres.

Me acerqué a ellos y me senté en medio de los dos.

—¿Papá, cuando juegas en el Barcelona?

—No puedo creer que te hayas olvidado— rió mamá.

—Si todo va con lo previsto— papá se quedó callado unos segundos y comenzó a sacar cuentas con los dedos, —Entraría para el clásico que es el 28 de octubre.

Asentí.

—¿Y por qué no antes?

—Porque sería algo muy obvio, recuerda que queríamos que fuera sorpresa.

—¿Van al partido?

—No, lo veremos por televisión Lio— respondió mamá.

—¿Entonces yo puedo ir con mi hermanos?

—Si, pero con guardaespaldas cariño— papá me quedó viendo con una expresión de consternación, —Ya sabes, por su bien.

Aunque no me gustaba, tuve que aceptarlo.

Me dirigí hacia donde estaban mi hermanos.

—Vamos a ir a ver el partido— les sonreí, —Así que vayan a cambiarse.

Los tres salieron corriendo del cuarto y corrieron a su habitación.

Yo caminé hacia mi habitación.